Quizás por su término de hiperfagia no sepas bien de qué hablamos, pero si te decimos que son las ganas incontroladas de comer, quizás ya te vaya sonando mucho más. Es cierto que en ocasiones tenemos más ganas de comer que en otras y eso es algo que no nos debe preocupar a priori, porque puede deberse a numerosas circunstancias.
Pero cuando tenemos esas ganas intensas de comer que no podemos frenar, y de manera continuada, entonces sí tendremos un problema de nombre hiperfagia. De ahí que debemos tener en cuenta cuáles son todos sus síntomas así como el tratamiento más indicado. ¡No te pierdas todo lo que sigue porque te interesa!
Qué es la hiperfagia
Ya lo hemos mencionado pero no está de más que lo expliquemos un poco más. Por un lado, hiper significa abundante y fagia es comer. De ahí que al juntarse, forman lo que se denomina comer en exceso. Pero no solo eso, sino que el cuerpo nos da la señal de que tiene más hambre de la habitual. De ahí que las ganas de comer se intensifican y el saciar dichas ganas no será nada sencillo. Más que nada porque se trata de que aquí entran los factores psicológicos. Es complicado el diferenciar el hambre física del emocional. Por lo que se considera más una sensación que hambre real. Por este motivo, las ganas de ingerir comida son siempre superiores a las normales de nuestro día a día. Además de que dicha comida no será de lo más saludable y esto siempre empeora el proceso y nuestra salud.
Cuáles son las causas de la hiperfagia
- Ansiedad: La ansiedad puede aparecer con diferentes síntomas como taquicardias, temblores, sensación de ahogo y muchos otros. Pero además de ellos también el tener la necesidad de comer más, aunque a muchas personas le da por lo contrario. Porque ya hemos visto que no es hambre real, sino la necesidad de tener que comer porque parece que es el cuerpo que nos manda esa señal a través de la ansiedad.
- El aburrimiento: En ocasiones cuando estamos aburridos también tenemos la sensación de hambre, pero seguro que no es tal. Para ello podemos tomar un vaso de agua y esperar unos minutos para ver cómo realmente no teníamos tanta necesidad. No era el momento de la necesidad fisiológica.
- Hipertiroidismo: Cuando la glándula tiroidea provoca demasiada tiroxina, esto hace que la hiperfagia pueda aparecer con ese ansia de comer y pillar más peso de lo habitual.
- Medicamentos: También las diversas medicaciones, como anti-depresivos, puede dar lugar a que tengamos la necesidad de ingerir más cantidad de alimentos.
El tratamiento a seguir
Es cierto que en primer lugar hay que saber de dónde viene el problema. Si es algo concreto durante unos días por algún motivo como la menstruación que siempre suele alterar más nuestro apetito o si hay algún problema a mayores. Porque si lo hay, como puede ser la ansiedad, entonces tendremos que acudir a terapia. Lo más habitual es hablar primero con el psiquiatra quien valorará el caso. A partir de ahí, la psicoterapia también será de gran ayuda, pero como hemos mencionado, será el psicólogo quien te derive. El trabajo de ambos, junto con el tuyo, te hará ver la realidad de tu casa. A conocer cuándo es hambre real o cuando es simplemente ese impulso emocional. De manera que poco a poco verás la gran diferencia y podrás enfrentarte a tu problema. Controlando las emociones, será un camino más sencillo, con el que podrás dejar atrás este capítulo de tu vida que lleva el nombre de hiperfagia.