El cuidado de las manos es fundamental, porque nos pasamos el día haciendo cosas con ellas. Si nos acostumbramos a trabajar sin protegerlas puede que llegue un momento en el que las notemos secas y ásperas. A veces hacemos cosas que las perjudican sin darnos cuenta y son nuestra gran presentación. Las manos también deben cuidarse y tratarse si tienen algún problema.
Las manos secas y ásperas pueden tener distintos orígenes, ya que hay muchos hábitos que incluso hacemos a diario que pueden dañarlas. Tenemos primero que pensar en ello para ver si podemos ponerles remedio y así evitar que vuelvan a estar en este estado. Y también os hablaremos de algunas formas de recuperar su suavidad.
Por qué se resecan las manos
Una de las primeras cosas que debemos tener en cuenta es por qué se resecan las manos. Debemos saber que la piel del dorso de la mano tiene menos glándulas sebáceas, lo que hace que se pueda resecar más fácilmente. En la palma de la mano tenemos más glándulas sebáceas y sudoríparas, lo que las hace más resistentes, pero no están exentas de tener problemas, porque con ellas se trabaja más y suelen sufrir más. Hay muchas causas distintas por las cuales se resecan las manos. El uso de productos químicos en limpieza o en el trabajo, el uso de agua en las manos de forma continua, los cambios bruscos de temperatura, la falta de hidratación a diario, una mala alimentación o incluso el beber poco pueden hacer que nuestra piel se resienta. También es posible que alguna alergia haga que tengas la piel más seca y se agriete. Si es algo puntual se puede arreglar fácilmente, pero si persiste deberías consultar con un dermatólogo las posibles causas.
Utiliza guantes
Debemos acostumbrarnos a usar guantes cuando realicemos algunas actividades que puedan dañar las manos. No usarlos puede hacer que aparezcan durezas y asperezas en las manos y también que se resequen si las tenemos en agua mucho tiempo. La piel sufre con estos factores y debemos evitar exponerla en todos estos casos. En cada momento podrás usar unos guantes que sean adecuados, ya sean de látex o de algodón.
Exfolia tus manos
Utiliza un exfoliante para manos que sea cuidadoso, ya que la piel de las manos también es delicada. Usar un exfoliante nos puede ayudar a que las manos se encuentren mucho más suaves y también a terminar con las manchas que aparecen en ellas. Usa los exfoliantes unas dos veces al mes o una vez por semana si las notas ásperas y con pieles muertas. El fin es recuperar esa suavidad que tus manos necesitan. Si además cuentas con alguna dureza en las palmas, deberías utilizar una piedra pómez para acabar con ellas.
La hidratación es fundamental
Hidratar las manos a diario es algo fundamental. Esta es la base de unas manos bonitas, ya que si no las hidratamos difícilmente vamos a poder disfrutar de una piel suave en ellas. A veces no basta con la hidratación interior por lo que tenemos que recurrir a hidratantes de manos. Es una buena idea llevar siempre con nosotros en el bolso una hidratante de manos con un olor que nos guste para poder usarla en cualquier ocasión. Así nos hidrataremos las manos varias veces al día casi sin darnos cuenta y esto contribuirá a alejar la piel seca y áspera en ellas.
Cuida lo que comes
La alimentación también puede ser clave a la hora de tener unas manos suaves. Lo que comemos está directamente relacionado con nuestra salud y con la salud de la piel. Es necesario comer con ácidos grasos y con grasas saludables que le dan a la piel la elasticidad. Las vitaminas y antioxidantes de las frutas también contribuirán a que la piel luzca mejor.