Los medicamentos y una gran parte de ellos, pueden tener efectos secundarios. El uso de estos medicamentos es muy habitual y en ocasiones no se toman con control.
Los efectos adversos pueden afectar a diferentes parámetros, entre los que encontramos más serios es el que te afecte a la conducción. Toma nota, para que tengas en cuenta cuáles son estos medicamentos.
Existen medicamentos que pueden afectar a la atención, la concentración o provocarnos sueño repentino. Estos efectos adversos pueden ser realmente peligrosos, por esta razón, es muy importante conocer cuáles son exactamente.
Todos los fármacos que se comercializan están controlados por el sistema sanitario, sin embargo, esto no significa que las personas puedan sentir efectos controvertidos después de consumirlos.
Los efectos adversos, pueden variar en gravedad y en frecuencia. A continuación, te contamos cuáles son esos medicamentos que pueden afectar en la conducción.
Medicamentos que afectan a la conducción
Bezodiacepinas y conducción
Los benzodiacepinas son medicamentos que actúan sobre el sistema nervioso central. Producen efectos sedantes, anticonvulsivos e hipnóticos. Suelen estar ligados con los medicamentos que se recetan para tratar la ansiedad, el insomnio y otras enfermedades como epilepsia o la abstinencia alcohólica.
Todas las personas que han tomado más dosis de la indicada pueden sentir sedación, pérdida de coordinación de los movimientos y depresión respiratoria, sobre todo, si se mezcla con consumo de alcohol.
Después de suministrar benzodiacepinas, si tenemos un parón muy brusco, podríamos sentir el síndrome de abstinencia, algo que desembocaría en ansiedad, irritabilidad, temblor y alucinaciones entre otros síntomas.
Los tratamientos con benzodiacepinas si se realizan a largo plazo pueden producir ansiedad e insomnio si se suspende esa medicación, por ello, siempre tenemos que ser conscientes de la cantidad y la durabilidad de los tratamientos.
Antihistamínicos de primera generación
Los antihistamínicos de primera generación o clásicos, son capaces de atravesar la barrera hematoencefácica. Esto provoca que este tipo de medicamento produzca:
- Somnolencia.
- Visión borrosa.
- Alteraciones visuales.
- Alucinaciones.
En cambio, los antihistamínicos de segunda generación como son la ebastina, la loratadina o la cetirizina. También puede desencadenar una serie de efectos en el sistema nervioso central, por lo que puede afectar a la capacidad de conducir vehículos pero en menor medida.
Antidepresivos
Estos medicamentos también son los que pueden provocarnos somnolencia y afectarnos a la conducción. No se aconseja para aquellos que en su trabajo se maneje un medio de transporte.
Los pacientes que sufren depresión e insomnio pueden mejorar el problema de sueño, pero también afectar a nuestras acciones durante el día.
Cada vez es más común que los médicos prescriban algún antidepresivo sedante, a dosis bajas para tratar el insomnio, por esta razón, es tarea del profesional sanitario advertir de todos los efectos adversos de esta medicación.
Antiepilépticos
Los medicamentos que se recetan para controlar los ataques de epilepsia, pueden causar otros efectos adversos como:
- Sueño y somnolencia.
- Estados de confusión o aturdimiento.
- Pérdida de memoria o concentración.
Estos medicamentos son muy fuertes, y la propia enfermedad de la epilepsia hace que se alteren las funciones motoras y cognitivas de los pacientes.
Efectos de los medicamentos y fármacos
Como hemos visto, algunos fármacos pueden producir e influir en la conducción, y producen en la mayoría de casos, los siguiente:
- Somnolencia y/o efecto sedante.
- Reducción de reflejos.
- Aumento del tiempo de reacción.
- Hiperactividad e hiperreactividad.
- Alteración de la capacidad visual y capacidad auditiva.
- Pérdida de coordinación motora, espasmos a nivel muscular.
- Confusión, aturdimiento o alucinaciones.
- Aumentan las probabilidades de sufrir un accidente de tráfico.
Es muy importante estar informado sobre los medicamentos y todos los efectos secundarios que podrían producirse. Es importante no auto-medicarse, podríamos poner en riesgo nuestra salud y aumentaríamos las probabilidades de sufrir alguna complicación en cuanto a nuestra salud.
No tenemos que abusar jamás de los medicamentos, y si tenemos que tomarlos, infórmate bien en tu centro de salud junto a
para conocer de primera instancia las complicaciones que pudieran desarrollarse.