Tres reglas fundamentales para prevenir enfermedades como el cáncer: di adiós al tabaco, come sano y se activo físicamente. Pero más allá de todo esto, conoce qué otros aspectos cuidar para promover tu salud, disminuir el riesgo de padecer enfermedades y mejorar tu protección.
Reduce el consumo de alcohol
La Organización Mundial de la Salud (OMS) no considera seguro ningún tipo de consumo de alcohol y mucho menos en exceso. Un consumo abundante de alcohol está relacionado con hasta siete tipos de tumores: boca, laringe, faringe, esófago, hígado, mama y colon.
No fumes
El humo del tabaco contiene más de 4.000 sustancias químicas. De ellas, más de 50 son carcinógenas, como los alquitranes que se utilizan también para asfaltar carreteras, el tolueno o el arsénico, veneno puro. Aléjate del tabaco y mantén tu casa libre de humo, puesto que los fumadores pasivos también están expuestos a los riesgos asociados al tabaco.
Controla tu peso
La grasa es mucho más que una reserva de combustible para el organismo. El tejido desempeña un papel clave en la producción de determinadas hormonas, ya que puede favorecer el desarrollo de células cancerígenas. Perder y recuperar peso de forma rápida también puede ser un factor de riesgo. Los tumores más directamente relacionados son el sobrepeso son el cáncer de mama, colon, riñón y páncreas.
Muévete
Limita el tiempo que permaneces sentado y para esto, el ejercicio físico puede ser tu mejor aliado, tanto para prevenir como para tratar. Los efectos positivos de la actividad física son bien conocidos en pacientes de cáncer de mama, porque mejora tanto la supervivencia como su calidad de vida.
Carne roja, pero sin abusar
La Organización Mundial de la Salud puso la carne roja en la lista negra de productos cancerígenos. Asegura que 34.000 muertes por cáncer al año podrían estar relacionadas con el consumo abusivo de carne roja, pero sobre todo de carne procesada (salchichas, embutidos…). Un consumo seguro serían aproximadamente unos 50 gramos diarios,
Consume alimentos anticancerígenos
El brócoli, el aceite de oliva virgen extra, el té verde, el ajo, el curry… son alimentos que en mayor o menor medida contienen efectos anticancerígenos. Sin embargo, aspectos como la cantidad necesaria de estas sustancias y la forma de cocinar el alimento para que no pierda sus propiedades, están aun por confirmar.
El aceite de oliva virgen extra es el alimento que acumula más evidencia científica en cuanto a su papel protector, al menos para el cáncer de mama. En el estudio Predimed, se ha demostrado que las mujeres que consumen una media de cuatro cucharadas soperas de este oro líquido al día reducen hasta dos tercios el riesgo de desarrollar un tumor en el pecho.
Protégete del sol
Evita la exposición solar prolongada en las horas de radiación máxima para protegerse frente al cáncer de piel y utiliza protección solar. Sin embargo, esto no quiere decir que dejes de disfrutar del sol. Hazlo pero ¡de forma segura! El sol es esencial para que el organismo pueda producir vitamina D, la cual es clave en la prevención de diversas patologías, como la hipertensión o la esclerosis múltiple.