Guía para elaborar aceite de argán casero y aprovechar sus beneficios para el cabello y la piel

  • La calidad del aceite de argán depende del método de extracción y la pureza del producto.
  • El aceite artesanal conserva mejor sus propiedades nutricionales y cosméticas.
  • La procedencia marroquí y el correcto envasado son signos de aceite auténtico.

Aceite de argán casero

El aceite de argán se ha convertido en uno de los pilares fundamentales para el cuidado de la piel y el cabello no solo en Marruecos, su país de origen, sino en todo el mundo. Su gran popularidad no es casualidad: este preciado aceite posee unas propiedades extraordinarias que favorecen la hidratación, la protección cutánea y la regeneración celular, además de aportar una notable acción antienvejecimiento. Pero, ¿sabes realmente cómo se obtiene el aceite de argán y por qué es tan valorado este proceso? Aquí te contamos de manera exhaustiva y en profundidad todo lo que necesitas saber para comprender cómo se fabrica este oro líquido y reconocer un producto de calidad.

Si alguna vez te has preguntado qué hace tan especial a este aceite o cómo puedes diferenciar un aceite puro de uno de menor calidad, has llegado al lugar adecuado. Vamos a desgranar cada etapa, desde la recolección de la materia prima hasta el embotellado y conservación final, incluyendo los distintos métodos de extracción, los factores determinantes para obtener un producto excelente y consejos para identificar un auténtico aceite de argán puro frente a imitaciones o mezclas de baja calidad. Prepárate para descubrir todo sobre el fascinante proceso detrás de este cosmético milenario.

¿De dónde sale el aceite de argán y por qué es tan especial?

El árbol de argán, conocido como Argania spinosa, es originario del suroeste de Marruecos, en una zona con condiciones únicas que favorecen la obtención de un fruto excepcional. De estas zonas áridas y semidesérticas surge la preciada nuez de argán, fundamental para fabricar este aceite. La calidad del terreno y el clima influyen de manera considerable en el resultado final, ya que los componentes del fruto pueden variar según la tierra donde maduran y las temperaturas durante el año. Por estos motivos, la zona de cultivo es el primer factor clave a tener en cuenta.

A pesar de la posibilidad de cultivar argán en otras regiones, la producción reconocida internacionalmente por su calidad sigue estando prácticamente concentrada en Marruecos. Además, el conocimiento tradicional transmitido entre generaciones en esta región tiene un papel fundamental en la manera de recoger y procesar las semillas, lo que refuerza la autenticidad y el alto valor de su aceite.

Factores críticos en la calidad del aceite de argán

Para que el aceite de argán alcance una calidad superior, intervienen numerosos factores a lo largo de su proceso de producción. Cada uno, desde el campo hasta la botella, deja huella en el producto final. Es importante conocer estos aspectos para asegurarte de que compras un aceite de argán genuino y beneficioso para tu salud y belleza:

  • Zona de cultivo: Suelos ricos y condiciones meteorológicas ideales hacen que el árbol produzca nueces de mayor calidad.
  • Método de extracción: Una extracción cuidadosa, preferiblemente artesanal y en frío, garantiza la preservación de todas las propiedades naturales del aceite.
  • Cosecha adecuada: La recolección en el momento justo, cuando el fruto está perfectamente maduro, marca la diferencia en el sabor, aroma y color del aceite.
  • Semillas frescas y limpias: Es vital que las semillas se limpien y sequen adecuadamente para evitar oxidaciones que perjudiquen su composición.
  • Color, olor y sabor: El aceite de calidad suele tener un tono dorado, aroma suave a nuez y, si es comestible, un sabor delicado y fresco.
  • Pureza sin aditivos: Un aceite de argán puro debe carecer de aditivos o conservantes, y ser completamente natural.
  • Condiciones de almacenaje: El producto debe conservarse en botellas oscuras y en entornos frescos y secos, lejos del sol y la humedad para mantener su frescura.

Métodos de extracción del aceite de argán

El procedimiento para obtener el aceite de argán es decisivo para determinar su pureza y valor nutricional. Hay varios métodos principales, cada uno con sus ventajas, limitaciones e influencia en el precio y calidad final:

1. Extracción artesanal: el método tradicional

Mujer moliendo nueces de argán para hacer aceite

Este método es el más antiguo, laborioso y respetuoso con las propiedades del aceite. Consiste en procesar las nueces de argán manualmente mediante varias etapas:

  1. Recolección manual: Se recogen las nueces directamente del suelo, seleccionando solo las mejores por su aspecto y maduración.
  2. Secado natural: Las nueces se dejan secar al sol durante varias semanas, lo que ayuda a separar la pulpa externa.
  3. Rotura de la nuez: Se quiebra la cáscara dura utilizando piedras, una tarea minuciosa y tradicionalmente realizada por mujeres bereberes.
  4. Molienda manual: Las semillas extraídas se muelen en molinos de piedra manuales hasta formar una pasta densa.
  5. Prensado en frío: Finalmente, la pasta se prensa suavemente sin aplicar calor, extrayendo un aceite de máxima pureza y conservando todos sus nutrientes.

El resultado es un aceite puro y virgen, rico en antioxidantes y ácidos grasos esenciales, ideal para el cuidado de la piel y el cabello o incluso para el consumo alimentario si el proceso lo permite. Además, al no emplear maquinaria pesada ni químicos, su impacto medioambiental es mínimo, y se apoya la economía local de las cooperativas femeninas donde suele elaborarse.

2. Extracción semi-industrial: combinación de tradición y tecnología

En este sistema, se mantiene parte de la filosofía artesanal pero se incorporan elementos mecánicos para aumentar la producción y reducir el esfuerzo físico:

  1. Recogida tradicional: Como en el método artesanal, la recogida a menudo es manual y sigue un riguroso proceso selectivo.
  2. Extracción de semillas: Puede ser manual o parcialmente automatizada para agilizar el ritmo sin perder demasiada calidad.
  3. Molienda mecánica: Los molinos eléctricos o de motor sustituyen a los de piedra, permitiendo obtener la pasta de argán más rápido.
  4. Prensado hidráulico: Se utiliza maquinaria hidráulica para prensar la pasta, siempre sin calentarla, lo que mantiene la mayor parte de sus cualidades.

El aceite de argán semi-industrial es una opción intermedia: mantiene muchas de las propiedades naturales y una pureza aceptable, aunque nunca alcanzará el nivel del artesanal. Sin embargo, es una práctica sostenible y ética que permite abastecer la demanda mundial sin abusar de los recursos humanos.

3. Extracción con disolventes: producción industrial

Este método está enfocado en maximizar la cantidad de aceite, principalmente con fines cosméticos de bajo coste e industria alimentaria a gran escala. Aquí, el proceso se transforma considerablemente:

  1. Molienda intensiva: Las semillas se trituran mecánicamente y se mezclan con disolventes químicos que extraen el aceite de forma rápida y eficiente.
  2. Separación por destilación: El aceite se separa del disolvente mediante destiladores industriales.
  3. Purificación y refinado: Se eliminan impurezas y residuos químicos, pero con ello también desaparecen muchos compuestos beneficiosos.

El resultado es un aceite más económico y abundante, aunque con una calidad, aroma y valor nutricional claramente inferiores. No se recomienda para tratamientos cutáneos ni para consumo directo, puesto que la mayoría de los beneficios naturales desaparecen durante el proceso.

¿Qué ocurre una vez extraído el aceite de argán?

Método artesanal para hacer aceite de argán

Tras obtener el aceite mediante el método elegido, el proceso continúa con varias fases clave para asegurar que el producto final conserve sus virtudes:

  • Envasado: El aceite debe almacenarse en recipientes oscuros (generalmente de vidrio ámbar) para evitar que la exposición a la luz degrade sus propiedades.
  • Almacenaje óptimo: Es importante guardar las botellas en lugares frescos, secos y alejados de la luz solar directa y la humedad para evitar la oxidación.
  • Certificación y control de calidad: Los aceites orgánicos pasan controles exhaustivos para confirmar que cumplen con los estándares de pureza y no contienen trazas de pesticidas.
  • Etiquetado: Una etiqueta clara y veraz debe indicar el grado de pureza, el método de obtención y la ausencia de aditivos o ingredientes artificiales.

¿Cómo identificar un auténtico aceite de argán de calidad?

Reconocer un aceite de argán verdadero y de alta calidad puede parecer complicado, pero existen aspectos que nunca fallan:

  • Color: El buen aceite de argán es de color dorado, ni demasiado oscuro ni excesivamente claro.
  • Aroma: Debe oler ligeramente a nuez fresca, suave y nada empalagoso; un olor demasiado neutro o sintético puede indicar refinado o adulteración.
  • Textura: Es ligero y no deja sensación pegajosa; se absorbe rápidamente por la piel.
  • Presentación: Un envase opaco, datos claros de trazabilidad y fecha de cosecha o prensado son marcas de calidad.
  • Origen: Si puedes verificar que procede de Marruecos y de cooperativas reconocidas, tendrás más garantías.

Para obtener los máximos beneficios cosméticos o alimentarios, exige siempre la etiqueta 100% argán puro – primera presión en frío y preferentemente certificación ecológica.

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