Los beneficios de los aceites esenciales para la salud

Los aceites esenciales

Los aceites esenciales provienen de las plantas aromáticas y los cítricos y resultan asombrosamente beneficiosos para la salud. Sus beneficios llegan al organismo a través de uno de los sentidos más delicados del ser humano, como es el olfato. A través de su aroma, los aceites esenciales proporcionan infinidad de sensaciones mediante las cuales se pueden disfrutar de importantes beneficios para la salud.

Para los más escépticos, relacionar los aceites esenciales con la salud puede resultar algo poco creíble. Pero más allá de las falsas creencias, existen evidencias científicas sobre los beneficios de los aceites esenciales para la salud. Porque no se trata de sustituir la medicina tradicional, sino de complementar y mejorar la salud con remedios naturales

Qué son y cómo se obtienen los aceites esenciales

Mediante procesos químicos se obtienen los aceites esenciales de las plantas. En el caso de las plantas aromáticas se realiza por la destilación al vapor y en el caso de los cítricos mediante el prensado en frío. Para disfrutar de los beneficios reales de la aromaterapia, es muy importante utilizar aceites esenciales naturales, que no hayan pasado por procesos en los que se altere su composición.

La aromaterapia no es algo novedoso, de hecho, los aceites esenciales se utilizan en cosmética y salud desde hace milenios. De hecho, cuenta la leyenda que Cleopatra utilizaba el aceite de rosas en sus cuidados de belleza y que gracias a ello consiguió cautivar a Marco Antonio. Porque en las flores, en las semillas, las raíces, los frutos e incluso en la corteza de los vegetales, se encuentran potentes aliados de la belleza y la salud.

Cómo se usan y cuáles son los beneficios de los aceites esenciales

Los aceites esenciales son aromas muy concentrados y por ello antes de usarlos se deben diluir en otros elementos. Se pueden utilizar de diferentes formas, por inhalación, sobre la piel y en cápsulas que deben estar preparadas por especialistas. En el caso de querer aprovechar los beneficios de los aceites naturales de forma ingerida, debes consultar con un profesional para saber qué cantidad y cómo tomarlos correctamente.

Entre los muchos beneficios de los aceites esenciales podemos diferenciar según la forma de consumirlos. A continuación te contamos algunos de ellos.

  • Por inhalación: La aromaterapia cuenta con su base científica y no en vano, ya que los aromas hacen que se estimule el sistema nervioso. Los aromas hacen que se active el sistema límbico, que es el que regula las emociones, así como el apetito o los instintos sexuales. Se trata de la forma más habitual de utilizarlos y para ello se necesita un difusor al que se le añaden las gotas del aroma deseado.
  • A través de la piel: También puedes aplicar los aceites esenciales directamente en la piel, aunque no todos ellos son aptos para este uso. Generalmente se mezclan con otros productos para que no sean perjudiciales. Los únicos aceites esenciales que se pueden aplicar directamente sobre la piel son la lavanda, la manzanilla y el árbol de té.

Son muchos los usos cosméticos de los aceites naturales, aportan hidratación, luminosidad, ayuda a reducir la celulitis, mejora el estado de la piel, controla el exceso de sebo entre otros muchos. En cuanto a los beneficios de la aromaterapia, mejorar el estado nervioso, controlar el estrés, aumentar las defensas, calmar el dolor de garganta y la tos, fortalecer el sistema inmunitario, tratar la depresión, aliviar los dolores o combatir el insomnio son alguno de ellos.

Aceites naturales y sus usos

Utilizar el aroma adecuado es fundamental, ya que elegir mal puede provocar el efecto contrario. A continuación te contamos cuáles son los aceites naturales que debes elegir en función del problema que quieras tratar.

  • Con efecto relajante: la lavanda, el incienso, la mandarina, la naranja, la mejorana o el romero.
  • Los antiinflamatorios: la manzanilla, la menta, la mejorana, la naranja amarga y la salvia.
  • Con propiedades antibacterianas: el árbol de té, el romero, el clavo, el limón, el tomillo, el eucalipto, el laurel o el ajo, entre otros.
  • Antivíricos: la jara, el limón, el tomillo, el árbol de té, el ajo o el laurel.

Recurre siempre a centros especializados donde puedas encontrar productos totalmente naturales y seguros. Y si tienes alguna patología o estás embarazada, antes de usar los aceites naturales es aconsejable consultar con el especialista para evitar contraindicaciones.


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