Una relación de pareja sumisa es aquella en la que una de las partes cede en todo lo que le pide la otra parte, jurándole máxima obediencia. Aunque hasta hace unos años la mujer era la parte sumisa dentro de la relación, a día de hoy existen también hombres que son sumisos dentro de la pareja. Una relación catalogada como sumisa es una relación tóxica ya que no existe equidad alguna entre las partes.
En el siguiente artículo te hablamos más detalladamente de esta clase de relaciones de pareja y cuáles son sus características.
La sumisión dentro de la pareja
Una relación de pareja considerada como sumisa se puede analizar desde diferentes ámbitos o aspectos como el social o el psicológico. Si se toma como punto de partido el aspecto psicológico hay que indicar que este tipo de conducta o comportamiento tóxico puede llegar a desembocar en diferentes situaciones realmente reprochables como es el caso del maltrato y de la violencia.
Una de las partes sufre una humillación continua por parte de la pareja, limitando sus opiniones y sus decisiones. Es por ello que no se puede consentir bajo ningún concepto esta clase de relaciones. En las relaciones de pareja sumisas suelen estar presentes una serie de factores bastante claros:
- El poder de unas de la partes para someter a la pareja.
- Diferentes modelos sociales de género.
- La influencia que van a tener los modelos sociales de género en la vida cotidiana.
Detalles a tener en cuenta en las relaciones con sumisión
En este tipo de parejas, una de las partes jura total obediencia a la otra y acepta las diferentes órdenes sin rechistar. Ello provoca que la parte sumisa tenga serios problemas de autoestima y de confianza y llegue a perder por completo toda su independencia. En los casos más extremos, la persona que sufre la sumisión se caracteriza por lo siguiente:
- Puede llegar a sufrir un fuerte maltrato a nivel psicológico y físico.
- No puede salir de casa por iniciativa propia.
- Pierde el contacto total con su entorno más cercano como son los amigos y los familiares.
- Vive en un control absoluto por parte de la pareja.
- Pierde su autonomía e independencia en el día a día.
- Carece de respeto y recibe continuas humillaciones.
El gran peligro de este tipo de relación tóxica y poco saludable, es que hay casos en los que las partes sumisas llegan a justificar la conducta dominante de su pareja. La persona sumisa llega a ver como normal la conducta dominante de su pareja.
Los tipos de relación de sumisión
- El síndrome de la nodriza es un tipo de relación en el que una de las partes se comporta como un padre y la otra parte se comporta como un hijo. El padre actúa y manda y el hijo obedece sin más.
- Relación sumisa estilo geisha. En este tipo de pareja, la parte de sumisa se preocupa de estar guapa para la parte dominante y satisfacer todos sus deseos.
- El último estilo de sumisión es el de empleada-ejecutivo. La pareja en cuestión funciona como si existiera un contrato entre las partes. Existe un jefe que manda y que da órdenes y un empleado que las acata y las lleva a cabo.
En definitiva, una relación de pareja en la que se lleve a cabo una sumisión por una de las partes puede considerarse como tóxica o poco saludable. En una pareja debe existir equidad y equilibrio entre las partes ya que de lo contrario se pierde valores tan importantes como el respeto y la confianza. Con el paso del tiempo y si no se pone remedio a dicha sumisión, puede haber cierta humillación a una de las partes que puede desembocar en un maltrato en toda regla. No se puede consentir por tanto bajo ningún concepto, que en una relación de pareja una de las partes mande y ordene y otra obedezca sin más.