Las emisiones están alcanzando a nivel mundial unos niveles sin precedentes que parece que aún no han llegado a su cota máxima. Las temperaturas están subiendo; las temperaturas invernales del Ártico han aumentado 3 °C desde 1990. El impacto del cambio climático es evidente como también lo son las consecuencias en la salud de las personas.
Grandes líderes se reúnen hoy en Nueva York para celebrar una nueva Cumbre sobre Acción Climática. Una cumbre a la que el Secretario General de la ONU, António Guterres, ha pedido que se acuda con planes concretos. ¿Qué planes presentará cada líder para mejorar sus contribuciones concretas a nivel nacional para 2020? El objetivo es reducir las emisiones de gases de efecto invernadero un 45 % en los próximos diez años y a cero para 2050. ¿Están los gobernantes suficientemente comprometidos para lograrlo? ¿Y nosotros?
Objetivo de la cumbre
La Cumbre sobre Acción Climática reunirá hoy en Nueva York a gobiernos, sector privado, sociedad civil y otras organizaciones internacionales con el fin de desarrollar soluciones que tengan el mayor impacto posible en la economía real. Para ello El Secretario General de la ONU ha priorizado seis carteras de acción con un alto potencial para frenar las emisiones de gases de efecto invernadero y para la adaptación y la resiliencia:
- Finanzas: movilización de fuentes de financiación públicas y privadas para impulsar la descarbonización de todos los sectores prioritarios.
- Transición energética: aceleración del cambio de combustibles fósiles hacia la energía renovable, además de la obtención de considerables ganancias en eficiencia energética.
- Transición industrial: transformación de industrias como la petrolera, siderúrgica, química, cementera, del gas o de la tecnología de la información.
- Medidas basadas en la naturaleza: reducción de emisiones, incremento de la capacidad de absorción y mejora de la resiliencia en silvicultura, agricultura, océanos y sistemas alimentarios, incluidos en la conservación de la biodiversidad, el impulso de cadenas de suministros y tecnología.
- Acción local y en ciudades: avance de la mitigación y la resiliencia a nivel urbano y local, con un foco de especial atención en nuevos compromisos sobre edificios de bajas emisiones, transporte público e infraestructura urbana, y resiliencia para las personas pobres y vulnerables.
- Resiliencia y adaptación: fomento de los esfuerzos globales para abordar y gestionar los impactos y riesgos del cambio climático, particularmente en las comunidades y naciones más vulnerables.
Además se trabajará en esta cumbre sobre Acción Climática en otras tres áreas adicionales: estrategia de mitigación, compromiso de la juventud y movilización pública e impulsores sociales y políticos. Avanzar en los compromisos que afectan al bienestar de la población e implicar a esta para que actúe contra el cambio climático serán claves.
La cumbre paralela
La cumbre pretende movilizar a las personas de todo el mundo para que actúen contra el cambio climático y asegurar que las personas jóvenes estén integradas y representadas en todos los aspectos de la Cumbre, incluidas las seis áreas de transformación.
Son estos jóvenes los que en el último año han dado ejemplo al mundo con sus movilizaciones en todo el mundo. Y los que en paralelo y durante este pasado fin de semana han sido protagonistas de la Cumbre de la Juventud. Una cumbre de carácter intergeneracional, que ha reunido a jóvenes activistas, innovadores, emprendedores y comprometidos en la lucha contra el cambio climático.
Grata Thunberg y la española Patricia Ramos
Una de las máximas inspiradoras, Greta Thunberg, llego hace unos días a Nueva York para participar en la cumbre. Y también lo ha hecho la española Patricia Ramos, como una de las 500 personas seleccionadas con su candidatura en apoyo de Plan International. Esta quiere a través de su participación que los máximos representantes mundiales sepan que los jóvenes, y en especial las chicas, son las que están liderando el movimiento contra el cambio climático, a pesar de ser uno de los grupos más vulnerables a sus efectos.
«El cambio climático nos está afectando más a nosotras. Se calcula que las mujeres y niñas de todo el mundo invierten 200 millones de euros al día buscando agua. Además, la cuando las familias tienen menos recursos, muchas veces sacan a las niñas del colegio y organizan su matrimonio para recibir el pago de la dote. Durante los desastres, ellas corren más riesgo de sufrir violencia, física y sexual. Por eso, necesitamos que los gobiernos se comprometan a adoptar medidas contra el cambio climático que nos incluyan, para tener en cuenta nuestras necesidades específicas y también nuestra capacidad de ser agentes de cambio a través de la concienciación y la movilización en nuestras comunidades”. Expresaba Patricia Ramos poco antes de ciajar a la Cumbre.