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Si tienes una pareja estable y no tenéis planes de tener hijos en el corto plazo, las pastillas anticonceptivas suelen ser una opción popular. Además de permitir relaciones sexuales sin uso de métodos de barrera, los beneficios de las píldoras anticonceptivas van más allá de prevenir embarazos no deseados. En muchos casos, los médicos las prescriben para controlar dolencias como los dolores menstruales intensos, sangrados abundantes que podrían derivar en anemia, y problemas cutáneos como el acné severo.
Sin embargo, no todo es positivo. Aunque estas pastillas ofrecen múltiples ventajas, un efecto secundario que preocupa a muchas mujeres es su impacto en el deseo sexual. Este artículo analiza en profundidad esta conexión, cómo afecta a tu intimidad y qué puedes hacer para mantener el equilibrio entre tu salud, bienestar emocional y vida sexual activa.
Relación entre las pastillas anticonceptivas y el deseo sexual
La disminución del deseo sexual asociado al consumo de las píldoras anticonceptivas es una realidad que diversos estudios han analizado. Un ejemplo destacado es la investigación llevada a cabo por la Facultad de Medicina de la Universidad de Boston, cuyos resultados fueron publicados en «The Journal of Sexual Medicine». Según este trabajo, las mujeres que usan anticonceptivos hormonales tienen un riesgo potencial de ver reducido su apetito sexual debido a la interacción entre estos fármacos y las hormonas sexuales en el organismo.
¿Cuál es la causa? Las píldoras anticonceptivas modifican los niveles de testosterona, una hormona que juega un papel esencial en la libido tanto masculina como femenina. Estas pastillas también favorecen el aumento de los niveles de SHBG (globulina fijadora de hormonas sexuales), lo que puede afectar la disponibilidad de testosterona libre en la sangre, limitando de manera significativa el deseo sexual. Este efecto puede persistir incluso tras suspender el tratamiento.
Un estudio sobre 124 mujeres reveló que las usuarias de anticonceptivos presentaban niveles notablemente más altos de SHBG comparadas con aquellas que no las consumían. Las mujeres que habían dejado de usar las píldoras todavía mostraban niveles de SHBG dos veces más altos que aquellas que nunca las habían tomado.
Estos resultados subrayan que, aunque las píldoras son efectivas para prevenir embarazos no deseados, no siempre son inofensivas para la salud sexual y emocional de quien las consume.
¿Son los efectos secundarios inevitables?
Aunque los datos científicos proporcionan un panorama general, cada persona tiene una biología única. Algunas mujeres no notan diferencias en su vida sexual tras iniciar el tratamiento hormonal, mientras que otras sí perciben un impacto negativo en su deseo o disfrute sexual.
Una de nuestras colaboradoras comparte su experiencia: “Hablando con mis amigas (que también utilizan anticonceptivos orales), todas coincidimos en que nuestros ginecólogos no nos han advertido suficientemente sobre esta posible consecuencia. Aparentemente, los efectos varían de mujer a mujer: algunas pueden experimentar una merma en la libido, mientras que otras no tienen cambios apreciables.”
El ingrediente activo en la mayoría de los anticonceptivos orales son hormonas sexuales femeninas que inhiben la producción de andrógenos en los ovarios, lo que influye directamente en la testosterona y su impacto en el placer sexual. Si experimentas este efecto secundario, es crucial no dejar de tomar las pastillas sin consultar primero con tu ginecólogo.
La influencia de las emociones en la libido
Más allá de la influencia biológica, las emociones juegan un papel relevante en la salud sexual de la mujer. Los altibajos emocionales, los conflictos de pareja o el estrés diario pueden impactar de manera directa en el interés por la intimidad.
Según diversos especialistas, para muchas mujeres es más sencillo achacar la baja libido al consumo de anticonceptivos que a problemas emocionales o relacionales. Sin embargo, los factores psicológicos y sociales no deberían ser ignorados.
El papel de la autoestima: Mujeres que se sienten menos atractivas, ya sea por cambios físicos postparto, falta de tiempo para cuidarse o simplemente por estrés, tienden a retraerse sexualmente, reforzando la idea de que la sexualidad femenina está profundamente ligada a la percepción propia y la actitud.
Si decides continuar tomando anticonceptivos hormonales, es importante enfocarte en lo positivo. Este método puede proporcionar una tranquilidad que permite disfrutar del sexo sin la constante preocupación por embarazos no planeados.
Soluciones y alternativas disponibles
Si sospechas que las pastillas anticonceptivas están afectando tu deseo sexual, tienes varias opciones:
- Consulta con tu ginecólogo: Hablar con un especialista es fundamental para ajustar el tratamiento. Quizás puedas cambiar a anticonceptivos con menores dosis hormonales o buscar métodos alternativos.
- Explora alternativas no hormonales: Métodos como los dispositivos intrauterinos (DIU) o los preservativos pueden ajustarse mejor a tus necesidades sin alterar tus niveles hormonales.
- Cuida tu salud emocional: La terapia de pareja o individual puede ser clave para descubrir qué afecta realmente tu deseo sexual. También puedes aprender técnicas para manejar el estrés.
- Ajusta tu estilo de vida: Ejercitarte regularmente, mantener una dieta equilibrada y dormir lo suficiente tienen un impacto positivo en la libido.
Es crucial abordar el problema con una mentalidad abierta y considerar todos los factores involucrados. A menudo, equilibrar la salud física y emocional es el primer paso para recuperar una vida sexual plena.
Tomar decisiones informadas sobre el uso de anticonceptivos es esencial. Aunque son efectivos como método de planificación familiar, siempre es importante sopesar sus beneficios y efectos secundarios. No hay una solución única, pero con la orientación adecuada, es totalmente posible encontrar un equilibrio que beneficie tanto a tu cuerpo como a tu bienestar emocional.

