El ejercer un control excesivo hacia la pareja es algo que convierte a la relación en tóxica, dando lugar a un gran deterioro de la misma. A pesar de ello, son muchas las personas las que a día de hoy controlan hasta la extenuación a la pareja. El control no nace con el fin de hacer daño a la persona amada sino que debe a las inseguridades personales que sufre la persona controladora.
Para evitar dicho control es importante dar con los motivos de tal actitud y tratarlos de una manera eficaz y adecuada. En el siguiente artículo te hablamos de las causas o los motivos por los que se produce dicha necesidad de controlar a la pareja y qué hacer para remediar tal situación.
La necesidad de controlar a la pareja
Son varias las causas o los motivos que pueden llevar a una persona a controlar a su pareja:
- La principal causa de dicho control se debe a un problema grave de inseguridad y de autoestima. Las personas controladoras son bastante débiles en lo que se refiere a su autoestima y carecen de una gran confianza en su persona. Dicha inseguridad se traduce en un poder controlador sobre la pareja que provoca un gran daño a la relación.
- Puede ocurrir que la necesidad de controlar a la pareja se deba a cierta desconfianza que se tiene sobre la misma. Es bastante normal que a raíz de uno o varios episodios de infidelidad, una de las partes de la relación tenga la necesidad de controlar a su pareja.
- La persona que ejerce tal control sobre la pareja puede pensar que tal conducta controladora es la mejor posible a la hora de evitar ciertos problemas y conseguir cierta seguridad en la relación. Sin embargo esta clase de pensamientos tan controladores van a terminar por desgastar el buen devenir de la pareja y poner en serio peligro el vínculo creado entre ambas personas.
Cómo evitar el control sobre la pareja
El control sobre la pareja se ejerce de diferentes maneras y modos: violando el espacio personal e íntimo de la otra persona, manipulando a nivel emocional o reprochando todas sus acciones. Ninguna persona debe tolerar que su pareja le controle continuamente y si ello ocurre es importante buscar soluciones que pongan fin a tal control. Una de las soluciones consiste en acudir a un buen profesional que sepa poner fin a tal problema.
Una de las terapias más eficaces a la hora de tratar el poder controlar dentro de la pareja es la cognitivo-conductual. A través de esta terapia, la persona controladora consigue tratar sus celos patológicos y su falta de confianza en la pareja.
En definitiva, la inseguridad, la baja autoestima y la falta de confianza en la pareja van a desgastar de una manera peligrosa la relación establecida entre dos personas. Si no se llega a tratar la actitud controladora, la cosa puede ir a peor y poner en serio riesgo la relación. Ante ello solo queda solucionar el problema poniéndose en manos de un profesional o poner fin al vínculo amoroso entre las dos personas.