La modelo Esther Cañadas, era cuando empezó una jovencita absolutamente angelical y hermosa. Con mirada rasgada y gatuna y cuerpo delgado y esbelto, además de los marcados pómulos que enmarcan su éxotico rostro, supo posicionarse rápidamente como guapa de España, ganadora de diversos concursos de belleza. Sin embargo ella se siente infeliz y fea.
¿Su problema?, la deformidad de la operación en sus labios, que incluso dicen le causan tremendos dolores. Y lo peor, que no tiene solución. Ella ha acudido a diversos centros de estética de Madrid para intentar resolver esta molestia, pero la silicona que se infiltró en los labios se le ha encapsulado.
Lo que le provoca un abultamiento en uno de los laterales del labio superior que ha conseguido deformarlo, además del claro efecto antinatural y que en una carita como esa, era absolutamente inncesario.
No se puede extraer la silicona, porque le tendrían que abrir con bisturí el labio a lo ancho como un chorizo parrillero, pero las marcas y cicatrices serían visibles. Por suerte ahora con el ácido hialurónico, las cosas mejoraron.
Aunque fue operada en su día por uno de los más prestigiosos cirujanos estéticos, hace años se utilizaba una técnica poco recomendable que ha destrozado muchas caras famosas, que no pensaron en las consecuencias de los retoques.