En los últimos años, ha cobrado fuerza un movimiento que busca eliminar el excesivo uso del Photoshop en campañas de moda y belleza. Marcas de cosméticos y grandes firmas de moda están empezando a abrazar la autenticidad y la diversidad, renunciando poco a poco al retoque digital extremo que durante décadas ha dominado el sector. Este cambio de paradigma tiene profundas implicaciones en la forma en que la sociedad percibe la belleza y el impacto de los ideales inalcanzables en las personas, especialmente en niñas y adolescentes.
¿Qué significa exactamente decir adiós al Photoshop? En esencia, se trata de mostrar cuerpos reales, con todas sus marcas, arrugas, poros, celulitis y otras características naturales que nos hacen humanos. Esto no solo fomenta una relación más sana con nuestro propio cuerpo, sino que también envía un mensaje poderoso: la belleza no necesita filtros ni modificaciones irrealistas para ser válida.
Las marcas pioneras en la naturalidad y autenticidad
Dove: Un referente en la revolución de la belleza real
Dove se ha posicionado como una de las primeras marcas en desafiar los estándares tradicionales de belleza. Desde hace años, sus campañas incluyen a mujeres de todas las edades, colores de piel, tamaños y formas, celebrando la diversidad y la autenticidad. Iniciativas como su conocida campaña «Real Beauty» han servido de inspiración para otras marcas que buscan adoptar la naturalidad en sus estrategias publicitarias.
Además, Dove promueve programas educativos para adolescentes, ayudándoles a desarrollar una autoestima sana y a comprender que las imágenes que ven en los medios no siempre reflejan la realidad. Iniciativas como esta son fundamentales para contrarrestar los efectos negativos de los estándares de belleza irreales.
Asos: Orgullo en mostrar la realidad
La firma inglesa Asos dio un paso adelante en la lucha contra las fotos retocadas al lanzar una campaña publicitaria de trajes de baño que mostraba a las modelos tal como son. Las imágenes revelaban marcas de acné, estrías y otros detalles que usualmente se borran en posproducción. Esto no fue solo un gesto de autenticidad, sino también una declaración de principios que tuvo una gran acogida entre los consumidores.
Además de renunciar al retoque digital, Asos también trabaja en áreas como la sostenibilidad, promoviendo el reciclaje y condiciones justas de trabajo. Este enfoque integral de responsabilidad social ha fortalecido su reputación entre los consumidores conscientes.
Desigual: Celebrando la diversidad desde España
La marca española Desigual es otra que se ha sumado al movimiento de autenticidad. Su colaboración con Charli Howard para una campaña de verano demostró claramente su compromiso con la realidad: las imágenes de la modelo mostraron signos de celulitis, alejándose de la perfección plasticosa que suele verse en la industria.
Desigual no es nueva en este enfoque inclusivo. En 2014, sorprendió al mundo con una campaña protagonizada por Winnie Harlow, una modelo con vitíligo. Este proyecto tenía como objetivo celebrar la individualidad y la belleza única bajo el lema «los lunares que derrochan actitud».
Otros ejemplos destacados
Además de Dove, Asos y Desigual, muchas otras marcas han seguido sus pasos, contribuyendo así a un cambio generalizado en el sector:
- Urban Decay: Esta marca de maquillaje es conocida por su compromiso con mostrar a sus modelos de manera natural, sin retoques digitales innecesarios, y su apuesta por una diversidad de edades, tamaños y tonos de piel.
- American Eagle: La línea de lencería Aerie lanzó su campaña «Aerie Real», con resultados comerciales impresionantes. Al eliminar el uso de Photoshop, lograron un incremento del 9% en ventas en sus primeros meses.
- Target: Con su campaña #TargetSwim, la marca de grandes almacenes se convirtió en un modelo a seguir al presentar imágenes de trajes de baño sin retoques y con modelos de diversas tallas.
El impacto global: Prohibiciones y regulaciones
El impacto del movimiento antirretoque ha sido tan significativo que incluso algunos gobiernos han decidido intervenir. Noruega, por ejemplo, aprobó una ley que obliga a las marcas y influencers a advertir si sus imágenes han sido retocadas. Similarmente, Francia exige desde 2017 que las publicaciones de moda indiquen el uso de Photoshop en sus imágenes.
Estas regulaciones buscan mitigar el daño psicológico que los estándares irreales pueden causar, especialmente en niños y jóvenes. Según estudios, la exposición a ideales inalcanzables de belleza está directamente relacionada con problemas como trastornos de la alimentación y baja autoestima.
Este cambio, aunque lento, está transformando la industria de la moda y la belleza, al tiempo que fomenta una sociedad más inclusiva y empática.
La progresiva eliminación del Photoshop en campañas reforzará un estándar de belleza mucho más saludable y realista. Las marcas que ya han abandonado los retoques extremos están marcando un camino esperanzador hacia la aceptación de quiénes somos, sin filtros ni artificios.