La Navidad puede causar efectos secundarios para la salud, de distintos tipos y diversa gravedad. Las comilonas, los excesos, los gastos o el estrés son potentes factores de riesgo. Cada uno por separado puede afectar a diversos niveles, pero si se juntan todos, la bomba de relojería puede explotar en cualquier momento. Ser consciente de ello te ayudará a la hora de sobrellevar estas fiestas de una forma más saludable.
Porque, aunque a todos nos gusta vivir las fiestas a lo grande, no dejan de ser unas fechas para disfrutar del tiempo en familia. Tiempo para reír, para tener largas conversaciones y pasar un tiempo de calidad que no siempre se puede encontrar durante el año. Las comilonas, las fiestas o los excesos a todos los niveles no son sinónimo de Navidad. Aunque en eso se hayan transformado las fiestas en los últimos años.
La Navidad y los efectos secundarios en la salud
Entramos de lleno en la semana de Navidad, ahora sí que se puede decir que las fiestas están aquí. Lo que sin duda, añade estrés a unos días que tendrían que ser de todo, menos estresantes. Pero hay que reconocerlo, las tentaciones son numerosas. Llegan comilonas donde abundan los mariscos, las carnes grasas, los dulces navideños y el alcohol. Todos, productos que de una u otra manera pueden poner en riesgo la salud. Porque los excesos se acaban pagando en forma de efectos secundarios en la salud.
Problemas de estómago
Una gran comilona puede acabar en un gran dolor de estómago. Especialmente estas comilonas que se hacen de noche en los eventos navideños. La última comida del día debe ser siempre la más frugal, algo que se olvida en las cenas de Nochebuena de la mayoría de las casas. Pero una cena tan abundante y con alimentos poco ligeros pueden causar diversos problemas estomacales.
Entre otros, puedes sufrir una mala digestión, reflujo, acidez estomacal, dolores de estómago, diarrea o estreñimiento. Consumir en exceso alimentos como mariscos o carnes grasas no solo afecta a corto plazo, sino que puede derivar en problemas mayores como gota o ataques de ácido úrico, sobre todo si ya se tiene alguna condición predisponente.
Estrés y problemas de ansiedad
Todos los preparativos pueden suponer un gran agobio, especialmente si recibes a los invitados en casa. Salir a hacer todas las compras, planificar el menú, organizar la casa para que esté perfecta el día del evento son muchas tareas que hay que hacer en pocos días y el agobio puede causar estragos. Porque todo esto se hace a la vez que se realizan las tareas cotidianas, el trabajo, los niños, las obligaciones. El riesgo de sufrir un ataque de ansiedad o estrés está ahí, y las consecuencias para la salud pueden resultar muy perjudiciales.
Accidentes domésticos
Las urgencias se llenan de personas que han sufrido accidentes domésticos durante las fiestas. Los más comunes son cortes de cuchillos de gran tamaño, cortes con botellas de cristal, indigestiones por alimentos, alergias alimentarias y todo tipo de lesiones físicas. Lesiones que se producen por las prisas, por el uso de tacones o por el consumo exagerado de bebidas alcohólicas. ¿Quién quiere pasar la Nochebuena o la Nochevieja en urgencias? Exacto, no entra en los planes de nadie, pero pasa con mucha frecuencia.
Sufrir un problema estomacal por comer demasiado en la cena de Navidad puede estropear toda una noche de fiesta. Pero los efectos secundarios pueden alargarse en el tiempo y aparecen en forma de intolerancias, enfermedades y problemas varios de salud. El alcohol es otro de los grandes factores de riesgo para la salud en las fiestas, porque se consume de forma desmedida en muchos casos sin tener en cuenta lo peligroso que puede resultar.
Para disfrutar de unas fiestas con mayúsculas, no es necesario comer como si nunca más se fuese a hacer. Tampoco hay que beber alcohol como si fuera a desaparecer del planeta, ni hacer regalos que pueden causar problemas económicos en los meses posteriores. Para disfrutar de la Navidad, solo hay que disfrutar cada momento y agradecer por estar y por los que están.
Consejos para disfrutar de una Navidad saludable
- Mantén una dieta equilibrada: Introduce más frutas, verduras y proteínas saludables en tus menús. Opta por preparaciones al vapor, al horno o a la plancha para evitar el exceso de grasas.
- Controla las porciones: Disfruta de los platos navideños sin caer en excesos. Servir raciones más pequeñas y comer despacio pueden ser aliados clave para evitar los empachos.
- Modera el consumo de alcohol: Alternarlo con agua o bebidas no alcohólicas puede ayudarte a evitar resacas y prevenir daños a largo plazo.
- Planifica con tiempo: Organizar compras y actividades con antelación ayudará a reducir el estrés innecesario.
- Ejercicio físico: Realiza paseos diarios o actividades que te permitan mantenerte activo, compensando los posibles excesos.
Las festividades deben ser un momento de unión y alegría, no una fuente de sentimientos negativos o problemas de salud. Tomando conciencia de los riesgos, es posible disfrutar de la Navidad sin comprometer nuestro bienestar físico ni emocional.