La Gala MET 2018 fue uno de los eventos más icónicos del año, reuniendo lo mejor de la moda, la creatividad y el espectáculo bajo el tema «Cuerpos Celestiales: La Moda y la Imaginación Católica». Este evento, organizado por el Metropolitan Museum of Art en Nueva York, celebró la relación entre la religión y la moda, dando lugar a una exhibición de alta costura que mezcló lo divino con lo terrenal.
Un evento esperado por todos
La Gala Met no solo es un referente en el mundo de la moda, sino también un fenómeno cultural que cada año acapara la atención de millones de personas. Si bien el glamour y la innovación son características constantes, la temática de 2018, inspirada en la religión, añadió un toque de controversia que no pasó desapercibido.
Desde 1995, bajo la dirección de Anna Wintour, editora de Vogue, este evento se ha convertido en un imprescindible del calendario social y cultural de Nueva York. Cada edición está diseñada para recaudar fondos destinados al Instituto del Vestido, a la vez que inaugura una exhibición temática que, en esta ocasión, buscó explorar la intersección de la moda con la influencia del catolicismo.
Rihanna: La reina de la noche
La aparición de Rihanna fue, sin duda, uno de los momentos más comentados de la velada. Vestida por Maison Margiela, la estrella lució un espectacular atuendo inspirado en el Papa, compuesto por un vestido corto decorado con pedrería, una capa de gran volumen y una mitra papal que la coronó como la reina indiscutible de la noche.
Su look no solo capturó la esencia del tema, sino que también desató una lluvia de comentarios y memes en redes sociales. Rihanna es conocida por arriesgar en cada alfombra roja, y este año no fue la excepción.
Elegancia barroca: Blake Lively y Sarah Jessica Parker
Entre las invitadas más deslumbrantes destacó Blake Lively, quien cautivó con un diseño de Versace. Su vestido, adornado con detalles dorados y una impresionante cola borgoña, evocó la opulencia del barroco. Además, complementó su look con una tiara que resaltó aún más su presencia en la alfombra roja.
Otra apuesta barroca fue la de Sarah Jessica Parker. La actriz llevó un vestido de Dolce & Gabbana repleto de detalles religiosos, incluyendo corazones rojos y dorados. Parker completó su atuendo con un tocado en forma de pesebre que sin duda acaparó miradas.
Gótico y misticismo: Bella Hadid y Lily Collins
El estilo gótico también tuvo representación gracias a figuras como Bella Hadid y Lily Collins. Bella, con un diseño de Gareth Pugh que incluía una chaqueta rígida y un velo negro, apostó por un toque moderno y misterioso. Por su parte, Lily Collins llevó un vestido de Givenchy con detalles inspirados en hábitos religiosos, complementado con un tocado dramático.
Cara Delevingne presentó una alternativa igual de intrigante, con un vestido de Dior inspirado en los confesionarios, lo que añadió una interpretación única al tema de la noche.
El homenaje a Juana de Arco
El personaje histórico de Juana de Arco también fue una fuente de inspiración. Zendaya se llevó aplausos con un diseño plateado de Versace inspirado en la cota de malla, mientras que Shailene Woodley sorprendió con un traje futurista de Ralph Lauren que combinaba elementos medievales con un toque moderno.
Los looks más icónicos
La creatividad de los diseñadores brilló en looks como el de Ariana Grande, quien lució un vestido de Vera Wang inspirado en la Capilla Sixtina. Gigi Hadid, por su parte, deslumbró con un diseño de Versace que evocaba las vidrieras de las catedrales góticas, mientras que Katy Perry dejó a todos boquiabiertos con un look angelical adornado con enormes alas.
Entre las sorpresas de la noche estuvo Jared Leto, quien personificó a Jesucristo con un atuendo de Gucci, aportando un toque excéntrico y teatral.
La controversia en la gala
A pesar del éxito, el tema no estuvo exento de polémica. Algunos sectores religiosos criticaron la frivolidad con la que se abordaron ciertos símbolos católicos. Sin embargo, la mayoría destacó el evento como un homenaje a la riqueza artística y cultural de la religión.
Además, el Vaticano prestó 40 piezas de arte eclesiástico, incluyendo vestimentas papales y reliquias nunca antes vistas fuera de Roma, lo que enriqueció la exposición «Heavenly Bodies«.
La Gala MET 2018 no solo fue un derroche de moda y creatividad, sino también una plataforma para reflexionar sobre la interacción entre la espiritualidad y el arte. El evento dejó claro que la moda puede ser un lienzo para explorar temas profundos y complejos, sin dejar de sorprender y deleitar al mundo.