El rotavirus es uno de los virus más frecuentes durante la etapa de la infancia. Provoca un cuadro importante de gastroenteritis en el niño y si no se trata a tiempo, puede causar graves problemas en la salud del pequeño.
Para evitarlo es importante el vacunar al lactante y prevenir de esta manera que pueda llegar a infectarse de tal virus.
En qué consiste el rotavirus
Como ya te hemos indicado antes, el rotavirus es un virus que afecta al tránsito intestinal y que suele causar fuertes diarreas y vómitos al niño. El peligro de tales síntomas es el hecho de que el pequeño se pueda llegar a deshidratar. Es tan grave este tipo de virus que en los países subdesarrollados llega a causar una muerte importante de niños. De ahí la importancia de vacunar a los bebés desde que son pequeños.
Hay otra serie de síntomas aparte de las citadas diarreas y vómitos como es el caso del dolor de estómago y la fiebre. Como regla general el virus suele durar entre 4 y 8 días.
Cómo se transmite el rotavirus
El rotavirus es un tipo d virus que se transmite con gran facilidad y rapidez entre los niños. La transmisión que se produce es del tipo fecal oral, es decir el virus se encuentra en las heces del pequeño y se termina transmitiendo a través de la suciedad de las manos. De ahí que sea bastante importante el mantener una buena higiene en las manos.
La vacuna del rotavirus
Las autoridades aconsejan que todos los lactantes estén vacunados frente al virus del rotavirus. En caso contrario, hay un alto riesgo de puedan contraer tal virus con el peligro que ello conlleva para la salud del pequeño. Es bastante normal que la gastroenteritis contraída por tal infección pueda causar una deshidratación del niño.
El problema de este tipo de vacuna es el hecho de que no está financiada por el Gobierno. Ello provoca que muchas familias opten por no ponérsela a su hijo debido a su alto precio.
La vacuna del rotavirus se administra por vía oral. Los expertos aconsejan ponerla en la vacuna de los dos meses o antes de las dos semanas del bebé.
Efectos secundarios de la vacuna
Hay una serie de efectos secundarios que puede sufrir el bebé al que se le pone la vacuna: estado febril moderado, vómitos y diarreas. Se trata de efectos secundarios normales de las vacunas por lo que los padres no deben preocuparse en ningún momento.
Algunas de las contraindicaciones de la vacuna
Hay una serie de contraindicaciones que los padres deben tener en cuenta:
- No se debe poner en el caso de que el niño tenga alergia a algunos de los componentes de la vacuna.
- Tampoco se debe administrar si el bebé sufre algún tipo de problema intestinal que pueda agravarse.
- Si el niño tiene una afección gastrointestinal o tiene fiebre es importante el aplazar la vacuna para cuando el niño esté totalmente recuperado.
En definitiva, el rotavirus es una clase de virus muy peligroso para los bebés y los niños de corta edad. De ahí la gran importancia de que los padres vacunen a sus hijos frente al rotavirus.