Sufrir episodios de estrés en el embarazo puede resultar terriblemente negativo, tanto para la madre, como para la salud del bebé. De hecho, existen estudios que indican que existe un grave riesgo en el desarrollo cerebral del bebé. Por ello, es fundamental evitar los nervios, la ansiedad y los episodios de estrés durante todo el periodo de gestación. Porque sin duda, el estrés perjudica gravemente la salud, más aún en el embarazo.
No cabe duda que el embarazo es un periodo lleno de altibajos emocionales, temores e incertidumbre que pueden provocar nervios y preocupación. Además de los muchos cambios físicos y hormonales, hay que luchar contra las emociones que en cada momento pueden subir y bajar como en una montaña rusa. Porque de la misma manera que te sientes eufórica e impaciente, te puedes sentir angustiada y temerosa por lo que está por venir.
El estrés en el embarazo
Si además de tener que adaptarte a todos estos cambios físicos y emocionales, tienes que lidiar con todas las obligaciones naturales que tenemos cada día, el embarazo puede convertirse en algo difícil de gestionar. El trabajo es una de las principales fuentes de estrés, así como la economía, los problemas sociales como la pandemia o los problemas de pareja.
Todo ello, situaciones que pueden volverse en tu contra cuando estás embarazada. Con un desajuste hormonal difícil de gestionar y además, te sientes en clara desventaja por tener que llevar tú sola todo el peso del embarazo. Porque no lo debemos olvidar, todo el embarazo, el parto y la lactancia recae sobre la mujer y ello, supone un gran esfuerzo físico y mental.
Seguramente te habrán dicho que debes vivir el embarazo con mucha tranquilidad, aunque la realidad es que en el día a día se presentan infinidad de situaciones que ponen a prueba tu estabilidad emocional. Sin duda, no es nada fácil de gestiona. Pero es del todo necesario para garantizar un embarazo saludable y sobre todo, para prevenir los efectos negativos del estrés en el embarazo.
Cómo afecta el estrés al desarrollo del feto
Los efectos negativos del estrés en el embarazo son reales, están demostrados con estudios científicos. Entre otros, se ha detectado un mayor riesgo de obesidad en niños que durante el embarazo y el primer año de vida sufrieron el estrés materno. Aunque también puede surgir el efecto contrario. Ya que en otros muchos casos, el exceso de estrés durante el embarazo desemboca en niños con bajo peso al nacer y retraso en el crecimiento.
El cerebro del bebé también puede sufrir mucho como consecuencia del estrés en el embarazo. Esto se debe a los cambios que se producen en la microbiota vaginal. Que son las bacterias que se encuentran presentes de forma natural en esa zona del cuerpo. Como consecuencia del estrés, pueden producirse alteraciones en las bacterias de la microbiota. Que también afectan al desarrollo de la flora intestinal del bebé o a su desarrollo cerebral.
Y ¿Cómo es posible que las bacterias de la flora vaginal interfieran en el desarrollo cerebral del bebé? Pues porque al nacer, el bebé entra en contacto con las bacterias del interior de la vagina de la madre. Bacterias que tienen su función ya que ayudan a reforzar el sistema inmune del bebé. Pero el estrés durante el embarazo no solo tiene efectos negativos durante los primeros años de vida del bebé.
Existen riesgos que les pueden acompañar durante toda su vida adulta. Entre otros, las personas que sufrieron el estrés materno durante la gestación y el primer año de vida, tienen más riesgo de sufrir trastornos psicológicos y niveles altos de estrés en la vida adulta. Como ves, un gran problema que además puede afectar a la madre durante el embarazo.
Disfrutar de esta etapa de la vida es fundamental, ya que se trata de un periodo de tiempo determinado y que nunca se sabe si se volverá a vivir. Aunque tiene sus momentos difíciles, debes concentrarte en vivir un embarazo tranquilo, cuidando tu alimentación y tu salud a todos los niveles. Si necesitas ayuda para reducir los niveles de estrés, prueba con el yoga para embarazadas, la meditación o consulta con tu médico.