Es bastante frecuente que los bebés sufran problemas de piel durante los primeros meses de vida. Una de las afecciones más comunes son las conocidas como manchas salmón, que reciben este nombre debido a su característica coloración, similar al tono del salmón.
Estas manchas suelen preocupar a muchos padres al observarlas en la piel de sus recién nacidos. Sin embargo, es importante resaltar que estas marcas no representan un problema de salud y, por lo general, desaparecen con el tiempo sin necesidad de tratamiento. Aunque su apariencia pueda alarmar inicialmente, no hay motivo para la preocupación excesiva. A continuación, te explicamos todo lo que debes saber sobre este tema.
¿Qué son las manchas salmón?
Las manchas salmón, también conocidas como Nevus Simplex, beso del ángel o picotazo de la cigüeña, son marcas de nacimiento benignas que suelen aparecer en los recién nacidos. Estas manchas tienen un color rosáceo o rojizo y son el resultado de una dilatación en los vasos sanguíneos superficiales de la piel. La causa exacta de esta dilatación aún no está del todo clara, aunque no se relaciona con factores genéticos o hereditarios en la mayoría de los casos.
Se localizan con mayor frecuencia en zonas como la nuca, el entrecejo, los párpados o la frente, áreas donde los capilares están más cerca de la superficie de la piel. Estas manchas suelen volverse más evidentes cuando el bebé llora, ríe o realiza algún esfuerzo, debido al aumento del flujo sanguíneo en esas áreas.
Además, estas manchas tienen un comportamiento distintivo: se blanquean con la presión del dedo (digitopresión), lo cual confirma su naturaleza vascular. Aunque suelen ser más frecuentes en niñas y en bebés de piel clara, pueden aparecer en cualquier recién nacido.
Prevalencia y características
Según estudios recientes, las manchas salmón son extremadamente comunes y se presentan en aproximadamente un 40% a 71% de los recién nacidos. En algunos casos, pueden estar presentes al nacer, mientras que en otros pueden aparecer durante los primeros meses de vida. Aunque son más frecuentes en niñas que en niños, no existe una predilección racial significativa, aunque sí pueden ser más visibles en bebés de piel clara.
Un dato curioso es que las manchas localizadas en la nuca, conocidas como Nevus de Unna, a menudo persisten más allá de los primeros años de vida, llegando incluso a permanecer en la etapa adulta en un porcentaje significativo de casos.
Signos o síntomas de las manchas salmón
Las manchas salmón se caracterizan por su tonalidad rosada o rojiza y su apariencia plana y sin relieve. Aunque suelen ser más visibles en zonas como la cabeza y el cuello, pueden aparecer en otras áreas del cuerpo. Uno de los signos distintivos es su intensificación cuando el bebé llora, ríe o experimenta cambios en la temperatura ambiente.
Desde el punto de vista médico, estas manchas son completamente indoloras y no generan síntomas adicionales. Sin embargo, su presencia puede generar inquietud en los padres debido a su estética o su extensión en algunas partes del cuerpo. En estos casos, es fundamental contar con la orientación de un pediatra o dermatólogo para resolver dudas y tranquilizar a la familia.
Causas de las manchas salmón
A día de hoy, la ciencia aún no ha determinado una causa definitiva para la aparición de las manchas salmón. Sin embargo, se sabe que estas marcas están asociadas a una dilatación temporal e inofensiva de los vasos sanguíneos superficiales.
No están relacionadas con problemas durante el embarazo, complicaciones en el parto o factores genéticos en la mayoría de los casos. Tampoco se pueden prevenir, ya que forman parte de las variaciones normales del desarrollo en algunos recién nacidos.
Evolución y pronóstico
La evolución de las manchas salmón suele ser favorable. En la mayoría de los casos desaparecen espontáneamente durante los primeros 18 a 24 meses de vida del niño, aunque las localizadas en la nuca pueden persistir hasta la adultez en cerca del 50% de los casos. Este fenómeno es completamente normal y no representa ningún riesgo para la salud del pequeño.
La desaparición gradual de estas manchas se debe a cambios en la regulación del flujo sanguíneo y al desarrollo de los tejidos en las zonas afectadas. En caso de que las manchas persistan más allá de los tres años o generen preocupación por motivos estéticos, existen tratamientos disponibles como el láser de colorante pulsado que pueden ayudar a reducir su visibilidad.
Diagnóstico diferencial
Es fundamental distinguir las manchas salmón de otras marcas de nacimiento o afecciones cutáneas que podrían requerir un manejo diferente. Entre las principales condiciones a considerar en el diagnóstico diferencial se encuentran:
- Manchas en vino de Oporto: Estas son marcas de nacimiento rojas o púrpuras que no desaparecen con el tiempo y pueden estar asociadas a síndromes específicos como el de Sturge-Weber.
- Hemangiomas infantiles: Estas son acumulaciones de vasos sanguíneos que pueden crecer rápidamente en los primeros meses de vida antes de reducirse gradualmente.
- Eritema tóxico: Una reacción cutánea común en los recién nacidos, que se caracteriza por áreas rojas con pequeñas protuberancias.
El diagnóstico de las manchas salmón generalmente se basa en su apariencia clínica, sin necesidad de realizar pruebas especiales o procedimientos invasivos.
Tratamiento de las manchas salmón
En la mayoría de los casos, las manchas salmón no necesitan tratamiento. Sin embargo, si las manchas persisten más allá de los tres años y se encuentran en áreas visibles como la cara, algunos padres pueden optar por tratamientos estéticos para mejorar su apariencia.
El láser de colorante pulsado es el método más utilizado y eficaz para tratar estas manchas, ya que actúa sobre los vasos sanguíneos dilatados sin causar daño a la piel circundante. Este procedimiento se realiza en clínicas especializadas y generalmente no requiere muchas sesiones.
En cualquier caso, es fundamental consultar a un dermatólogo pediátrico antes de tomar cualquier decisión sobre el tratamiento para asegurarse de que esta sea la mejor opción para el niño.
Cuándo consultar a un especialista
Aunque las manchas salmón son benignas, es importante acudir al pediatra o a un dermatólogo en las siguientes circunstancias:
- Si las manchas no desaparecen después de los tres años.
- Si la mancha cambia de color, tamaño o textura.
- Si aparecen nuevas manchas después de los primeros meses de vida.
- Si hay dudas sobre el diagnóstico o si las manchas causan incomodidad estética al niño o a los padres.
Un especialista podrá evaluar la situación y ofrecer recomendaciones personalizadas para cada caso.
Las manchas salmón son un ejemplo perfecto de cómo la naturaleza puede sorprendernos con su variedad y singularidad. Aunque inicialmente puedan causar preocupación, es importante recordar que forman parte del desarrollo normal de muchos bebés y que, en la mayoría de los casos, desaparecen sin dejar rastro. Con los cuidados adecuados y la orientación de un especialista, los padres pueden sentirse tranquilos y disfrutar plenamente de los primeros meses de vida de su pequeño.