Los ejercicios para el suelo pélvico para mujer son una de las rutinas que siempre debemos considerar. Porque es una de las zonas más propensas a debilitarse y si esto sucede ciertos problemas como la incontinencia urinaria también aparecerá, así como dolores o hinchazón y muchas otras. Así que, en lugar de tener que conocerlas todas, lo mejor es prevenirlas.
De manera que sí, existen un sinfín de ejercicios para el suelo pélvico para mujer que debes ir introduciendo en tu rutina. Así ayudarás a que tu cuerpo siga sujetando como siempre de ciertos órganos sumamente importantes. Con tener un poco de paciencia y mucha constancia, seguro que lo vas a conseguir. ¡Anota todo esto que sigue!
Los ejercicios de Kegel
Habrás escuchado hablar en más de una ocasión de los ejercicios de Kegel. Porque todos ellos intentan fortalecer una de las zonas que puede estar más debilitada debido a los partos, a ciertos esfuerzos o simplemente al paso del tiempo. En este caso, lo bueno de unos ejercicios como estos es que no necesitas interrumpir ninguna actividad que estés haciendo porque los podrás llevar a cabo a lo largo del día, en tu trabajo, descansando o dónde quieras. Eso sí, tienes que repetirlos al menos unas tres veces a lo largo de cada día.
Simplemente se basa en contraer y relajar los músculos. Para comenzar puedes hacerlo mientras estés en el baño: puedes orinar y contraer, dejando de orinar unos segundos y luego retomar. A partir de ahí podrás hacer lo mismo pero como decimos, en cualquier posición o momento. Recuerda que dicha contracción debe durar al menos unos 5 segundos. Necesitas mantener la respiración y la concentración, eso sí. Para evitar que otros músculos como los del abdomen también se vean activados y no son los protagonistas.
El puente sobre los hombros
Al igual que otros muchos ejercicios, tiene un sinfín de variaciones: abriendo y cerrando las piernas, con gomas elásticas, levantando talones, etc. Pero en este caso lo que vamos a hacer es un ejercicio básico. Para ello nos tumbamos boca arriba y flexionamos las piernas. Hacemos una inspiración, soltamos el aire y contraemos el suelo pélvico. En ese momento, vamos levantando el glúteo y la cadera del suelo poco a poco, notando que sube vértebra a vértebra hasta quedarnos apoyados con la planta de los pies y los hombros. Hacemos una nueva respiración arriba y volvemos a bajar.
Las sentadillas con activación de suelo pélvico
A veces se nos puede olvidar el activar el suelo pélvico, pero desde luego debe estar muy presente en este tipo de ejercicios porque como hemos mencionado, es el gran protagonista. Así que lo que haremos es partir de la posición de pie, bajaremos sin arquear la espalda, como si nos fuéramos a sentar en una silla y siempre activando el suelo pélvico. No hace falta esperar ningún segundo abajo, sino que consta de respirar, bajar y volver a subir.
Ejercicios de equilibrio
Si tienes una tabla de equilibrio o un semi-círculo serán complementos perfectos para poder llevar a cabo el siguiente ejercicio. Porque gracias a buscar el equilibrio también estaremos haciendo todo lo posible por trabajar la zona que hoy queremos. Así que, necesitamos mantener el cuerpo de pie, bien estirado e ir subiendo y bajando los brazos al ritmo de la respiración. Sí, parece sencillo pero realmente no lo es tanto, porque ya sabemos que mantener el equilibrio en una tabla o una superficie que se mueve necesita un poco de concentración y mucha práctica.
Hipopresivos
También están muy de moda porque realmente tienen numerosos beneficios. Es cierto que en un primer momento siempre debes ponerte en manos de profesionales para que te ayuden en la técnica. Necesitas hacer tres respiraciones que serán profundas, pero en la tercera, soltamos todo el aire y sin tomar más, hacemos una contracción o apnea que abre las costillas. Tan solo aguanta unos 3 segundos y vuelve a respirar. Poco a poco sí que se puede ir aumentando el tiempo pero todo ello se hará con práctica.