Grasas vegetales, muy beneficiosas para tu organismo

Aceite de almendras

Las grasas vegetales son muy saludables, son perfectas para introducirlas en nuestra dieta, aunque entorno a ellas, siempre han existido multitud de mitos y verdades, los cuales, iremos contando a continuación.

Las grasas vegetales siempre han sido consideradas mejores que las grasas animales, queremos contaros cuál es la importancia de las grasas en la dieta, cuáles son las mejores grasas vegetales y qué grasas vegetales debemos evitar porque son nocivas para nosotros.

En lo referido a la nutrición, existen muchos mitos sobre las grasas, si son buenas o si son malas. Las grasas, por ejemplo, generan muchas dudas a la hora de planear una dieta saludable. En ciertos momentos, las personas se cuestionan si las grasas vegetales son buenas o son malas, ya que éstas se han vinculado con un mayor riesgo de enfermedades.

En la actualidad es muy difícil determinar si las grasas son buenas o malas tan sólo por el hecho de venir de los vegetales. A continuación, os contamos más sobre este asombroso tema.

Aceite de marula

Las grasas en nuestra dieta

Las grasas ejercen en nuestra dieta una parte fundamental en varias funciones de nuestro organismo, de las cuales destacamos:

  • Forman parte de las membranas celulares y crean una capa protectora alrededor de varios órganos, para el corazón o los riñones.
  • Ejercen parte de nuestra reserva de energía del organismo.
  • Protegen nuestros huesos y permiten fijar el calcio en los huesos.
  • Regulan la temperatura corporal de nuestro organismo.
  • Permiten el correcto transporte de algunas vitaminas, como la provitamina A, E o D.
  • Intervienen en la síntesis de las hormonas.

Las grasas o los lípidos son imprescindibles o necesarios, igual que los carbohidratos o las proteínas. Sin las grasas, no podemos realizar todas las acciones y funciones descritas anteriormente. Las necesitamos y a diario, tanto las grasas saturadas como las insaturadas, o conocidas como las monoinsaturadas o las poliinsaturadas.

Las grasas saturadas, las peores que podríamos consumir, realmente no son tan malas si sabemos elegir las mejores y sí que podrían formar parte de nuestra dieta siempre y cuando supiéramos elegir las mejores fuentes. La clave, está en el equilibrio.

¿Grasas vegetales o grasas animales? ¿Cuáles son mejores?

Esta pregunta no es sencilla de responder, porque no todas son iguales. Por un lado, dependerá de la fuente de cada tipo de grasa. Porque no todas provienen del mismo sitio, el pescado azul, es rico en grasas animales y contienen ácidos grasos omega 3 y son muy beneficiosos.

Por otro lado, el queso curado, los huevos o los yogures contienen grasas saturadas, sin embargo, se consideran saludables. En cambio, encontramos otras fuentes de grasas como los embutidos, la margarina o los aceites utilizados en la bollería industrial, no son grasas sanas y pueden ser nocivos para la salud.

Es importante tener en cuenta la cantidad de grasa que predomine en la dieta de la persona, las grasas poliinsaturadas y las monoinsaturadas tienen siempre mejor repercusión en nuestro organismo, además, pueden tener efectos positivos en nuestro sistema cardiovascular.

Busca el equilibrio entre las grasas animales y las grasas vegetales, prioriza en este caso, unos alimentos por delante de otros.

Aceite de oliva para las manos

Grasas vegetales, ¿cuáles son las mejores que podemos consumir?

El mundo de la nutrición es muy amplio, y en el caso de las grasas vegetales encontramos mucha variedad, porque además, tenemos que recordar que cualquier aceite comestible extraído de una planta, es una fuente de grasa vegetal. También lo son las semillas oleaginosas, los frutos secos, las aceitunas, el coco o el aguacate.

El aceite de oliva virgen extra prensado en frío, es el más recomendable como aceite de uso diario, es el más beneficioso de los aceites que podemos encontrar en el mercado y el que recomendamos consumir diariamente. Tanto para aliñar platos en frío o como para cocinar, se puede utilizar porque soporta altas temperaturas, siempre que no se reutilice.

Los ácidos grasos monoinsaturados, como los que encontramos en el aceite de oliva, deben estar presentes en nuestra alimentación y dieta. Estos ácidos grasos, ayudan a reducir el nivel de colesterol malo y aumentar los niveles de colesterol bueno, reduciendo así el riesgo de padecer cardiopatías y accidentes cerebrovasculares.

Entre los alimentos con más ácidos grasos monoinsaturados, encontramos las nueces, los aguacates, aceite de oliva, aceite de girasol, aceite de canola o la mantequilla de cacahuete.

También podemos optar de vez en cuando por aceites de semillas, como el sésamo o las pipas de girasol. Se recomienda consumirlas en pequeñas cantidades y no pasarnos porque aunque sean muy saludables, pueden hacernos engordar. Podemos aprovecharlas para aliñar platos fríos.

Es importante prestar atención a la conservación de estos aceites que se oxidan con más facilidad. El aceite de lino por ejemplo, es ideal para aquellas personas que siguen una dieta vegana.

Ten en cuenta que una ración de entre 25 y 30 gramos al día es suficiente para un adulto, que aunque sean calóricos esta cantidad resulta saludable, puesto que también tienen fibra y son muy saciantes. 

Germen de trigo

Evita el consumo de estas grasas vegetales

Como bien decíamos, algunas grasas son saludables mientras que otras no lo son. Algunas grasas tendríamos que alejarlas a toda costa de nuestro organismo, aunque estas sean de origen vegetal. Las grasas hidrogenadas, o las que están parcialmente hidrogenadas, se forman mediante un proceso industrial que transforma los aceites vegetales líquidos en sólidos.

Son las margarinas vegetales que se utilizan para elaborar galletas, bollería, platos preparados y precocinados, etc. Estas grasas provocan una mala salud a quien las consume, y actualmente, muchas grasas de estas están muy mal vistas, como el aceite de palma.

Su consumo no aportan ningún beneficio al organismo, se relacionan con una reducción del colesterol bueno, HDL y aumenta el malo, LDL y de los triglicéridos. También se ha conocido que aumenta el riesgo de padecer una enfermedad coronaria, depresión, enfermedad de Alzheimer y una disminución del rendimiento mental que ocurre con la edad.

Los aceites refinados, no son tampoco ninguna buena opción, lo preferible es optar por los aceites vegetales prensados en frío o que son virgen extra. El proceso de extracción debe hacerse en frío para que conserven mejor los nutrientes, como la vitamina E o los fitoesteroles, además, preservan así un mejor aroma y sabor.

Elige siempre las grasas saludables

No lo dudes, ahora que ya sabes diferenciarlas, intenta dentro de todo lo posible evitar las grasas saturadas y nocivas y opta por las grasas más saludables. Aunque creas que las grasas saludables te engordan, consumidas con mesura son muy saludables y necesarias en la dieta, son muy útiles para un estado de salud óptimo.


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