Belleza, amores y tragedia para una de las protagonistas de la jet set europea. La princesa Carolina de Mónaco es la primera dama de su Principado desde 1982, hija de los príncipes Raniero III de Mónaco y la hermosísima actriz Grace Kelly, y hermana de la rebelde Estefanía y el incasable Alberto.
Con una belleza impresionante heredada de su madre, empezó la carrera de psicología y filosofía en la Sorbona que no terminó y se casó con el playboy Philippe Junot para disgusto de sus padres. Se separaron en seguida por la afición de Junot a salir de fiesta y la princesita se deprimió porque el Vaticano tardó casi una década en concederle la nulidad matrimonial.
Luego volvió a casarse con el multimillonario italiano Stefano Casiraghi con el que tuvo sus tres hijos antes de quedarse viuda. Y finalmente con el polémico y agresivo con los paparazzis Ernesto de Hannover. Nada ha sido capaz de ensombrecer su brillo y belleza, ni siquiera las tragedias familiares o los desengaños amorosos.
Se quedó calva y perdió su melena pero es destacable que ha envejecido de forma natural y sin abusar de ninguna cirugía estética. Carolina es el personaje que en más ocasiones ha aparecido en la portada de ¡Hola! y otras revistas, ya desde que era un retoño.