Hepatitis infantil: causas, síntomas, diagnóstico y prevención

  • La hepatitis en niños puede ser causada por infecciones virales, medicamentos o trastornos autoinmunes.
  • Entre los síntomas más comunes destacan la ictericia, fatiga, cambios en el color de la orina y las heces, y malestar general.
  • Las medidas preventivas incluyen vacunación, higiene adecuada y el consumo de agua potable y alimentos seguros.
  • El diagnóstico temprano y el tratamiento adecuado son claves para evitar complicaciones graves como la hepatitis crónica o la insuficiencia hepática.

Síntomas de hepatitis en niños

La hepatitis es una afección que origina la inflamación del hígado, un órgano vital para la depuración de toxinas en el organismo y diversas funciones esenciales. Aunque generalmente se asocia a los adultos, los niños también pueden estar en riesgo, como demuestran los cinco casos recientemente identificados en España. En este artículo, exploraremos en detalle las causas, los síntomas, el diagnóstico, el tratamiento y las medidas de prevención de la hepatitis en niños.

Causas de la hepatitis en niños

La hepatitis en niños puede originarse por diversas causas. La primera y más habitual es la infección por virus hepatotrópicos, como los virus de la hepatitis A, B, C, D y E. Entre ellos, el virus de la hepatitis A es el más común en la población infantil debido a su facilidad de transmisión fecal-oral. Por otro lado, también pueden surgir infecciones por otros microorganismos, como el adenovirus, citomegalovirus o el virus de Epstein-Barr, todos ellos capaces de desencadenar la enfermedad.

Otras causas incluyen:

  • Consumo de medicamentos: el uso prolongado o no controlado de ciertos fármacos puede dañar el hígado.
  • Trastornos autoinmunes: enfermedades como la hepatitis autoinmune, en la que el sistema inmunitario ataca al propio hígado, generando inflamación.
  • Fallas metabólicas: ciertos desórdenes metabólicos hereditarios, como la enfermedad de Wilson, afectan gravemente la salud hepática.
  • Factores ambientales: la exposición a toxinas, productos químicos, alcohol (aunque raro en niños), o agua contaminada puede inflamar el hígado.

Diagnóstico de hepatitis

¿Cuáles son los síntomas de la hepatitis en los niños?

La hepatitis en niños puede ser asintomática, especialmente en las etapas iniciales. Sin embargo, en los casos más severos o avanzados, los síntomas más frecuentes incluyen:

  • Fiebre, cansancio y sensación de malestar: el niño puede mostrarse más fatigado de lo habitual y con falta de energía.
  • Coloración amarillenta de la piel y mucosas (ictericia): ocurre por acumulación de bilirrubina en el torrente sanguíneo.
  • Orina oscura y heces claras: cambios notables en el color de las excreciones pueden indicar problemas hepáticos.
  • Síntomas gastrointestinales: vómitos, diarrea constante y pérdida del apetito.
  • Dolor abdominal: localizado en la parte superior derecha, donde se encuentra el hígado.

Es importante señalar que si no se trata a tiempo, la hepatitis puede cronificarse, convirtiéndose en una hepatitis crónica, lo que incrementa el riesgo de insuficiencia hepática o cáncer de hígado a largo plazo.

Diagnóstico de la hepatitis en niños

Detectar la hepatitis infantil a tiempo es fundamental para evitar complicaciones. El diagnóstico se realiza a partir de:

  • Exploración física: el pediatra evalúa los signos clínicos como ictericia, cansancio, coloración de las heces y otros síntomas.
  • Análisis de sangre: se revisan los niveles de transaminasas (enzimas hepáticas), bilirrubina, marcadores específicos para los virus de la hepatitis, entre otros indicadores.
  • Ultrasonido abdominal: esta técnica permite evaluar el tamaño del hígado y la presencia de daños o inflamaciones.
  • Biopsia hepática: en casos más graves o cuando existe una sospecha específica, se extrae una muestra del tejido hepático para su análisis microscópico.

Tratamiento de la hepatitis en niños

El tratamiento para la hepatitis infantil varía dependiendo de la causa:

  • Hepatitis viral: en el caso de la hepatitis A, generalmente se recomienda reposo, hidratación y una dieta balanceada, ya que suele resolverse espontáneamente. Para los tipos B y C, pueden emplearse antivirales u otros tratamientos específicos según el grado de afectación.
  • Hepatitis autoinmune: se recetan medicamentos inmunodepresores, como los corticoides y azatioprina, para evitar que el sistema inmunológico ataque el hígado.
  • Hepatitis inducida por medicamentos o tóxica: el tratamiento básico consiste en retirar el factor desencadenante de la enfermedad, junto a terapias de soporte hepático.

En casos graves, donde se detecta insuficiencia hepática avanzada, puede ser necesario un trasplante de hígado para garantizar la supervivencia del paciente.

Causas de la hepatitis en niños

Prevención de la hepatitis en niños

La vacunación es una herramienta esencial para prevenir varios tipos de hepatitis. Entre las medidas de prevención más efectivas destacan:

  • Vacunación infantil: el calendario de vacunación infantil incluye vacunas para la hepatitis A y B.
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  • Higiene adecuada: lavar las manos frecuentemente con agua y jabón, especialmente antes de comer, después de usar el baño o tras cambiar pañales.
  • Evitar el uso compartido de objetos personales: como cepillos de dientes, tijeras o utensilios que puedan entrar en contacto con sangre.
  • Consumo de agua potable y alimentos seguros: evitar mariscos crudos, alimentos mal cocidos o agua no tratada que pueda estar contaminada.

Adicionalmente, enseñar a los niños sobre la importancia de mantener prácticas saludables, como no compartir agujas y protegerse durante actividades de riesgo, será clave para disminuir cualquier posibilidad de contagio en el futuro.

La hepatitis es una enfermedad que, aunque poco frecuente en niños, no debe tomarse a la ligera. Gracias a los avances médicos, las vacunas y las medidas higiénicas, es posible prevenirla en gran medida. Sin embargo, es esencial que los padres estén informados y consulten con profesionales de la salud ante cualquier síntoma o duda para garantizar el bienestar de sus hijos.


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