¿Tu viejo nórdico ya está dando sus últimos coletazos y no merece la pena enviarlo a la lavandería? ¿Has cambiado de habitación y necesitas un nuevo edredón que se adapte a tu decoración? Si es la primera vez que consideras la compra de un edredón nórdico, es fundamental tener en cuenta ciertos aspectos clave para acertar con la elección.
La variedad de edredones nórdicos disponibles en el mercado puede resultar abrumadora. Desde el tipo de relleno hasta el gramaje y la confección, hay múltiples factores que determinarán tu elección. En este artículo te ofrecemos una guía exhaustiva para ayudarte a encontrar el edredón nórdico perfecto que combine confort, practicidad y estilo.
¿Qué tipo de relleno elegir: natural o sintético?
El relleno es uno de los factores más importantes al comprar un edredón nórdico, ya que influye directamente en sus propiedades aislantes y en el nivel de confort que proporciona. Existen dos grandes categorías: rellenos naturales y sintéticos. Cada uno tiene sus ventajas y desventajas, y conocerlas te ayudará a tomar la decisión más informada.
Rellenos naturales
Entre los rellenos naturales se encuentran las plumas y el plumón. Ambos materiales destacan por su capacidad aislante, aunque presentan características distintas:
- Plumas: Este tipo de relleno incluye la caña, lo que lo hace más pesado y menos agradable al tacto. Además, tiene una capacidad aislante inferior si lo comparamos con el plumón.
- Plumón: Es el material superior en términos de ligereza y aislamiento térmico. Gracias a su estructura, crea cámaras de aire que favorecen la circulación del aire y regulan la temperatura de forma extraordinaria. Los mejores edredones de plumón tienen un Fill Power de 9 o 10 (en una escala de 10).
Sin embargo, los edredones de plumón son significativamente más caros y requieren cuidados específicos, como llevarlos a la tintorería para su limpieza, lo que puede ser un inconveniente para algunos usuarios.
Rellenos sintéticos
Por otro lado, los rellenos sintéticos están hechos de fibras comunes, fibras huecas de poliéster o microfibras. Estos materiales tienen las siguientes ventajas:
- Hipoalergénicos: Son ideales para personas con alergias, ya que evitan la proliferación de hongos y ácaros.
- Fácil mantenimiento: Se pueden lavar en casa, lo que los convierte en una opción popular para dormitorios infantiles o segundas residencias.
- Precio accesible: Son más económicos que los rellenos naturales.
Sin embargo, para conseguir el mismo nivel de aislamiento, un edredón sintético será más pesado que uno de plumón. Entre estos, los rellenos de microfibras son los que más se acercan al rendimiento del plumón natural.
La confección: clave para un aislamiento homogéneo
Otro aspecto a considerar es cómo está confeccionado el edredón. Esto afecta directamente a su capacidad para distribuir el relleno de manera uniforme y evitar la formación de zonas frías sin suficiente material aislante.
Una confección con patrón de rombos es altamente recomendable, ya que ayuda a repartir el relleno de manera uniforme. Si el edredón está fabricado con algodón 100%, permitirá una mejor transpiración del relleno, logrando así una mayor durabilidad y confort.
El gramaje: la medida del calor
El gramaje hace referencia al peso del relleno en gramos por metro cuadrado. Esta medida es un indicador clave de la capacidad calorífica del edredón. Para elegir el gramaje adecuado, considera estos factores:
- Ambientes con calefacción: Si la temperatura de la habitación no desciende de los 18ºC, un gramaje de 200g/m2 suele ser suficiente.
- Regiones frías: Si la temperatura de la habitación está por debajo de los 15ºC, opta por un gramaje de hasta 400g/m2.
También puedes considerar adquirir edredones 4 estaciones, que incluyen dos rellenos de diferente gramaje que se pueden utilizar juntos o por separado según la época del año. Esta opción es perfecta para quienes buscan versatilidad.
Dimensiones ideales del edredón
El tamaño del edredón debe ser adecuado para tu cama. Como regla general, debería exceder las dimensiones del colchón entre 20 y 30 cm en cada lado. Esto asegura una caída suficiente para mantenerte cubierto durante la noche, incluso si te mueves mucho mientras duermes.
Para camas individuales o king size, selecciona un edredón que cumpla con estas medidas estándar. Si necesitas inspiración para decorar tu dormitorio con un toque nórdico, puedes consultar nuestras claves para lograr este estilo.
Tratamientos antiácaros y mantenimiento
Hoy en día, muchos edredones cuentan con tratamientos antiácaros, antibacterianos y antihongos. Si eres susceptible a alergias o tienes problemas respiratorios, busca modelos que incluyan estas características. Algunos tratamientos, como el Aloe Vera o el Proneem, también ofrecen beneficios adicionales, como suavidad y propiedades antibacterianas naturales.
El mantenimiento adecuado de tu edredón nórdico prolongará su vida útil. En el caso de los sintéticos, un lavado en casa a 40-60°C será suficiente. Para los naturales, es mejor recurrir a una tintorería especializada para evitar daños.
Una limpieza anual o bianual, dependiendo del uso, asegura que tu edredón se mantenga en buen estado. Además, ventilarlo regularmente evitará la acumulación de humedad y ácaros.
Elegir el edredón nórdico ideal no solo depende del diseño o del precio, sino de tus necesidades personales y las condiciones de tu dormitorio. Ya sea que prefieras un relleno natural o sintético, la elección tendrá un impacto en tu confort y en la calidad del descanso. Al considerar factores como el tipo de relleno, la confección, el gramaje y los tratamientos antiácaros, podrás disfrutar de noches cálidas y reparadoras durante todo el año.