La duración de las relaciones sexuales es un tema que genera gran interés en muchas parejas, y no es para menos. A menudo, los hombres enfrentan desafíos para mantener un control adecuado sobre la eyaculación, lo cual puede generar frustraciones tanto para ellos como para sus parejas. Sin embargo, no todo está perdido. Con ciertas estrategias, como elegir posiciones sexuales específicas y adoptar técnicas efectivas, es posible prolongar el placer y disfrutar de una experiencia mucho más satisfactoria. ¡Descubre cómo lograrlo!
¿Qué rol juegan las posiciones sexuales?
La postura que adoptes durante el acto sexual puede influir significativamente en la duración y nivel de excitación. Muchas posiciones tienen el potencial de incrementar o reducir la sensibilidad del hombre, dependiendo de factores como la profundidad de la penetración, el ritmo y el esfuerzo físico involucrado. Así, elegir sabiamente las posiciones puede convertirse en una herramienta clave para ganar tiempo y extender el disfrute.
Posiciones que ayudan a durar más en la cama
- La vaquera: Esta posición, donde el hombre está tumbado boca arriba y la mujer se sitúa encima, es una de las mejores para prolongar la experiencia. El hombre puede mantener un ritmo cardíaco más bajo, controlar mejor su respiración y relajarse mientras disfruta del panorama visual. Además, la mujer controla el ritmo y la intensidad, permitiendo tiempos de pausa si es necesario. Esta postura también favorece la estimulación del punto G femenino, haciendo que ambos se beneficien enormemente.
- La cucharita: Ambos se tumban de lado, mirando en la misma dirección. Esta posición reduce la intensidad de los movimientos y permite una penetración más superficial, disminuyendo la estimulación excesiva del pene. Al mismo tiempo, es una postura íntima que favorece la conexión emocional.
- El misionero modificado: Aunque el misionero tradicional puede ser una postura que agota rápidamente al hombre, una variante donde la mujer coloca sus piernas menos abiertas ayuda a reducir la profundidad de la penetración, disminuyendo así la sensibilidad masculina sin comprometer el placer mutuo.
- Sentados cara a cara: Esta variante íntima y romántica permite un ritmo más lento y pausado. El hombre se sienta en el borde de la cama o en una silla mientras la mujer rodea su espalda con las piernas. Esto no solo reduce la intensidad del estímulo, sino que también permite disfrutar de caricias y besos.
Posiciones que deberías evitar si deseas durar más
Por el contrario, hay ciertas posturas que podrían acortar considerablemente la duración del encuentro si no se tiene un control adecuado. Algunas de ellas son:
- El estilo perrito: Aunque popular por la profundidad y la estimulación visual, esta postura combina una gran fricción con movimientos rápidos, lo que puede acelerar el orgasmo masculino.
- El misionero tradicional: Si bien cómoda y clásica, esta posición exige un esfuerzo físico significativo y tiende a ser demasiado estimulante para el hombre si se practica sin pausas estratégicas.
Técnicas complementarias para controlar la eyaculación
Además de elegir las posiciones adecuadas, existen otras estrategias que pueden ayudarte a prolongar el momento de la eyaculación:
- Ejercicios de Kegel: Estos ayudan a fortalecer los músculos del suelo pélvico, lo que permite un mayor control sobre la eyaculación. Identifica el músculo pubocoxígeo deteniendo el flujo de orina mientras vas al baño y practica contracciones lentas y rápidas durante el día.
- La técnica de parada-arranque: Consiste en detener la estimulación justo antes de sentir que el clímax es inminente y retomarla una vez que la excitación haya disminuido.
- Usar preservativos con retardantes: Algunos preservativos contienen sustancias como la benzocaína que disminuyen ligeramente la sensibilidad, ayudando a prolongar la experiencia.
- Masturbación como entrenamiento: Practicar la masturbación controlada antes del acto sexual puede facilitar el reconocimiento de los niveles de excitación y el control de ellos.
Factores externos que influyen en la duración
Es importante recordar que, además de las técnicas y posiciones, existen otros elementos que pueden influir en la duración de las relaciones sexuales:
- Estado mental: La ansiedad por el rendimiento puede desencadenar una eyaculación precoz. Practicar técnicas de relajación y mindfulness puede ser de gran ayuda.
- Alimentación: Una dieta rica en alimentos que favorecen la circulación, como el pescado azul, los frutos secos y las espinacas, puede mejorar significativamente el desempeño sexual.
- Ejercicio físico: Mantener una buena condición física favorece el control respiratorio y mejora la resistencia.
Adoptar un enfoque holístico que combine estas estrategias con posiciones adecuadas y técnicas específicas puede marcar la diferencia entre un encuentro sexual bueno y uno verdaderamente memorable. Practica, sé paciente y comunica tus inquietudes con tu pareja para lograr una experiencia satisfactoria para ambos.
El sexo, lejos de ser una competencia, es un momento para disfrutar y conectar con la pareja. Con pequeñas modificaciones y estrategias como estas, alcanzar ese equilibrio perfecto entre duración y placer está al alcance de cualquiera.