
La moda no deja de ser un reflejo de nuestra historia y cultura, un lienzo que se nutre de tiempos pasados para encontrar inspiración y dar nuevas formas a las tendencias actuales. Está claro que la moda se nutre y siempre se nutrirá de tiempos pasados, pero durante estas temporadas más que nunca, parece que en la moda no se crean cosas nuevas y que todo lo hemos visto ya en los armarios de nuestras madres e incluso de nuestras abuelas. Desde las arriesgadas modas de los años 60 hasta las audacias del doble denim del 2000, cada década ha brindado al mundo elementos icónicos que resurgen una y otra vez, conquistando pasarelas y armarios.
Lo que antes considerábamos anticuado o desfasado, hoy se presenta como una declaración de intenciones. La esencia cíclica de la moda, que consiste en reutilizar y reinterpretar elementos, nos invita a considerar nuestro concepto de estilo. Y es que el mundo de la moda muchas veces produce ese efecto en el ser humano, el de arrepentirse de lo que ha dicho unos días antes, porque sabes que te lo vas a acabar poniendo con el «madre mía que horterada como puede ponerse eso». Es la hora de dejar de fijarnos en lo que los demás se ponen y fijarnos en nosotros mismos, en qué ponernos y vernos bien nosotros mismos.
La influencia de los 60: Botas Blancas como un símbolo de modernidad
Uno de los accesorios más representativos de los años 60 fueron las botas blancas. Durante esa década, marcaban un antes y un después en la moda, inspiradas por la carrera espacial y el anhelo por el futuro. Es cierto que todo tipo de calzado blanco que se alejase de una sneaker nos horrorizaba, pero desde el invierno pasado las botas y los botines blancos ya empezaron poquito a poquito a intentar meterse entre nuestros zapatos y hoy, estas botas regresan con fuerza, reivindicando su carácter futurista.
El renacimiento de las botas blancas ha sido visto desde las pasarelas hasta el street style, donde cobran protagonismo en combinaciones tanto minimalistas como audaces. Su versatilidad les concede un lugar especial en los armarios contemporáneos, ya sea con vestidos de corte A o con pantalones de campana inspirados en aquella época.
El blazer de cuadros de los 70: Elegancia con un toque retro
La estética setentera, marcada por elementos como los blazers de cuadros, no ha perdido su encanto. Este tipo de prenda, inmortalizada por personajes icónicos como Diane Keaton en la película ‘Annie Hall’, representa elegancia y sofisticación atemporales. Las blazers son un básico en cualquier armario, y en concreto la de cuadros se ha convertido en el básico, es imprescindible dependiendo del estilo que tengas, ya que es muy versátil y te lo puedes poner con un estilo más clásico hasta con unas sneakers, en definitiva, es perfecta.
En la actualidad, los blazers de cuadros se han consolidado como un básico imprescindible para looks tanto formales como casuales. Su versatilidad permite combinarlos con prendas modernas, como zapatillas deportivas o pantalones pitillo, sin perder ese aire vintage que tanto nos atrae.
Los años 80: Del gimnasio a las calles con el chándal
Los años 80 fueron la época dorada de lo maximalista y lo deportivo, llevando el chándal más allá de las instalaciones deportivas. Esta tendencia se originó con la ropa athleisure, que ofreció una mezcla de comodidad y estilo que conquistó al mundo. El chándal o la ropa deportiva anteriormente se había confinado únicamente al gimnasio, pero con la tendencia que nos ha sobrevolado durante la temporada pasada, ver continuamente a las celebrities y en el street style pasear infinidad de ropa deportiva y chándals, es imposible que no nos rindamos a ellos.
Hoy en día, los chándales regresan renovados, adaptándose a un estilo urbano. Las marcas de lujo han reinventado este icono deportivo con tejidos de alta calidad y diseños innovadores, otorgándole un nuevo estatus en el mundo de la moda.
Minimalismo delicado: Los tirantes espagueti de los 90
Los vestidos de tirantes espagueti, que causaron furor en los años 90, vuelven a dominar los escaparates y los armarios. Estos sutiles diseños, popularizados por íconos como las Spice Girls, destacan por su simplicidad y elegancia. Llevamos unos años poniéndonos vestidos de tirante espagueti, los slip dresses, ya sea con superposiciones o en verano, y es que, cuanta más fino y redondo, mejor.
El resurgimiento de estos vestidos muestra cómo las modas pueden reinventarse para adaptarse a nuevos estilos, siendo piezas ideales tanto para eventos formales como para looks casuales en verano. Ya sea solos o acompañados por accesorios modernos, estos vestidos representan el minimalismo en su máxima expresión.
Todo al denim: Inspiración de los 2000
El doble denim, un estilo icónico de los años 2000, sigue vigente gracias a su adaptabilidad y versatilidad. Este look, inmortalizado por Britney Spears y Justin Timberlake, ha regresado con un enfoque renovado. El denim sigue siendo una apuesta segura para cualquier ocasión. Combinar prendas vaqueras con diferentes tonalidades y acabados añade dinamismo a cualquier outfit, resaltando la importancia de esta tendencia en la moda contemporánea.
La moda, como un espejo del pasado, nos ofrece la oportunidad de rendir homenaje a décadas anteriores mientras exploramos nuevas formas de expresión. Cada tendencia que regresa no solo recupera el espíritu de su época, sino que también reafirma la naturaleza cíclica e innovadora del mundo del diseño. Es momento de abrir nuestras mentes y armarios a las inspiraciones que nos llegan desde el pasado.