Son muchos los niños que experimentan miedo a los dentistas. Al principio tiene miedo a la primera visita porque no saben lo que es ir al dentista, y después tienen miedo porque saben que les harán daño o que por lo menos, se sentirán incómodos mientras un adulto con guantes y herramientas extrañas hurgan dentro de su boca…
Es necesario que a los niños que tienen miedo al dentista, se utilice un lenguaje positivo, porque es la única manera en que se disminuirá el miedo. Nunca le digas una mentira a los niños sobre el dentista y evita usar palabras que esté fuera de su vocabulario. Una palabra como ‘extracción’ o ‘empaste’ suena rara y es difícil de comprender. Nunca le mientas porque cuando se rompe la confianza no se puede reparar. Si quieres que tus hijos dejen de temerle al dentista, puedes probar en decirle algunas frases como las siguientes.
Frases que puedes decirle a tus hijos
El dentista contará tus dientes. Cuando tu hijo llegue a la primera consulta del dentista, le contará sus dientes. La primera visita suele ser corta y los dentistas ya saben que con niños pequeños, no hay que hacer nada activo o invasivo.
- El dentista hará una foto de tus dientes. Haz que tu pequeño se entusiasme con la imagen de rayos X que le hará el dentista. A los niños a los que les gustan mucho las fotos, se sentirán felices por ello, aunque conseguir que esté quieto el tiempo suficiente será más complicado.
- El dentista comprobará si en tus dientes hay gérmenes. Esta es la mejor manera de preparar a tu hijo pequeño cuando el dentista tenga que limpiarle sus dientes. Los dentistas tendrán que jugar con los niños y hacerle cosquillas en la boca mientras le limpia o le quita las caries dentales. La confianza entre el niño, el padre y el dentista crece cuando todos están contentos.
- El dentista dibujará a tu personaje favorito en tus dientes. Si tu hijo necesita un empaste, la mejor forma para prepararle será decirle al dentista el personaje que quiere tener dibujado en los dientes. Esto hará que el niño esté distraído mientras le cuenta cómo son los detalles de sus personaje favorito.
Si todo esto falla, puedes utilizar las recompensas para motivar a tu hijo a superar el miedo al dentista. Los seres humanos actúanos teniendo en cuenta las recompensas y nuestros propios beneficios. Es buena idea que le digas algo bueno que haréis después de ir al dentista como pasar un rato en el parque o si tiene dolor, ver su película favorita en casa nada más llegar. Es necesario no recompensarle con comida ni dulces, pero sí puedes comprarle un pequeño detalle como un juego, un pequeño juguete o libros.
La relación que tenga tu hijo pequeño con el dentista es muy importante en su desarrollo, porque marcará la relación que tendrá con este profesional durante toda su vida… ¡y es necesario que sea buena para que tenga una buena salud dental!