No cabe duda de que cualquier tipo de maltrato, deja una serie de huellas en la persona que lo sufre que son muy complicadas de eliminar. En el caso de la pareja, las secuelas mentales o psicológicas suelen ser mucho más profundas sobre todo porque proviene de alguien al que se ama o se ha amado.
El maltrato de pareja suele prolongarse en el tiempo, ya que cuesta dar el paso de poner fin a la misma y por ende, las secuelas son mucho mayores y más graves.
El maltrato en la pareja
El maltrato a la pareja se puede hacer a través de la violencia física o mediante una violencia psicológica. Dicho maltrato se suele expresar en una serie de conductas o comportamientos reprochables:
- Señalar de manera habitual que no hace nada bien. Ello va a minar tanto la autoestima como la confianza en la persona.
- Hay una manipulación constante con el fin de hacer sentir culpable a la persona maltratada.
- El maltratador raras veces reconoce que maltrata a la pareja y lo atribuye a imaginaciones de la persona maltratada.
- En cualquier maltrato en la pareja, hay un aislamiento de la persona sometida frente a familiares o a amigos.
- Hay un fuerte control del maltratador sobre la pareja. Busca una anulación total de la persona en sí para tenerla en su poder.
Secuelas psicológicas del maltrato
Aunque cada persona es diferente, hay unos puntos en común en lo que se refiere a las secuelas psicológicas que provoca el maltrato dentro de la pareja.
Las secuelas mentales inciden sobre todo en la autoestima y en la seguridad de la persona maltratada. La falta de autoestima es tan grande que comienzan a aparecer diversos sentimientos como el de la culpa y trastornos mentales como la depresión o la ansiedad.
En el caso de los hombres, el problema suele ser mucho mayor ya que la sociedad no está preparada para concebir que un hombre es maltratado por su mujer. En tales casos las secuelas psicológicas son mucho más graves y profundas que en el caso de las mujeres maltratadas.
Qué hacer ante ello
No es nada fácil el darse cuenta y aceptar que se está de lleno en una relación tóxica y en la que el maltrato está a la luz del día. Al principio la persona maltratada tiene sentimientos encontrados y no es capaz de ver la dura realidad. Es realmente complicado dar el paso de cortar con la relación, sobre todo porque se trata de una persona a la que se ha querido y con la que se llegó a entablar una relación.
Sin embargo y a pesar de ello, la única manera de terminar con tal maltrato consiste en cortar de raíz con tal relación. A partir de ahí, es esencial el sentirse apoyado/a y ponerse en manos de un profesional. El recibir un maltrato demasiado tiempo provoca que las secuelas sean mucho más grandes y más difíciles de sanar. Con el paso del tiempo y con mucho trabajo, la persona puede volver a rehacer su vida y poder disfrutar de la misma ya sea de manera individual o en pareja.