La punta le da vida al talón, los pies se van moviendo poco a poco y, como si fueran unas bailarinas perfectamente acopladas, van siguiendo la misma huella que imponen sus pasos. Al caminar las mujeres, un solo sonido se escucha: el de los tacones. Desde que se inventaron, hasta nuestros días, han sido los mejores aliados de una dama.
“No sé quién inventó los zapatos de tacón, pero nosotras las mujeres le debemos mucho”. Marilyn Monroe
Tac, tac, tac, el eco de los tacones se escucha por todas las calles y avenidas. Resuena hasta seducir al más ingenuo o menos precavido, pues además del sonido, el llevar puestos unos tacones es considerado símbolo de femineidad, realce de la belleza y expresión de sensualidad que toda mujer anhela y consigue con este tipo de zapatos puestos.
Desde su invención hasta la actualidad, las mujeres definen a los tacones como un arma garantizada para conquistar miradas. Sin embargo, hay quienes reaccionan en contra de estos zapatos, que en principio solo buscaban elevar de estatura (en todos los sentidos) a las personas que los utilizaban.
Hoy se eleva algo más que centímetros corporales. No importa el color, tamaño o material, los tacones siempre lucen a aquellas personas que los llevan, bien sea para estar a la moda o simplemente para exhibirlos. Seguridad, señorío y armonía son algunas de las ventajas de este milenario invento.
Un vistazo histórico: ¿cómo empezaron?
La historia de los tacones se inicia en castillos de reinas y príncipes, quienes, azules o no, optaron por esta maravilla que les ofrecía la moda como novedad. Las páginas amarillas de los libros cuentan que a la primera persona a la cual le vieron unos tacones fue a Catalina de Médicis, una aristócrata florentina del siglo XVI. Menuda y bajita, necesitaba buscar una manera de destacar el día de su boda con Enrique II de Francia.
No obstante, los hombres fueron los primeros en llevar este tipo de calzado. En el siglo XVI, los jinetes persas usaban botas con un pequeño tacón, diseñado para ayudarlos a asegurar los pies en los estribos y tener mayor estabilidad al montar a caballo. Este diseño funcional fue adoptado por las cortes europeas tras la llegada de emisarios persas al continente.
En Francia, para el siglo XVII, este calzado adquirió otro significado social cuando el Rey Luis XIV convirtió los tacones rojos en un símbolo de distinción. Solo las personas con títulos nobiliarios podían usar este color, consolidándose como un emblema de poder y estatus.
La evolución del tacón a lo largo de los siglos
- Siglo XVIII: El auge de los tacones llevó al desarrollo de estilos más elaborados con decoraciones de pedrería y brocados. Sin embargo, la Revolución Francesa trajo consigo el rechazo a los tacones, al considerarse un símbolo de la opulencia de la monarquía.
- Siglo XIX: Durante la era victoriana, los tacones comenzaron a asociarse con la feminidad. Modelos más estilizados surgieron para complementar las curvas y la postura femenina.
- Siglo XX: Diseñadores como Salvatore Ferragamo y Christian Dior revolucionaron el calzado con el tacón de aguja, símbolo de sensualidad y elegancia.
Un calzado con impacto cultural
A lo largo de la historia, los tacones no solo han sido un complemento de moda, sino también un símbolo cultural. En el mundo del espectáculo, estrellas como Marilyn Monroe y Sarah Jessica Parker consolidaron la idea de los tacones como un sinónimo de glamour y feminidad.
En Japón, las geishas utilizaban zapatos de plataforma llamados okobo como parte de su atuendo. En Europa, los chopines venecianos, plataformas que podían alcanzar hasta 20 centímetros, eran una declaración de estatus social.
En la actualidad, los tacones han trascendido el género y se han convertido en un elemento de inclusión y diversidad. Diseñadores como Christian Louboutin y Manolo Blahnik han transformado estos zapatos en verdaderas obras de arte, buscadas tanto por mujeres como por hombres.
Problemas de comodidad y su evolución moderna
Históricamente, los tacones han sido criticados por su falta de comodidad. Sin embargo, la industria del calzado ha trabajado en tecnologías para mejorar la ergonomía y reducir el impacto en la salud.
Hoy, también se prioriza el diseño inclusivo, con opciones que permiten disfrutar de la estética sin sacrificar el confort. Las colecciones modernas incluyen plataformas y tacones más bajos como alternativas a los clásicos stilettos.
Con su legado histórico y su evolución tecnológica, los tacones continúan siendo un símbolo de estilo y empoderamiento en la moda contemporánea.