Decorar el dormitorio es importante para lograr vernos reflejados en esa estancia, crear un lugar acogedor y de descanso para el final del día, pero también un sitio donde poder disfrutar leyendo o relajarnos.
Vamos a daros ideas para conseguir decorar el dormitorio conforme a nuestros gustos, que sea funcional, cubra nuestras necesidades y luzca bonito.
Ideas para decorar el dormitorio
Lo principal a la hora de decorar el dormitorio es que sea cómodo, funcional y bonito (a nuestro gusto). Si no sabemos muy bien por donde empezar, lo primero que podemos hacer es mirar las dimensiones de nuestra habitación. Si la habitación está vacía o vamos a amueblarla desde el principio, debemos escoger una cama adecuada a nosotros, un armario espacioso y a partir de ahí escoger los demás muebles: mesitas, cómoda, sillas, butacas, banca al pie de la cama… Los muebles mejor escogerlos de tonos naturales, madera, blanco o de colores como el verde o menta suave. Dependerá también del color que vamos a poner en las paredes. Lo importante es coger ideas pero aplicar nuestros gustos, desde el color a los muebles.
El color para decorar el dormitorio
Los colores lavanda y menta suave son ideales para los dormitorios porque ayudan a fomentar el descanso y la relajación. Estos dos colores se encuentran dentro de lo que se denomina colores serenos y cualquiera de ellos es ideal para una zona de descanso.
Podemos combinar varias paredes de diferentes colores. Por ejemplo la de la cabecera de la cama de un color un poco más fuerte o de un papel decorativo y el resto de un color más suave que nos de luminosidad.
Los colores también pueden hacer que las habitaciones parezcan más grandes o pequeñas, por ello, debemos tener en cuenta las dimensiones de nuestra habitación antes de pintar. Por ejemplo, si pintamos dos paredes enfrentadas de un color más oscuro haremos que esas dos pareces parezca que se van para el frente pero la del fondo se alargue, dando sensación de habitación más larga y menos ancha.
Ropa de cama, cortinas y alfombras
Tenemos el color y los muebles. Para empezar a decorar debemos vestir nuestra habitación. Podremos una colcha donde reinen los colores blancos o suaves pero también tonos a juego de la habitación. En los cojines podemos arriesgar con tonos más subidos y combinar formas. En la parte de los pies podemos poner una manta o sobre colcha para darle un toque más especial a la cama.
Si nos fijamos en las tres imágenes de abajo, la fotografía central es más relajante y serena con colores que van en la misma paleta decorativa. La de la derecha añade más tintes de color y la primera no resulta relajante aunque puede ser ideal para personas donde abunda la creatividad y buscan más que relajación en su habitación.
Las alfombras son un elemento clave también, podemos poner una pequeña a cada lado de la cama (lo ideal es que ocupen un largo que vaya desde la mesita de noche a los pies de la cama. O podemos poner una grande que ocupe toda la parte baja de la cama (por debajo de ella) y que rodee la cama por los laterales y por los pies.
Hay miles de colores y texturas para las alfombras. Lo ideal, es seguir la paleta de colores elegida hasta ahora y una textura que nos resulte gustosa al tacto. El truco, si el color no es muy claro siempre tendrán apariencia de estar mucho más limpias.
Unas cortinas de color blanco con algún detalle para hacerlas especiales y que no sean muy tupidas para que dejen pasar bien la luz del sol por las mañanas.
Decorar el dormitorio
Como decoración hay mil opciones, marcos de fotos, jarrones con flores, lámparas de mesita de noche, lampara de techo, cuadros, figuras, cajas… Nuestra recomendación es: bonito, funcional y cómodo. Cuántas más cosas tengamos, más cosas habrá que limpiar y retirar para limpiar.
Las mesitas de noche podemos decorarlas con unas lámparas que nos digan algo, que nos encanten, pero si nos gusta leer, que nos den una luz adecuada para ello. Además, podemos poner alguna bandejita si somos de dejar las joyas en la mesa o unos posavasos de cuerda si llevamos vaso de agua al dormitorio, etc.. cosas que queden bonitas pero nos sirvan.
En las paredes, lo ideal es decorar sobre todo la zona de la cabecera, podemos poner un cuadro grande central y dos pequeños a cada lado, por ejemplo. Si no somos de cuadros, podemos escoger una cabecera para la cama con mucha presencia y decorar esa pared con un toque de pintura más subido o con papel pintado. El resto de paredes podemos tenerlas despejadas para aportar una sensación fresca y sin agobio.
En una esquina, una silla o butaca donde poder apoyar la ropa cada día, es un acierto asegurado que nos resultará de gran utilidad. Escoge una de materiales naturales o colores de la paleta de la habitación. Debajo, por qué no, una alfombra ¿Quizá una mesita al lado con un jarrón de flores? Un lugar donde también leer, escuchar música y relajarnos. Un rincón dentro de nuestra zona de relajación.
Sobre la cómoda podemos poner fotografías o un jarrón de cristal con flores que nos transmitan sensación de calma. Eucaliptos, hortensias… las flores preservadas son una opción estupenda.
Puedes decorar con plantas naturales, una estupenda para la habitación es la lengua de serpiente o sansevieria. Una planta que ayudará a purificar el aire de nuestra estancia y de riego una vez al mes. Una maceta tipo cesta quedará perfecta para un rincón o para una de las mesitas de noche.