Las reglas básicas para cuidar la piel sensible

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Son varios los síntomas que podemos percibir para hablar de una piel sensible. Entre ellos el enrojecimiento, además de ciertos granitos o las erupciones cutáneas e irritaciones. Es cierto que todos estos problemas también podrán aparecer en otros tipos de piel, pero hoy nos vamos a centrar en cuidar la piel sensible.

Porque nos necesita y es que, visto lo visto, siempre debemos intentar que se vea mucho mejor. Lo que hará que nosotros también lo hagamos, pero ¿qué pasos son los aconsejados a seguir en este camino? No son nada complicados y los podrás realizar cada día. ¡Son los siguientes…!

Comienza protegiéndola desde el interior

En la gran mayoría de los casos, hay que comenzar por nuestro interior para que todo ese trabajo se nos vea reflejado en el exterior, es decir, en nuestra piel. Como sabrás, malos hábitos como el tabaco o una mala alimentación pueden hacer que se refleje en nuestra piel, aunque no lo creamos. Es por ello que para empezar a mejorar, nada como intentar comer de manera equilibrada: Añadiendo más productos frescos, verduras o frutas, a nuestras comidas. Intentando dejar de lado los productos procesados. Sin olvidarnos de los carbo-hidratos, así como grasas pero que vengan de fuentes más naturales.

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Cuidado con los cambios bruscos de temperatura

Hablamos de la piel sensible, por lo que son muchos los motivos por los que puede llegar a darnos problema. Uno de ellos, quizás de los más conocidos, son los cambios de temperatura bruscos. Estos harán que nuestra piel reaccione de la peor manera: Con rojeces e irritación. Por lo que debemos tener lo en cuenta y evitarlo en la medida de lo posible.

Hidratación para cuidar la piel sensible

Siempre vamos a necesitar de la hidratación para el cuidado de nuestra piel. Pero es cierto que en casos como este, todavía debemos extremar dicho cuidado. Es por ello que no solo se trata de darle hidratación sino también protección. De este modo, haremos una especie de barrera que la mantendrá alejada de todo posible mal. Siempre que exista dicha barrera, nuestra piel está a salvo. Por eso, debemos elegir una crema hidratante pero que al mismo tiempo tenga ingredientes para ayudarnos a fortalecerla contra las irritaciones y demás problemas. Los productos hipo-alergénicos y con texturas ligeras son altamente recomendables.

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Deja de lado los alimentos picantes

Somos muchas personas las que adoramos el picante en la comida. Pero es cierto que no favorece cuando tenemos problemas de piel. Porque se dice que activan la circulación y esto hará que la piel se vuelva más sensible, acarreando todos los problemas y acentuándolos todavía más. De ahí que debes mantener este tipo de productos a un lado, por tu bien y por el de la piel.

Protege la piel del sol

Si bien esa hidratación le hace falta, también es necesario prestar atención al sol. Todas las pieles deben hacerlo, pero es cierto que cuando hablamos de la sensible, todavía más. No hablamos solamente de cuando vamos a la playa o piscina, no. Simplemente cuando salgamos a la calle, también es necesario protegernos de los rayos del sol, y durante todo el año. Así que, recuerda elegir cremas con factor de protección solar.

Una vez por semana, exfoliación

Si vemos que esa semana tenemos mucha irritación, tampoco es cuestión de castigar la piel. Por lo que esperaremos hasta que esté un poco más recuperada. Pero sin duda, es otro de los pasos imprescindibles, porque como sabemos, también nos ayuda a decir adiós a las células muertas y a regenerar nuestra piel. De ahí que con una vez por semana será más que suficiente para poder ver los beneficios que nos aporta este gesto. Olvídate de los exfoliantes químicos y opta por los llamados enzimáticos, porque son más suaves.


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