Tengo que confesar algo: jamás he conseguido andar dignamente con unas chanclas de dedo. No son para mi. Sin embargo, son un gran aliado para muchas cuando llega el verano. Hay quienes no solo las utilizan para ir la playa, sino que también las han incorporado a su día a día.
Con las chanclas de dedo ocurre un poco como con las playeras. Tuvieron en su origen un propósito claro pero han ido ganando terreno con el paso del tiempo hasta ocupar un lugar importante en los estilismos de verano, en el caso de estas. ¿Tu también las usas para todo?
Hablamos de las chanclas mas sencillas, aquellas planas con diseños simples y en colores neutros como el blanco y el negro. Diseños que no están recomendados para caminar grandes distancias peor con las que os pies se mantienen frescos. Este verano hemos podido verlas combinadas con shorts en estilismos pensados para la playa, pero también como parte de otro tipo de estilismos igualmente relajados pero con diferente propósito.
Los vestidos de corte minimalista y las chanclas de dedo han formado un tándem muy popular este verano. Un tándem que se ha convertido en una opción cómoda y fresca para disfrutar de momentos de ocio en combinación con complementos de rafia como bolsos y sombreros.
Las hemos visto también combinadas con monos fluidos y con conjuntos de lino de corte holgado. También con vaqueros en estilismos sencillos en los que estos se combinan con camisetas básicas o sudaderas. Estilismos, en definitiva, relajados para disfrutar del verano.
Pero también hay quien se ha decantado por este calzado para completar looks, a priori, para situaciones mas formales. Combinándolo con unos pantalones capri, una camiseta básica y un blazer o gabardina podrás crear estilismos de trabajo con los que dar un descanso a tus pies.
¿Y tu? ¿Eres de las que te pones chanclas para todod?
Imágenes – @smythsisters, @mija_mija, @anoukyve, @andyheart, @lolitamas, @naaomiross, @belenhostalet, @talisa_sutton