Crisis de Lactancia: Todo lo que Necesitas Saber para Superarlas

  • Las crisis de lactancia son fases de mayor demanda del bebé vinculadas a su crecimiento.
  • Conocer las etapas comunes (17-20 días, 3 meses, 1 año) permite abordarlas mejor.
  • La lactancia a demanda y entornos tranquilos ayudan a superarlas exitosamente.
  • Consultar especialistas en lactancia es clave en caso de dudas persistentes.

Las crisis de la lactancia

La lactancia materna es un regalo invaluable, no solo por ser el alimento más completo y natural para un recién nacido, sino también porque fortalece el vínculo entre madre e hijo, creando una conexión física y emocional única. Sin embargo, este camino, lleno de momentos hermosos, también puede presentar desafíos, especialmente durante las crisis de lactancia, que son períodos donde la demanda del bebé y la producción de leche materna parecen no coincidir, generando dudas y ansiedad en las madres.

¿Qué son las crisis de lactancia?

Crisis de lactancia

Las crisis de lactancia son fases en las que el comportamiento del bebé cambia repentinamente al mamar. Durante estas etapas, el bebé puede mostrarse más demandante, llorar durante las tomas, rechazar el pecho o parecer insatisfecho. A menudo se producen debido a los brotes de crecimiento, cuando el bebé necesita más leche para cubrir las nuevas demandas de su desarrollo físico y mental.

Es importante destacar que estas crisis son normales y temporales. No indican que algo esté mal con la producción de leche o con el desarrollo del bebé. De hecho, son parte del proceso natural de la lactancia y pueden ser superadas con paciencia, comprensión y el apoyo adecuado.

Principales crisis de lactancia y cómo identificarlas

Existen varias etapas en las que suelen presentarse las crisis de lactancia. Conocerlas de antemano puede ser de gran ayuda para las madres, ya que reduce la ansiedad y permite manejar estos momentos de manera más efectiva.

Crisis de lactancia de los 17-20 días

Crisis lactancia primer mes

Durante las primeras semanas de vida, el bebé establece un ritmo de alimentación bastante regular. Sin embargo, alrededor de los 17 a 20 días, es común que el bebé necesite aumentar la cantidad de leche que consume debido a un crecimiento acelerado. En este periodo, el bebé puede mostrar las siguientes señales:

  • Querer mamar de manera constante.
  • Regurgitar leche frecuentemente.
  • Llorar si no tiene acceso al pecho.

Esta etapa puede durar entre 3 y 4 días, hasta que la producción de leche se ajuste a las nuevas necesidades del bebé. La clave es mantener la lactancia a demanda, ya que el aumento de tomas estimulará la producción de leche.

Crisis de lactancia al mes y medio

Hacia las 6-7 semanas, el bebé puede volverse más inquieto durante las tomas. Este comportamiento suele ser provocado por un cambio en la composición y sabor de la leche materna, lo que puede generar rechazo inicial por parte del bebé. Algunos de los síntomas más comunes son:

  • Llanto durante la toma.
  • Arqueo de la espalda mientras succiona.
  • Demandas más frecuentes y nerviosismo.

Esta crisis también se superará en pocos días, por lo que es fundamental no desanimarse y continuar ofreciendo el pecho con paciencia.

Crisis de los 3 meses

Lactancia y crisis de los 3 meses

Considerada una de las crisis más notorias, la crisis de los 3 meses puede extenderse durante semanas. En esta etapa, el bebé ya tiene una habilidad avanzada para succionar, por lo que puede vaciar el pecho en pocos minutos. Además, el desarrollo de su sistema sensorial hace que se distraiga fácilmente con sonidos o estímulos visuales. Entre los signos característicos están:

  • Reducción del tiempo de las tomas.
  • Lactancia irregular y caótica.
  • Distracción constante durante la alimentación.

Es importante tener en cuenta que, durante este período, los pechos pueden sentirse más blandos, lo que puede llevar a pensar erróneamente que la producción de leche ha disminuido. Sin embargo, esto es una adaptación natural del cuerpo.

Crisis de lactancia al año de vida

Lograr mantener la lactancia hasta el primer año es un gran logro. A esta edad, el bebé ya consume alimentos sólidos, y la leche materna puede perder parte de su atractivo. Sin embargo, sigue siendo un componente esencial de su dieta. Las señales de esta crisis incluyen:

  • Descenso en la velocidad de crecimiento y menor demanda de leche.
  • Interés reducido por el pecho debido a la introducción de otros alimentos.

Lo mejor es ofrecer el pecho en un ambiente tranquilo y sin distracciones, respetando siempre los ritmos del bebé.

Consejos para superar las crisis de lactancia

Consejos para crisis lactancia

Superar una crisis de lactancia puede ser un desafío, pero hay varias estrategias que pueden ayudar:

  1. No obligar al bebé a mamar: Respetar sus tiempos y necesidades es fundamental para mantener una relación positiva con la lactancia.
  2. Buscar un ambiente tranquilo: Minimizar los estímulos externos puede ayudar al bebé a concentrarse durante las tomas.
  3. Recurrir al contacto piel con piel: Esto puede calmar al bebé y fortalecer el vínculo entre ambos.
  4. Consultar con un especialista: En caso de dudas, acudir a un pediatra o consultor de lactancia puede proporcionar orientación y tranquilidad.

Cada crisis de lactancia presenta sus retos, pero también refuerza la capacidad de adaptación tanto de la madre como del bebé. Con paciencia y apoyo, es posible superar estos momentos y disfrutar plenamente de los beneficios de la lactancia.


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