En nuestra sociedad, cada vez más frenética, a veces resulta complicado mantener un estado de bienestar y armonía en nuestro día a día. Sin embargo, cuanto más carecemos de dicha armonía más ansiamos conseguirla y relajarnos para evadirnos de aquello que nos estresa en nuestra vida como el trabajo, nuestras obligaciones y la cantidad de actividades que nos proponemos diariamente.
Todo ello, nos hace pensar a menudo que vivimos una vida sin control, con desorden o nos sentimos desbordados. Si este es tu caso, quizá la logoterapia es para ti.
En ocasiones, en nuestra vida tenemos las cosas que queremos, un trabajo, una casa, etc. Sin embargo, a pesar de todo ello, podemos sentir que estamos vacíos, que nuestra vida no va a ninguna parte y ello nos sume en un estado de insatisfacción e infelicidad. Por ello, es importante poner remedio a esta situación para evitar que vaya a más y comenzar a apreciar las cosas buenas de la vida que tenemos, y recuperar la motivación por cada una de ellas y disfrutarlas como se debe.
La logoterapia es un método de terapia psicológica que ayuda a las personas a volver a encauzar sus vidas y que vuelvan a tener sentido.
No son pocas las personas que necesitan que su vida tenga un sentido, que la existencia de la humanidad tenga un motivo.
Viktor Frankl, fue el fundador de este paradigma psicológico hasta ese momento no tratado. El término logoterapia surgió por primera vez en 1926 en una conferencia de psicología médica. Está incluida dentro de la psicología humanista o en la psiquiatría existencial.
Hay libros que tratan la logoterapia con títulos como «El hombre en busca de sentido», lo cuál ya nos muestra como esta psicoterapia se apoya en el análisis existencial del hombre y en esa búsqueda del sentido de la vida.
Hay tres aspectos filosóficos fundamentales dentro de la logoterapia:
- La libertad de voluntad: es decir, el libre albedrío por el que cada persona es capaz de tomar sus propias decisiones y escoger su propio destino.
- La voluntad de sentido: donde se trata el componente externo que afecta a las personas.
- El sentido de la vida.
La perspectiva de la logoterapia es que el ser humano no está motivado por la búsqueda del placer o el poder sino que se mueve por lo que da sentido a la vida. A la vida particular de cada uno.
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La terapia de la logoterapia
Las personas atraviesan alguna vez en su vida crisis existenciales o conflictos de valores. En algunos casos estas situaciones acaban pasando solas, pero en otros es necesaria la ayuda y la intervención de un profesional para conseguir salir con éxito de dicha situación.
Las crisis existenciales son momentos vitales en los que la toma de decisiones es muy importante. Podemos tener instantes de debilidad de los que podemos reponernos gracias a nuestra autoestima, pero esto no siempre es así.
Es importante conocer nuestros límites y reconocerlos sin tratarlos como algo negativo para poder pedir ayuda a un profesional. Asumir que no estamos bien y que necesitamos ayuda es uno de los mayores actos de valentía que podemos tener con nosotros mismos. Lograrlo nos ayuda a reorganizarnos y a volver a sentir la calma y el bienestar.
La forma de abordar esta terapia es tratar las enfermedades psíquicas desde el diálogo con el paciente para valorar qué es lo que da sentido a la vida concreta de dicha persona.
Un papel importante en estas terapias es la dramatización o los también llamados psicodramas de cara a los pacientes. Enfrentarles a situaciones como que su vida se termina en ese instante para que vea qué valora de lo que tiene, que no, que cambiaría, etc.
Estos cambios son los que se deben introducir en la vida para comenzar a caminar hacia el objetivo o sentido de la vida particular de cada uno. De la misma manera, aquellas cosas sin relevancia deben cambiarse o ser suprimidas en la medida de lo posible.
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La importancia de la actitud
Las dificultades a las que nos enfrentamos forman parte de nuestra vida, nos ayudan a evolucionar. Viktor Frankl menciona en sus trabajos que es en las dificultades donde encontramos el sentido de la vida. Por ello, saber gestionarlas se convierte en algo fundamental para conseguir salir adelante airosos y felices.
La actitud ante estos problemas que nos puedan surgir define cómo va a terminar dicho problema.
Quien no consigue lidiar con las dificultades cotidianas suele sentir frustración y de esta frustración se deriva otros problemas psicológicos que acaban haciendo mella en nosotros mismos.
Estos pequeños problemas diarios son los que nos mantienen en estado de alerta y, aunque puedan parecer nimiedades, son la verdadera prueba porque nos preparan para momentos de gran dificultad. No es necesario haber pasado por grandes dificultades para saber qué es la vida o cuál es su sentido para tí.
Para superar con éxito estos hechos es necesario tener un enfoque mental abierto, positivo y responsable ante lo que nos rodea. Y, como decíamos, saber pedir ayuda si la necesitamos.
¿Qué nos aportan los momentos difíciles y su superación?
Son pruebas que nos permiten distinguir qué es lo prioritario en nuestra vida. Nos permite aumentar nuestro autoconocimiento, despertar de una posible «parálisis» y potenciar nuestra motivación y nuestra resiliencia.
Todo ello nos lleva a saber qué queremos de la vida, qué necesitamos para conseguir un estado de bienestar y lo más importante, nos permite hacer cambios y priorizar.
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