La infertilidad es uno de los mayores traumas psicológicos que puede sufrir una persona, hombre o mujer, que desea tener un hijo. Nadie piensa durante su vida que llegado el momento, pueden surgir problemas a la hora de concebir un hijo. Por lo que es algo para lo que no se está preparado. A no ser que durante tu juventud tengas algún indicio o cuestión médica que te haga pensar en ello.
Es por este motivo por el que la sorpresa es más dolorosa si cabe. Porque nunca se está preparado para recibir una noticia similar y por ello no se conoce en qué consiste o que tipos de tratamientos existen para tener hijos cuando hay problemas de fertilidad. Pues bien, lo primero que debes hacer es consultar con especialistas porque cada tratamiento está pensado para determinados casos de infertilidad. Pero si deseas algo de información por adelantado, enseguida te contamos todo lo que debes saber.
Qué se considera infertilidad
La infertilidad está considerada como una enfermedad del aparato reproductor, tanto en el caso del hombre como la mujer. Dicha enfermedad se caracteriza por la imposibilidad de concebir un hijo por medios naturales y para que se diagnostique, debe pasar al menos 12 meses desde que se comienza con la búsqueda o mantener relaciones sexuales sin protección de forma continuada sin haber tenido ningún resultado en cuanto a concepción.
Los tratamientos disponibles para la infertilidad
En la actualidad existen diferentes tipos de tratamiento para la infertilidad y el resultado en la mayoría de los casos es muy satisfactorio. Gracias a las investigaciones y todos los avances científicos, cada vez más parejas con problemas de fertilidad pueden cumplir su sueño de ser padres gracias a la reproducción asistida. En cualquier caso, es imprescindible ponerse en manos de profesionales que determinarán cuáles son las mejores opciones teniendo en cuenta los problemas concretos.
Entre los tratamientos para la infertilidad que existen en la actualidad se encuentran los siguientes. Desde el consumo de determinados medicamentos, hasta la implantación del embrión mediante diversas técnicas de reproducción asistida. También existen tratamientos diseñados específicamente para los hombres, otros para las mujeres y en otros casos se implican a ambos progenitores para el tratamiento de la infertilidad en la pareja.
No obstante, lo más común y el tratamiento que se usa en la mayoría de los casos es la cirugía o el tratamiento a base de fármacos específicos. En lo general, para comenzar con un tratamiento lo primero es descubrir la causa de la infertilidad. Y, en base a ello se trabaja para aumentar la probabilidad de un embarazo. Estos se pueden encontrar en trastornos hormonales o en malformaciones en el aparato reproductor en el caso de la mujer. Por lo que puede ser necesario el tratamiento quirúrgico para tratar la infertilidad.
En cuanto a los tratamientos contra la infertilidad más habituales se encuentran los siguientes:
- La inseminación intrauterina. El tratamiento consiste en extraer esperma sano y colocarlo en el útero de la mujer justo en el momento en el que se produce la ovulación.
- Fecundación in vitro. En este caso se realiza la ovulación mediante técnicas científicas en el laboratorio y se insemina el embrión ya fecundado en el útero. Para ello se extraen óvulos de los ovarios femeninos y espermatozoides masculinos que se fecundan artificialmente en el laboratorio.
Para decidir cuál es el mejor tratamiento o el más apropiado en cada caso, es fundamental hablar abiertamente con los médicos. Pregunta todo lo que necesites saber, habla sobre probabilidades de éxito, efectos secundarios o de cualquier cosa que te preocupe. Antes de iniciar un tratamiento de fertilidad es fundamental tener la seguridad de saber por qué pasa y qué es lo que se va a hacer para conseguir el embarazo.
Aunque suene a tópico, el embarazo tiene un importante componente emocional y el estrés es un factor que dificulta que el cuerpo trabaje con normalidad. Tanto si tus dudas son porque te está costando quedar embarazada y no sabes la razón, como si ya te han confirmado que tienes problemas de infertilidad, tu actitud es fundamental. Acude a un especialista en salud mental para que te ayude a gestionar la situación de forma positiva y abierta.