¿Estás todos los días cansada y no sabes por qué te ocurre? Haces malabares con el trabajo, los niños, la casa, la vida… y entre todas esas demandas también debes cuidarte a ti mismo/a. Puedes practicar el autocuidado haciendo ejercicio, comiendo sanamente… Quizá creas que quitándote algunas horas de sueño te dará tiempo a llegar a todo o a cuidarte, pero si te restas tiempo de descanso lo único que haces es no cuidarte.
Tu descanso es esencial para que puedas cuidarte a ti mismo/a y a los demás. La mayoría de las veces tendrás que madrugar para poder hacer cosas cuando tus hijos están durmiendo. ¿Cuántas horas duermes al día? ¿5 o 6? No son suficientes. Estás acumulando mucha cantidad de deuda de sueño algo que notarás en un nivel más bajo de energía, mayor irritabilidad y peor salud en general.
Dormir más
Entonces, ¿cómo puedes dormir más? Bueno, como la mayoría de las cosas, comienza con la priorización. Para dormir bien por la noche, debes querer dormir bien, lo que significa apagar el televisor, decir «no» a la última taza de café y apagar el teléfono. Aquí hay cinco hábitos «malos» que podrían estar saboteando tu sueño:
El teléfono
Es posible que cuando te metas en la cama mires el móvil, navegues por las redes sociales y sin darte cuenta la luz azul de la pantalla te haya desvelado y quitado el sueño. Si quieres descansar bien por la noche, apaga el teléfono antes de meterte en la cama.
No tomes café por la tarde
Di no a ese último café del día porque solo te quitará el sueño por la noche por ese extra de cafeína que no te hace falta en absoluto. En lugar de tomar café es mejor que tomes algo que tenga efectos calmantes como una infusión relax o una manzanilla. Nunca tomes café seis horas antes de ir a la cama o notarás los efectos adversos.
Que pasen dos horas desde la cena hasta que te vas a dormir
Puede ser agradable sentarse y cenar tranquilamente después de que los niños se hayan dormido, ¡pero comer tan tarde no es bueno para tu cintura o tu sueño! Esto se debe a que el proceso de digestión puede mantenerte despierto; idealmente, ¡deberías dejar de dos a tres horas entre la hora de la cena y la hora de acostarse!
No hagas ejercicio antes de ir a dormir
Una vez más, a menudo la única vez que las madres pueden participar en una sesión de ejercicios es después de que los niños se han ido a dormir, pero, como todos sabemos, el ejercicio aumenta las endorfinas, haciendo que tu cuerpo esté más alerta, lo que a su vez puede afectar el tiempo que te lleva quedarte dormido/a.
No duermas con tus mascotas
Si bien tus amigos peludos pueden ser buenos amigos para acurrucarse, ¡tener perros en la cama puede reducir la cantidad y la calidad de tu sueño! Más bien, enséñales a dormir en su propia cama, ¡junto a la tuya!