Los malos hábitos alimenticios siempre aparecen en nuestra vida. Parece que llegan de la nada y en muchos casos ya no se despegan ni por asomo. Así que, es el momento de intentar analizar cuáles son y cómo debemos alejarnos de ellos cuanto antes, para no poner en riesgos nuestra salud.
Seguro que ya te estás imaginando alguno que otro de ellos. Sí, porque son fáciles de detectar en la gran mayoría de los casos. Hoy comentamos todos aquellos que debes evitar y que se posicionan como los más comunes, aunque siempre habrá otros muchos que nos estén afectando. ¡Descúbrelos!
Los malos hábitos más comunes en nuestra vida
Como bien hemos anunciado son bastantes esos malos hábitos alimenticios que nos podemos encontrar cada día. Porque algunos de ellos los vamos repitiendo cada semana o incluso, varias veces al día. ¿Cuáles son?
No hacer el desayuno
Lo cierto es que muchas personas no tienen hambre cuando se levantan. No hace falta comer alimentos demasiado pesados, pero sí realizar una combinación de ellos para que nos dé la energía necesaria. Un poco de vitaminas en forma de frutas, hidratos en forma de pan o proteínas en forma de yogur, son algunas ideas para poder combinar. Pero sea cuál sea la tuya, el desayuno siempre es vital.
Abusar de alimentos light
Es cierto que cuando nos ponemos a dieta, se nos da por comprar todo light. Pensando que de este modo esteremos reduciendo calorías y no siempre es así. Debemos ser precavidos con ese tipo de alimentos. Consumirlos también en su justa medida. Porque aunque tengan menos calorías, también te engordarán si no hace buen uso de ellos.
Consumir más calorías de las que gastamos
En este apartado ya podemos mencionar más de uno de esos malos hábitos que hoy nos abrazan. Porque en la dieta está la clave y en ocasiones, abusamos de comida rápida y de calorías vacías. Lo que hace que repercuta en salud y en nuestro peso. La dieta variada, con alimentos frescos, verduras y fruta tiene que predominar.
No comer lento
Si comes rápido tu digestión se verá afectada, tendrás más gases y estarás consumiendo más cantidad de comida, aunque no te lo creas. Por eso, se aconseja comer despacio y masticar bien los alimentos para que tu digestión te lo agradezca.
Beber poca agua
El agua se encarga de limpiar los residuos, por eso, necesitamos de ella. Es cierto que a veces el beber un vaso de agua nos cuesta, pues opta por las infusiones o introduce de primer plato una sopa. Siempre hay opciones para que el agua sea prioritaria en nuestra vida.
Cómo evitar los malos hábitos alimenticios
No es algo complicado de hacer en su mayor medida. Porque todos sabemos los errores que estamos cometiendo, de ahí que debamos hacer un listado de ellos y tenerlos siempre presentes. Intenta escribir todos aquellos hábitos que tienes y que están considerados como negativos. Pero es más, piensa en por qué los haces e intenta buscar su sustituto pero en forma positiva. Cada vez que puedas controlar o cambiar uno de ellos, debes recibir una recompensa. Pero no, no será en forma de mal hábito, porque sino romperemos la cadena de buena suerte. Pregúntate siempre por qué realizas dichos hábitos: Por falta de tiempo, por estrés, etc. Para que de este modo, podamos ir a la raíz del problema y ponerle remedio.
¿Cuáles son las consecuencias de los malos hábitos alimenticios?
Las consecuencias no son nada buenas para nuestro cuerpo y salud en general. Por lo que tenemos que hablar de ciertos problemas cardiovasculares que pueden aparecer, problemas circulatorios y hasta problemas de estómago, entre otros, pasando tanto por el cansancio y hasta la fatiga. Así que, no debemos esperar a sentir alguno de ellos por culpa de los malos hábitos alimenticios.