En alguna ocasión todos hemos entrado a alguna habitación de la casa y pensado: ¿Qué es lo que huele así de mal? La respuesta suele ser sencilla y acostumbra a guardar relación con la limpieza. Puede ser que se nos haya olvidado tirar la basura o que tengamos algún desagüe obstruido, por poner algunos ejemplos.
Para evitar los malos olores en casa, la clave está en revisar de forma habitual aquellos elementos que tienden a producirlos. Y de estos elementos cuya limpieza debemos cuidar especialmente hablamos hoy de forma que puedas crear una rutina y olvidarte para siempre de los malos olores.
Hemos compartido con vosotras en numerosas ocasiones trucos para acabar con los malos olores en casa. Sin embargo, estos no nos resultarán del todo útiles si no identificamos antes la fuente del olor. Y lo habitual es que la fuente sea una de las siguientes:
Olor a basura
¿Se te ha olvidado tirar la basura? Esta es una fuente de malos olores muy común en nuestros hogares. Procura sacarla cada día a la misma hora; crea una rutina para que olvidarla no sea una opción. Y limpia siempre el cubo antes de poner una nueva bolsa. Un limpiador a base de agua, vinagre y un poquito de jabón para platos en una botella con pulverizador siempre resulta útil en la cocina para estas cosas.
También es recomendable usar un contenedor con tapa hermética para minimizar la dispersión de olores. Si tienes un compostador en la cocina, asegúrate de que esté bien ventilado y revisa la frecuencia de cambio de filtros de carbón activado para combatir malos olores efectivamente.
El lavavajillas y la lavadora
Para que el lavavajillas funcione correctamente es necesario limpiarlo y hacer un mantenimiento adecuado del mismo. Los restos de comida y grasa de los platos, así como la cal y otras impurezas propias del agua, además de hacer que nuestro lavavajillas no funcione correctamente, generan malos olores.
¿Cómo podemos solucionarlo? Limpiándolo con la periodicidad adecuada y prestando atención a las diferentes piezas clave de su interior. Hace algunas semanas escribíamos un artículo detallando cada paso y la frecuencia con que debe hacerse, ¿lo recuerdas? Usa vinagre blanco y bicarbonato de sodio para una limpieza más natural y efectiva.
Del mismo modo será necesario actuar con el moho que se acumula en la goma de nuestra lavadora. Límpiala con frecuencia y, si la lavadora sigue desprendiendo olor, programa un ciclo con agua caliente y dos vasos de lejía.
Una nevera sucia
La nevera también puede ser fuente de malos olores, ya sea porque está sucia o porque guardamos algún producto en mal estado. Aprovecha el día de la compra semanal para vaciarla, limpiarla y hacer un pequeño inventario de lo que tienes para integrarlo en tu menú semanal antes de volver a llenarla. Utiliza un limpiador a base de agua y vinagre, ¡no necesitarás más!
Alfombras que lo absorben todo
Las alfombras son un imán para los malos olores. Tienden a acumular suciedad, migas de alimentos e incluso olores generados por las mascotas. Además, el polvo y los ácaros pueden quedar atrapados en las fibras.
Aspirar frecuentemente es esencial, junto con el uso de bicarbonato de sodio para neutralizar olores. Espolvorea bicarbonato sobre la alfombra, déjalo actuar durante al menos 30 minutos y aspíralo finalmente. Cuatro veces al año, realiza una limpieza más profunda siguiendo las recomendaciones detalladas en este artículo.
Desagües obstruidos
Es habitual que, por restos que van acumulándose en las tuberías, alguna de las estancias con desagüe desprenda mal olor. Antes de recurrir a productos químicos, prueba una solución casera: mezcla agua caliente, un vaso de vinagre y dos cucharadas de bicarbonato, viértelo por el desagüe y tapa durante una hora antes de enjuagar con agua caliente.
Implementar estas claves de manera constante hará que tu hogar esté siempre fresco y libre de malos olores, proporcionando un espacio más cómodo y agradable para ti y tu familia.