Los abuelos son personas imprescindibles en la vida de cualquier niño. Su presencia en la vida de los pequeños aportará muchos valores y un cariño incondicional difícil de encontrar de otro modo. Por este motivo, la vinculación emocional con los abuelos es esencial para. El desarrollo emocional de los niños, pero también de sus mayores.
Los abuelos son el segundo círculo afectivo
Aunque los abuelos y los nietos a menudo pueden tener un acercamiento mutuo, los abuelos pueden tener un mayor grado de cercanía que la generación más joven. Eso es natural. Cuando las familias trabajan como deberían, los niños son los más cercanos a sus padres y hermanos.
Los abuelos generalmente ocupan su segundo círculo o segundo nivel de proximidad emocional. A medida que los niños crecen, sus círculos se agrandan y sus compañeros adquieren una importancia vital para ellos. Los abuelos pueden ser desplazados aún más.
Los abuelos, por otro lado, a menudo viven en un mundo de círculos cada vez más pequeños, ya que sus iguales y parientes mayores mueren, se alejan o sufren graves problemas de salud. Sus hijos y nietos pueden llegar a ocupar un espacio más grande en sus vidas en lugar de ser más pequeños. Lo que es importante, sin embargo, es que los abuelos que se desarrollan establezcan vínculos emocionales tempranos con sus nietos porque así es cómo esos vínculos durarán para siempre. Dichos vínculos usualmente sobreviven al paso de los años y a los muchos cambios que atraviesan ambas generaciones.
Los valores de los abuelos
Para trabajar el vínculo afectivo es importante que los nietos y los abuelos tengan proximidad emocional desde que los niños son pequeños. No es necesario que el vínculo emocional sea gracias a la distancia física, gracias a las nuevas tecnologías las distancia física no tiene que ser un problema para que exista proximidad emocional.
Los abuelos pueden hacer videollamadas con sus nietos y hablar sobre cosas que le interesen a sus nietos. Aprovechar las vacaciones o los días de fiesta para coordinar visitas también es una opción acertada.
Los nietos a menudo obtienen sus primeros valores de sus padres, pero también de sus abuelos. A medida que maduran, sin embargo, es más probable que desarrollen su propio conjunto de valores. Las familias están más cerca cuando comparten valores, pero pocas familias estarán en total acuerdo con esto.
A veces se genera una brecha generacional cuando las generaciones más jóvenes encuentran que las generaciones anteriores carecen de tolerancia social e incluso son propensas a la hipocresía. Los abuelos no deberían abandonar sus valores y estándares, pero la disposición a escuchar a la generación más joven puede recorrer un largo camino, y es necesario hacerlo. Los abuelos deben tener coherencia entre sus palabras y sus acciones para infundir respeto en sus nietos desde siempre.
Una familia donde los nietos pueden disfrutar de sus abuelos será una familia llena de amor incondicional, donde el cariño será una forma de comunicación imprescindible para cada. Uno de sus miembros.