Hirsutismo o vello corporal excesivo en las mujeres: Qué es, porque sucede y cómo ponerle remedio.

Hay mujeres que de repente comienzan a notar un aumento del vello corporal o facial en zonas donde antes no tenían, zonas donde normalmente tiene vello los hombres. Estéticamente supone un problema que acaba solucionándose a base de depilación, bien cera, bien láser, sin embargo el hirsutismo es un reflejo de otros problemas que suceden en nuestro cuerpo y puede revertirse sin tener que recurrir a camuflar el vello o eliminarlo mediante la depilación.

En el artículo de hoy vamos a hablar un poco más en profundidad cómo es este tipo de vello, porque sucede y qué hacer para revertirlo.

¿Qué es el hirsutismo?

El hirsutismo es el crecimiento excesivo en las mujeres, un vello que aparece donde es habitual encontrarlo en los hombres, es decir, en zonas andrógeno-dependientes: patillas, barbilla, cuello, pecho, areolas mamarias, en torno al ombligo, muslos, espalda…

No hay que confundir este tipo de vello que suele ser oscuro y más o menos grueso con la especie de pelusilla a modo de piel de melocotón que es habitual tener por el rostro o el cuerpo en general. Este pelito es casi invisible, no tiene nada que ver con el hirsutismo y es normal que esté presente en las personas en mayor o menor medida dependiendo de cada cuerpo.

Las mujeres que padecen hirsutismo normalmente presentan también otros síntomas relacionados con un patrón masculino como puede ser la calvicie, problemas de pesos, diabetes o prediabetes, acné hormonal adulto (en la zona de la barbilla), y también irregularidades menstruales.

El hirsutismo así como estos otros síntomas afectan en torno a un 10% de las mujeres en edad fértil.

¿Por qué surge el hirsutismo?

Decolorar el hilo

Hemos dicho que el hirsutismo no es una enfermedad, es un síntoma. Pero ¿un síntoma de qué? lo más frecuente es que nos esté indicando que sufrimos S.O.P (síndrome de ovario poliquístico).

Ahora bien ¿Qué implica tener S.O.P.? El síndrome de ovario poliquístico, implica un exceso de hormonas masculinas, de andrógenos. Cuando las mujeres dejan de ovular (se puede tener la regla sin ovular), se dejan de generar las hormonas femeninas que contrarrestan las hormonas masculinas. 

Las hormonas masculinas son necesarias también para las mujeres ya que son las que nos proporcionan tener lívido, fuerza, entre otras cosas. Lo que no debemos tener es un exceso ni testosterona libre. La testosterona total debe estar entre los niveles recomendados más altos, sin embargo, debemos tratar de no tener nunca testosterona libre.

Todo ello también está relacionado con la resistencia a la insulina.

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El S.O.P y por tanto el hirsutismo se desarrolla lentamente, igual tarda 15 años en aparecer y ser evidente. Sin embargo, en raras ocasiones puede desarrollarse de manera brusca.

Hay que tener en cuenta que si el hirsutismo aparece de repente de manera muy rápida, puede llegar a tratarse de un tumor ovárico, suprarrenal o hiposisario. Por tanto, si padecemos de hirsutismo lo recomendable es ir al médico a descartar las posibilidades más dañinas y entonces ya ponerle solución haciendo algunos cambios en nuestra vida diaria.

¿Cómo detectarlo?

Se debe valorar la extensión e intensidad del hirsutismo y otros posibles síntomas mediante una exploración física y la escala de Ferriman-Gallwey. En esta escala, cero implica la ausencia de vello y cuatro ya indica crecimiento de vello en las zonas androgenas. Por encima de ocho señala un hirsutismo funcional en mujeres adultas y por encima de 15 un hirsutismo orgánico.

Además de esta exploración, deben realizarse pruebas que nos indiquen:

  • Cuánta testosterona libre presentamos, cuanto LH y cociente LH/FSH (cuando el hirsutismo se relaciona con el ovario)
  • Cuánto dihidroepiandrosterona-sulfato y 17-hidroxiprogesterona (cuando el hirsutismo tiene un origen suprarrenal)
  • Cuánta prolactina (que aparece elevada cuando el origen del hirsutismo es hipofisario)

¿Cómo podemos revertirlo sin necesidad de eliminar el vello mediante algún tipo de depilación?

Comida rápida

Si el hirsutismo procede de problemas hormonales, parece lógico pensar que la solución es volver a regular las hormonas y que los síntomas de exceso de andrógenos se reviertan. Ahora bien, ello implica volver a ovular para generar las hormonas que el cuerpo femenino necesita.

Para ello, hay que realizar un cambio en el estilo de vida. Eso sí, estos cambios no son para realizarlos en dos o tres meses hasta que veamos que se soluciona el problema y después regresar a lo que estábamos haciendo antes. Si hacemos esto tarde o temprano nuestros problemas hormonales regresarán.

Cuándo hacemos un cambio de estilo de vida para mejorar algo de nuestra salud, no se trata de un parche sino un cambio de estilo de vida y debemos ser conscientes que ello implica un cambio para siempre mientras ese cambio nos siente bien.

¿Qué cambios hacer?

Lo primero que debemos hacer es eliminar el azúcar de nuestra alimentación diaria, ello es para regular la resistencia a la insulina. Pero ¿Qué significa exactamente eliminar el azúcar? Significa no tomar azúcar de ningún tipo: azúcar blanco, moreno, panela, miel… y también los carbohidratos ya que en nuestro cuerpo se convierten en glucosa y actúan del mismo modo que tomar azúcar.

Ahora bien, esta eliminación de alimentos puede mantenerse por un mes para ayudar a que nuestro cuerpo se regule y sane. Después de ese tiempo más estricto, podemos volver a incorporar ciertos alimentos como los carbohidratos saludables que encontramos en una gran cantidad de verduras, también podemos incorporar fruta, etc. Eso sí en unas cantidades no excesivas ya que no deben suponer en ningún caso la base de nuestra dieta.

Nuestro organismo está preparado para extraer energía tanto de la glucosa como de las grasas saludables, de manera que no debemos preocuparnos por quitar una de las fuentes durante un tiempo. Aunque sí debemos tener en cuenta que en ocasiones cambios fuertes de alimentación pueden acarrear algunos síntomas mientras el organismo se regula como puede ser algún dolor de cabeza o cambios en las deposiciones. Esto es normal y no siempre se da, pero aún así es recomendable realizar estos cambios con la ayuda de un profesional de la nutrición. 

También debemos retirar la píldora si estamos tomándola ya que no va a ayudarnos con la regulación de las hormonas.

Añade a tu vida magnesio, zinc (citrato) y ácido alfa lipoico (el hígado es rico), preferiblemente a través de los alimentos, pero si no es posible se puede suplementar.

Controla la vitamina D, que debe estar en buenos valores. Para ello toma el sol todos los días y apóyate en la alimentación: La vitamina D, cómo nos afecta y cómo mantenerla en buenos niveles


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