Hipopresivos, sus beneficios y cómo realizarlos correctamente

hipopresivos

Son  muchas las disciplinas que tenemos para poner en funcionamiento nuestro cuerpo. Pero en este caso nos centramos en una que está siendo todo un gran éxito en los últimos años: Los hipopresivos. ¡Te sonarán y mucho! Pero es cierto que hoy hablaremos de sus beneficios y de cómo realizarlos de manera correcta.

Para muchos son conocidos como los abdominales hipopresivos, ya que van a hacer que toda la zona se contraiga. Pero es cierto que no estamos hablando, ni de lejos, de los abdominales clásicos que todos hemos hecho alguna vez en la vida. Es el momento de saber un poco más y mejor, tanto por nuestro cuerpo como por la salud en general.

¿Qué son los hipopresivos?

A grandes rasgos se puede decir que se trata de un ejercicio o una disciplina que tiene como fin el activar la musculatura. Cuando hacemos una abdominal, estaremos contrayendo toda la zona que trabajamos con la subida y la bajada. Pues en este caso es algo similar pero cambia la técnica, ya que también hay que activar la respiración como una de las partes principales para lograrlo. Tanto los cambios de posición como dicha respiración son las bases que nos ayudarán a contraer el músculo y a conseguir que finalmente se fortalezca. Sin olvidarnos de que también será el suelo pélvico quien se beneficie de una fortalecimiento como este.

¿Cuáles son sus grandes beneficios?

Ya teníamos más o menos claros lo que venía a traducirse por hipopresivos pero ahora que ya lo sabemos un poco mejor, tenemos que meternos de lleno con los beneficios que no son pocos.

  • Previene el debilitamiento del suelo pélvico y consigue que lo podamos fortalecer. Esto sirve para cualquier edad, pero también más concretamente para después del parto.
  • Reducirás abdomen: Lo cierto es que si hablamos de esta disciplina como una forma de abdominales, entonces tampoco nos olvidaremos que con cada respiración y contracción, estaremos reduciendo el perímetro de una de las zonas más complicadas.
  • Previenes las continencias urinarias: Esto va ligado también al suelo pélvico y es que, al trabajar dicha zona, evitaremos muchos problemas posteriores.
  • Mejorarás el tono muscular, ya que estás haciendo un gran ejercicio sobre todo tu cuerpo y lo verás más tonificado.
  • La circulación también mejora: No podemos olvidarnos de que la circulación es siempre un factor a tener en cuenta, para poder prevenir enfermedades complicadas. De ahí que con el ejercicio la vamos a mantener a raya.
  • Cuidamos de la espalda: Hay que recordar que con cada una de las repeticiones que hacemos estamos trabajando la denominada faja abdominal, lo que hace el resultado de cuidar nuestros lumbares y resto de espalda.
  • Corregir la postura, para prevenir dolencias es un paso importante. Por lo que con los hipopresivos, lo conseguiremos.

Cómo se realizan los hipopresivos de manera correcta

Prepara la respiración

Lo mejor es preparar un tiempo antes la respiración y no lanzarnos a realizar el ejercicio en concreto. Por lo que inhalaremos por la nariz y soltaremos por la boca pero estirando un poco más ese soplido. Debemos de contar unos 7 segundos para ir habituándonos. Después de tres respiraciones profundas, entonces ya estarás listo o lista para comenzar. En esa tercera expulsarás todo el aire, incluso cuando piensas que no tienes más, lo tendrás. y sin respirar haces una apnea. Empieza aguantando pocos segundos, ya que la técnica irá mejorando.

Prepara la postura para realizar los hipopresivos

La respiración es importante pero la postura también. Los podrás realizar tanto de pie como tumbado boca arriba, o sentado y hasta en cuadrupedia. Sea cuál sea la elegida, la respiración se mantiene en lo que hemos comentado. Mientras que si estás de pie, lo mejor es pisar bien con  los dedos y no tanto con los talones. Si es sentado, lo mejor es cruzar tobillos pero separar rodillas y colocar las manos sobre ellas.

Una vez elegida, debes respirar tres veces y tras expulsar todo el aire, en esa tercera, comenzar con la apnea. Es decir, contrae el abdomen sin tomar aire y aguantar unos segundos. Notaremos cómo las costillas se abren aunque solo estemos cuatro segundos. Hay personas que llegan a los 20 segundos, pero solamente si has practicado bastante. ¡Poco a poco notarás el cambio!


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