¿Estás pensando en pintar los azulejos de la cocina o quizás los del baño? Entonces debes dejarte llevar por todo lo que tenemos para ti, porque no queremos que cometas algunos de los errores más frecuentes. Ya que nos dejamos llevar por el momento y nos lanzamos al vacío. Pero esto puede tener unas consecuencias un tanto complicadas.
Sobre todo porque el resultado no será el mismo ni el que esperamos. Así que, antes de ponerte manos a la obra, nada como descubrir los consejos que te tenemos ya preparados. A partir de ellos entonces sí que podrás disfrutar de un gran cambio en las paredes de tu hogar. ¡Verás cómo tu trabajo estará bien hecho!
No limpiar bien las superficies
Es lo que venimos comentando, que a veces nos dejamos llevar por el impulso y luego nos echamos las manos a la cabeza. Porque uno de los primeros pasos que debemos dar es limpiar bien las superficies que vamos a pintar. Tienen que estar sin suciedad y perfectamente lisas, ya que no la veremos pero la grasa o la humedad es bastante frecuente que se aniden en los azulejos. ¿Por qué debemos tenerlo muy en cuenta? Porque si la superficie no está totalmente limpia, entonces la pintura no va a quedar como nos gustaría, no se va a adherir. Así que, recuerda que con un poco de alcohol y un paño sobre ellos, tendrás la superficie totalmente limpia.
Comprar una pintura básica
¿Con qué pintamos los azulejos? Pues como no lo sabemos muy bien, nos decantamos por una pintura básica, que a veces tenemos por casa y que puede ser para las paredes. No, ese es otro de los errores más frecuentes. Debemos elegir una pintura que está destinada para los azulejos, ya que solo así nos vamos a evitar muchos problemas. Cuando estamos ante unos botes de pintura especial para dicha zona, conseguiremos ese resultado que tanto esperamos. Sino que veremos cómo la pintura termina por levantarse antes de lo que pensábamos.
La mala elección de las herramientas para pintar los azulejos
Sí, es otro de los errores a la hora de pintar los azulejos. Porque si bien la pintura es algo básico, las herramientas que se usen para aplicarla, no se quedan atrás. Por ello, de todas, nos quedamos con un rodillo que no sea demasiado grande. Si tienes unos azulejos bastante amplios, entonces puedes usar el rodillo de espuma. ¿Por qué? Pues porque son los encargados de apostar por más cantidad de pintura. Pero ojo, porque no solo el rodillo es lo que necesitamos. También vamos a tener a mano una brocha o paletina, porque son planas y nos ayudarán a llegar a todos esos rincones que el rodillo no puede. Por ejemplo, la zona de las juntas. En ocasiones, lo primero que se hace es pintar las juntas y luego, el azulejo en sí. ¡Tú decides!
Añadir capa de pintura pero sin lijar
Otro de los errores que se repiten una y otra vez. Porque si ya tienes los azulejos pintados, pero quieres añadir una nueva capa o volver a pintarlos en su totalidad, no puedes hacerlo directamente. Lo que tienes que llevar a cabo es el lijado y después la pintura. Porque sino el resultado será una superficie que no está del todo lisa y se notarán más detalles de lo que pensamos. Así que, las prisas y las ganas no son buenas consejeras en este caso. Lo mejor es lijar y cuando hayamos retirado la pintura previa y hayamos limpiado bien la superficie, entonces sí que tendremos que apostar por una nueva capa de pintura.
Es cierto que nos llevará más tiempo, pero al menos no estaremos cometiendo ningún tipo de error. Lo que hace que tengamos un mejor resultado final y eso es lo que nos interesa.