¿La gimnasia facial funciona?

Gestos como el ceño fruncido, ojos hinchados, mandíbula rígida cuando estás nerviosa, o caras tristes y tensas hacen que nuestro rostro se vea tenso y arrugado, y esto sucede porque por dentro estamos nerviosas, intranquilas o sin rumbo. Esto hace que esos sentimientos se expresen hacia afuera en forma de mala cara, ojeras, arrugas o piel apagada.

Para tener una mejor cara y olvidarnos de esos feos gestos, muchas veces una crema o un sérum no son suficientes ni funcionan por si solos. Necesitan un plus, y hoy os quiero hablar de uno de mis últimos descubrimientos: La gimnasia facial, que junto con la nueva gama de productos masajeadores que muchas marcas están lanzando, se han convertido en un must para conseguir tener un rostros más flexible y con más luminosidad.

Tanto las arrugas como los rasgos faciales que toman esas formas que no te gustan, lo hacen por repetición. Así que, cuantas menos veces hagas aquello que te saca de quicio, mejor. ¿Cómo? Párate, y respira tres veces profundamente para calmarte antes de arrugar tus facciones, o sonríe colocando un lápiz en la boca y sujetándolo con los dientes durante un minuto. De esta forma, conseguiremos poner en marca los mecanismos neurológicos de la sonrisa de manera natural y a la misma vez, calmaremos nuestra ansiedad.

Las arrugas de la piel son ese algo indescriptible que procede del alma. (Simone de Beauvour).

Nuestra gran preocupación, las arrugas

Existen dos tipos de arrugas, las horizontales y las verticales.

Las arrugas horizonales hacen que nuestro rostro se vea envejecido. Aparecen por sonreír, por asombrarse, por gesticular o por demostrar el estado de sorpresa o alegría. Se sitúan y se quedan perennes alrededor de los ojos o en nuestra frente. Sin embargo, las arrugas verticales se marcan a lo largo de la cara al fruncir el ceño o al apretar los labios. “Las sonrisas acompañadas de patas de gallo en el contorno de los ojos son siempre percibidas como más auténticas y espontáneas que las que están libres de líneas de expresión. Incluso se relacionan con personas atractivas e inteligentes y se conciben como metáforas de la experiencia”, por eso, las patas de gallo aparecen en personas que son más felices y genuinas.

¿Qué hacer para disminuir las arrugas?

AL igual que otros músculos, los de nuestro rostro, se contraen, acumulan tensión y modifican la expresión de las facciones. ¿Cómo podemos recuperar esa relajación? Con la gimnasia facial. ¡Empezamos!

  • Para deshinchar los ojos. Drena la parte del contorno de ojos con ligeras presiones circulares con la yema de los dedos, desde dentro hacia afuera. Sigue por la zona del entrecejo y las sienes. Verás como la cara se empieza a relajar.
  • Suaviza la zona del ceño. Cierra los ojos y coloca la base de tu palme de la mano bajo el entrecejo. Ve presionando ligeramente y subiendo poco a poco hasta llegar a la raíz del pelo. Repite dos veces.
  • Para aliviar la tensión. Deja tu boca entreabierta y la mandíbula relajada. Después masajea en círculos y aplica un poco de presión desde alante hasta atrás. Justo después, resopla dejando que los labios vibren durante varios segundos.

¿Cómo hacerte un automasaje facial

Pon tres gotas de aceite facial en las palmas de tus manos y frótalas suavemente. De esta forma se calentará. Después, cierra los ojos y acerca las palmas de las manos a tu nariz. Haz tres inspiraciones profundas para absorber el aroma. Presiona tu rostro con las palmas de las manos y ve arrastrándolas desde el centro de tu rostro hacia afuera haciendo ligeras pausas.

Con la ayuda de tus yemas de los dedos, ve masajeando la cara durante un minuto, desde la zona T hasta el contorno, siempre con suaves movimientos circulares.

Incide en reactivar tu óvalo, para ello, ve haciendo pinza con los dedos índice y corazón, pellizcando en la zona de la mandíbula desde la barbilla hasta la oreja. Repite 6 veces.

Ahora para evitar la flacidez, coloca las yemas de tus pulgares debajo del hueso del pómulo con las palmas hacia afuera. Ve presionando con firmeza hacia arriba. Repite 3 veces desde la nariz hasta las orejas.

Para suavizar las arrugas de la frente, pon tus yemas de los dedos de ambas manos sobre el entrecejo. Haciendo una presión firme, ve hacia arriba y hacia los lados. Repite 6 veces.

Para que el escote no sea el gran olvidado, pon las palmas de ambas manos extendidas, desde el hombro izquierdo hacia el derecho. Repite 3 veces.

Ahora ya puedes hacerte el automasaje facial perfecto.


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