Seguro que más de una vez te has hecho esta pregunta: ¿Leche limpiadora o agua micelar? ¿Limpian igual? ¿Sirven para lo mismo? Pues hoy en Bezzia te vamos a resumir las principales diferencias entre una y otra y cuál debes utilizar en qué momentos. ¡Vamos a ello!
Te diremos que la principal diferencia, a pesar de lo que dicen los anuncios sobre las aguas micelares, es que no desmaquillan. Sin embargo las leches o geles limpiadores, sí lo hacen. Las personas que se maquillan a diario y que necesitan desmaquillar y limpiar su rostro cada noche, no deben hacerlo únicamente con un agua micelar, puesto que este producto no desmaquilla totalmente, sino que quita la grasa propia de la piel y el resto de suciedad que vamos acumulando en ella conforme va pasando el día. Previamente al agua micelar, deben usar un buen gel limpiador o una leche limpiadora que sí lleve a cabo esta función.
Un buen momento para usar el agua micelar es por las mañanas. ¿Por qué? Porque el rostro está desmaquillado totalmente de la noche anterior y sólo necesitamos limpiar la posible suciedad acumulada de la noche y los restos de hidratante o nutritiva que nos aplicamos horas antes.
Pero ahora que ya sabes cuál es la principal diferencia entre una y otra, te vamos a resumir brevemente las principales características de cada una.
¿Qué nos aporta el agua micelar?
- No es nada corrosivo para la piel y puede usarse tanto en la piel de la cara y cuello como en los ojos.
- Hasta las pieles más sensibles la toleran. De hecho, muchas personas que tienen este tipo de piel, únicamente pueden usar agua micelar para limpiarse el rostro.
- Equilibra el Ph de la piel e hidrata la zona.
- Limpia en profundidad y deja una sensación muy fresca y suave en el rostro.
Leche o geles limpiadores
- Si tienes la piel seca es más recomendable que uses una leche limpiadora. Es menos dañina para la piel, al ser una leche hidrata y no reseca tanto como un gel, y la puedes usar con ayuda de un disco desmaquillante o esponja limpiadora.
- Si tienes la piel grasa o mixta, te recomendamos la utilización de un gel espumoso para el paso de la limpieza. Estos geles ayudan a equilibrar el exceso de grasa en la piel, dejándola suave, limpia y sin restos de suciedad. Al igual que con la leche limpiadora, puedes ayudarte de una esponja para su uso. También son buenos los cepillos faciales para uso diario.