Este verano, al igual que los anteriores, nos enfrentaremos a las temidas olas de calor. No todos tenemos la posibilidad de disfrutar de una piscina para refrescarnos, pero si tienes un jardín, puedes instalar una ducha en el exterior y combatir el calor de una forma divertida y práctica. Además, no solo es una solución refrescante, sino que también ofrece múltiples beneficios.
¿Por qué instalar una ducha en el jardín?
Instalar una ducha en el jardín no solo es una opción práctica para combatir el calor, sino que también aporta numerosas ventajas. Aquí te damos cuatro razones principales para considerar esta instalación:
- Para quienes tienen piscina: Una ducha es ideal para aclimatarte antes de entrar al agua, eliminar el cloro al salir y mantener el agua de tu piscina más limpia al enjuagarte previamente.
- Mantener la casa limpia: Si pasas tiempo trabajando en la huerta o regresas de la playa, una ducha exterior te permite eliminar la arena y la suciedad antes de entrar a tu hogar.
- Bañar a tus mascotas: Una ducha en el jardín facilita la limpieza de tus perros, sobre todo si son grandes o si han estado jugando en el barro.
- Refrescarte al aire libre: Ya sea mientras tomas el sol, lees un libro o realizas actividades con niños, siempre tendrás la opción de enfriarte sin entrar a casa.
¿Dónde instalar la ducha?
Elegir la ubicación ideal para instalar una ducha en el jardín es crucial. Esta decisión no solo afecta el presupuesto de instalación, sino también el nivel de comodidad y funcionalidad que obtendrás de tu nueva ducha.
- Lo más económico y práctico es aprovechar una pared exterior de la casa, ya que así se puede conectar fácilmente al sistema de agua existente.
- Si decides instalarla lejos de la vivienda para crear un rincón más íntimo, necesitarás planificar el acceso a las tomas de agua y un sistema de drenaje adecuado. Aunque esta opción puede requerir más obras, la estética y funcionalidad mejoradas pueden valer el esfuerzo.
Además, si eliges una ducha solar, es vital colocarla en un lugar con abundante luz solar directa para maximizar su eficiencia.
El diseño de tu ducha exterior
Una vez que tengas clara la ubicación, es hora de pensar en el diseño y los materiales. Este apartado es clave para personalizar tu ducha de jardín y lograr que se integre perfectamente con el paisaje.
Materiales duraderos y resistentes
Al tratarse de una instalación al aire libre, los materiales deben ser resistentes a la intemperie y a las condiciones climáticas de tu zona. Algunas opciones populares incluyen:
- Cerámica: Es una solución fácil de limpiar y de bajo mantenimiento, ideal para zonas húmedas.
- Piedra y hormigón: Materiales robustos y estéticamente atractivos, aunque pueden requerir un sellado adicional para mantener su durabilidad.
- Madera tratada: Si buscas un toque cálido y natural, elige maderas exóticas como la teca, que resisten mejor la humedad.
Suelo seguro y funcional
El suelo debe ser antideslizante y permitir el drenaje del agua. Algunos ejemplos son:
- Plataformas de madera: Ideales para un acabado rústico, aunque requieren mayor mantenimiento.
- Suelo cerámico: Resistente y fácil de limpiar.
- Grava o piedras grandes: Ofrecen un buen drenaje y son cómodas al tacto, pero deben colocarse con cuidado para evitar resbalones.
Accesorios esenciales
No olvides incluir elementos funcionales y decorativos para completar tu ducha:
- Un perchero o taburete para colocar toallas y ropa.
- Espejos o nichos para almacenar productos como jabones o cepillos.
- Plantas tropicales como helechos o costillas de Adán, perfectas para un ambiente más natural y privado. Consulta más ideas en este enlace.
Tipos de duchas exteriores
Hoy en día, el mercado ofrece una gran variedad de duchas para exteriores que se adaptan a diferentes necesidades y presupuestos. A continuación, te detallamos las principales categorías para que elijas la que mejor se ajuste a tus requerimientos:
- Duchas solares: Estas duchas utilizan energía solar para calentar el agua. Son perfectas para quienes desean una solución ecológica. Cuentan con tanques de 20 a 70 litros dependiendo del modelo.
- Duchas desmontables: Son ligeras, portátiles y fáciles de instalar. Solo necesitas conectarlas a una manguera de jardín.
- Duchas fijas: Estas requieren una instalación más compleja, pero se integran mejor al diseño del jardín.
Invertir en una ducha exterior no solo añade un toque especial a tu jardín, sino que también mejora tu calidad de vida durante los meses más calurosos. Con tantas opciones y posibilidades de personalización, puedes crear un rincón único y funcional que toda la familia disfrutará durante mucho tiempo.