Lo ideal es tratar la infección de orina con antibióticos, en el mercado encontramos de diferentes tipos. Te contamos a continuación cuál es el más efectivo dependiendo de la infección de orina que se padezca.
Las infecciones de orina son muy frecuentes, y de forma habitual se trata con antibióticos. En primer lugar, se debe conocer la sensibilidad del microorganismo es necesario tomar muestras de la zona afectada, hacer un cultivo y observar cómo corresponden.
El proceso para determinar qué tipo de infección tenemos puede ser algo lento, y el elegir el tipo de medicamento vendrá determinado por el tipo de infección, por esta razón, encontramos diferentes antibióticos que nos ayudan a que nuestra salud mejore.
Qué tipos de infecciones encontramos
A continuación te contamos cuáles son las infecciones de orina más comunes que podemos padecer. Se clasifican según de varios parámetros. A grandes rasgos, se dividen en tres:
- Cistitis: es la infección que se produce en la vejiga.
- Pielonefritis: este tipo de infección ocurre desde el riñón.
- Infección de orina grave o complicada. Es la infección de orina o de riñón que se desarrollan a partir de una enfermedad de base primaria.
En este último grupo, nos referimos a las infecciones de orina como complicadas cuando se producen durante el embarazo, la diabetes o cuando una persona padece alguna enfermedad en el riñón, tener un catéter durante una operación o padecer anomalías funcionales o anatómicas en el tracto urinario.
Qué causa las infecciones de orina
Las infecciones de orina suelen aparecer motivadas por bacterias gramnegativas que se introducen en nuestro cuerpo y en esa parte específica. Las bacterias se reconocen porque adquieren un color rosado, y si se tratan de forma continuada pueden hacerse inmunes a los antibióticos, por lo que es conveniente nunca abusar de los antibióticos cuando tenemos una enfermedad porque en un futuro será más complicado combatir todas esas infecciones.
La bacteria más común en la infección de orina es la Escherichia coli, seguida de la bacteria Proteus que aparece de forma frecuente cuando nos ponen un catéter o la bacteria Klebsiella. Por último, los estafilococos, aunque rara vez, pero también pueden ser los que motivan la aparición de este tipo de infecciones.
¿Qué efectos tienen los antibióticos?
Los antibióticos son los encargados de eliminar las bacterias que nos producen la infección de orina. Tenemos que tener en cuenta la resistencia de esos microorganismo ante los antibióticos que utilizamos. Estas infecciones se vuelven resistentes cuando han desarrollado variaciones en sus genes y se vuelven mucho más fuertes.
Los antibióticos se pueden distinguir en dos tipos:
- Antibiótico bacteriostático: que son los encargados de inhibir el crecimiento de la colonia, todo el conjunto de microorganismos y bacterias.
- Antibióticos bactericidas: que son los encargados de eliminar y exterminar por completo los microorganismos.
Antibióticos que necesitas para eliminar la infección de orina
Por lo que adelantábamos, existen diferentes antibióticos capaces de tratar nuestra infección de orina, en esta ocasión, os hablaremos de 4 antibióticos capaces de eliminar la infección de orina.
- Trimetoprima/sulfametoxazol. Se trata de un bactericida muy efectivo cuando se trata de una infección provocada por estafilococos.
- Fosfomicina. Un bacteriostático capaz de evita la síntesis de la pared celular de las bacterias. Es muy efectivo cuando padecemos cistitis producida por Escherichia Coli o Proteus.
- Nitrofurantoína. Tiene la doble función de ser un bacteriostático o bactericida. Es efectivo para tratar la infección por E. Coli y estafilococos.
- Ceftriaxona. Este bactericida es perfecto para la síntesis de la pared celular, como ocurre con el anterior antibiótico. Es efectivo cuando estamos infectados con pseudomonas.
Tener o padecer cistits o tener infección de orina de manera frecuente puede avisarnos de que algo no funciona bien en nuestras vías urinarias, por ello, si padeces regularmente infecciones de orina no te mediques, acude a tu médico de cabecera para que realice un cultivo para determinar el tipo de infección y tratarla adecuadamente.