Todo sobre la depresión: Causas, consecuencias y consejos

Depresión

Entendemos por depresión un trastorno psicológico que se caracteriza por la aparición de un estado emocional dominado por la tristeza, el pesimismo y el desinterés por todo lo que rodea al individuo. Son muchas las personas que en algún momento de su vida sufren un estado depresivo. Si éste se prolonga o se manifiesta con tal intensidad que interfiere las actividades normales del afectado, se considera patológico.

Aunque la depresión se da en ambos sexos, es más frecuente en las mujeres, sobre todo si no trabajan fuera de casa y se ven relegadas al cuidado de los hijos y a las labores domésticas. Estas mujeres pasan la mayor parte del día sin poder hablar con ningún confidente válido y no pueden comentar con nadie los problemas que se les presentan a lo largo del día. Aunque esto sucedía más hace años, cuando eran pocas las mujeres que trabajan fuera del hogar, aún hoy sigue sucediendo más de lo que nos gustaría, también por la situación de desempleo tan grave que sufren muchos países.

Por lo general, la depresión se suele desencadenar por un problema concreto, conocido por quien la padece, pero en algunos casos aparece sin motivo aparente ni específico. En cuanto a la edad de presentación, hay dos períodos de la vida en los que existe mayor tendencia a la depresión. Uno abarca desde los veinte a los cuarenta y cinco años, con una mayor incidencia hacia los cuarenta. A esa edad, el individuo suele hacer una revisión y valoración de lo que ha hecho durante su vida. En muchas ocasiones, el no haber alcanzado las metas fijadas en la juventud y no haber podido alcanzar el nivel socioeconómico deseado lleva a un estado de depresión que por lo común desaparece cuando el individuo logra fijarse nuevos objetivos.

El segundo período corresponde a la edad de la jubilación, época en que coincide con la pérdida de facultades físicas y psíquicas del individuo y con el mayor número de fallecimientos de seres queridos (hablando en términos generales). El sentimiento de «inutilidad social» y el malestar ocasionado por los trastornos típicos del envejecimiento producen depresión en la mayoría de los casos.

Causas y manifestaciones de la depresión

Son causas de depresión la pérdida de un ser querido, la falta de comunicación de los problemas económicos, otros problemas familiares, el envejecimiento y la pérdida del trabajo aunque ésta es muchas veces consecuencia también del estado depresivo.

La depresión se puede manifestar de las siguientes formas:

  • Tristeza y llantos frecuentes.
  • Manifiesta falta de interés por las actividades normales y rutinarias.
  • Acentuado pesimismo.
  • Bajo rendimiento y absentismo laboral.
  • Pérdida de apetito y adelgazamiento.
  • Incapacidad de resolver los problemas y las dificultades que se le plantean.
  • Insomnio.
  • Variaciones en el carácter. Por lo general, el estado anímico es muy malo por las mañanas, pues existe ese temor y reticencia a afrontar un nuevo día. Sin embargo, va mejorando con el transcurso de las horas.

Consecuencias de la depresión

En muchos casos, la persona afectada por una depresión no la sabe reconocer como tal y consulta al médico por la aparición de algún trastorno orgánico que no es sino una consecuencia de aquella. La traducción orgánica de la depresión (su proceso de somatización) da lugar a las siguientes alteraciones físicas:

  • Sensación continua de cansancio.
  • Dificultad para conciliar el sueño.
  • Dolores de cabeza.
  • Dolores musculares.
  • Lumbalgias y dolor en los dorsales.
  • Mareos y vértigos.
  • Trastornos digestivos.
  • Dolores abdominales.
  • Palpitaciones y dolor opresivo en el pecho.

¿Qué consejos podemos seguir si tenemos depresión o si alguien cercano la padece?

En primer lugar, hay que tener en cuenta que la persona deprimida influye de una forma especial sobre su entorno familiar. Se han dado casos en que la depresión de uno solo de los miembros de la familia ha llegado a afectar, con el paso del tiempo, a todos o casi todos sus integrantes. Por otro lado, es precisamente la familia la que puede incidir de modo más favorable sobre el deprimido, actuando de la siguiente forma:

  1. Ayúdale a reconocer y analizar el problema que le aflige, y buscar conjuntamente las soluciones al mismo.
  2. Estimúlale para que realice sus actividades con normalidad, sin que los sienta como una obligación, sino más bien, como un entretenimiento.
  3. No deje que la persona se encierre en sí mismo, fomentando sus salidas y las visitas a sus amigos y parientes.
  4. En caso de que se trate de un ama de casa, se debe intentar que busque tiempo también para sí misma.

La depresión es una enfermedad que no debemos tratar tan a la ligera.


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