A menudo se asocia la delgadez con una buena salud, pero este es un concepto erróneo que puede tener consecuencias graves en la percepción de nuestro bienestar. Según expertos y estudios científicos, estar delgado no necesariamente significa estar sano. Esto no implica que todas las personas delgadas estén enfermas, sino que el peso corporal no es un indicador absoluto de salud, ya que hay factores mucho más complejos que influyen en nuestro estado físico y mental.
¿Qué significa realmente estar sano?
La salud no depende únicamente del peso corporal, sino de un conjunto de hábitos y factores que influyen en el bienestar general. Por ejemplo, hacer ejercicio regularmente, mantener una dieta equilibrada y cuidar de nuestra salud emocional son pilares esenciales para estar saludables. Alguien con un peso elevado pero con una vida saludable puede tener mejores indicadores de salud que una persona delgada que no cuida su alimentación o estilo de vida.
Un estudio realizado por el Centro de Investigación Biomédica en Red-Fisiopatología de la Obesidad y la Nutrición (CIBERobn) muestra que incluso las personas delgadas pueden estar en riesgo de enfermedades metabólicas. Este hallazgo desafía la creencia de que el peso normal es sinónimo de salud, poniendo énfasis en la importancia de factores metabólicos y de composición corporal más allá del peso.
¿Qué es el síndrome TOFI?
TOFI son las siglas en inglés de “Thin Outside, Fat Inside”, que describe a personas aparentemente delgadas pero con altos niveles de grasa visceral. Esta grasa, que se acumula alrededor de los órganos, es especialmente peligrosa y se asocia con problemas como la diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares y resistencia a la insulina. Detectar esta condición es difícil, ya que basar la salud únicamente en la apariencia externa lleva a una evaluación incompleta.
La relación entre masa muscular y salud
Otro aspecto relevante es la cantidad de masa muscular. No solo sirve para mantener una buena apariencia física, sino que tiene un impacto directo en la salud metabólica y en la prevención de enfermedades crónicas como el cáncer o la osteoporosis. Estudios recientes han demostrado que una buena relación entre masa muscular y grasa corporal es clave para vivir más y mejor.
Cómo alcanzar un estado saludable, más allá del peso
Lograr un estado saludable implica equilibrar varios factores. Estos son algunos consejos prácticos para mejorar tu salud:
- Adopta una dieta equilibrada y variada, rica en alimentos integrales, frutas, verduras y proteínas de calidad.
- Haz ejercicio regularmente, incluyendo tanto actividades cardiovasculares como entrenamiento de fuerza para mejorar tu masa muscular y salud metabólica.
- Cuida tu salud emocional. Aprende a gestionar el estrés y dedícate momentos para el autocuidado.
- Realiza chequeos médicos periódicos y consulta a especialistas para evaluar indicadores metabólicos, como niveles de glucosa, colesterol y grasa visceral.
Por ejemplo, adoptar recetas saludables como un arroz integral con verduras o planear comidas que incluyan proteínas magras, carbohidratos complejos y grasas saludables puede ser un gran paso hacia un mejor equilibrio nutricional.
El impacto de los hábitos en la salud
Los hábitos juegan un papel crucial no solo en la salud física, sino también en la mental. El sedentarismo, el consumo de alimentos ultraprocesados y la falta de sueño pueden tener efectos negativos en nuestra calidad de vida. Por el contrario, hacer deporte al menos tres veces a la semana y planificar menús saludables pueden marcar una gran diferencia.
Enfermedades relacionadas con la delgadez extrema
La delgadez extrema, por otro lado, puede estar asociada con enfermedades como la osteoporosis, anemia y debilitamiento del sistema inmune. Un estudio de la Universidad de Innsbruck encontró que las personas con bajo peso presentan un mayor riesgo de infecciones y una menor esperanza de vida en comparación con quienes mantienen un peso saludable.
Es importante enfatizar la relevancia de un peso saludable basado en la composición corporal y no en números absolutos. Las herramientas como el Índice de Masa Corporal (IMC) pueden ser útiles, pero no sustituyen una evaluación integral realizada por especialistas.
A través de la adquisición de buenos hábitos diarios y una atención adecuada a nuestros indicadores internos de salud, podemos construir un estilo de vida sostenible y saludable, independientemente de nuestra talla o peso.