Roncar es un problema que afecta a muchas personas, ya sea por ser nosotros los responsables de los ronquidos o por compartamos habitación con la persona que ronca. Pero, ¿es malo roncar? ¿Qué consecuencias tiene? ¿Son estas peligrosas?
Son muchas las causas detrás de esta afección y números también los riesgos para la salud asociados a esta. Y es que aunque los ronquidos suelan ser motivo de burla, deben abordarse como el problema de salud que son para recibir, si fuera necesario, el tratamiento apropiado.
Las causas
Hay varios factores que pueden contribuir al ronquido. El estrechamiento de las vías respiratorias debido a la relajación de los músculos de la garganta y la lengua es el mas común. Pero también es frecuente el ronquido por exceso de tejido en la garganta. Además, una mala posición de la mandíbula también podría provocarlo.
Estos estrechamientos que obstaculizan el flujo de aire no representan un problema cuando estamos despiertos por estar en una posición erguida y encontrarse estos tejidos activos. Sin embargo, durante el sueño se relajan, se aflojan y colapsan.
Existen diferentes desencadenantes para el ronquido como las anomalías estructurales en las vías respiratorias superiores ya mencionadas, la obesidad, el consumo de alcohol o tabaco, la congestión nasal, la posición al dormir… incluso puede indicar una enfermedad grave. Por eso identificar la causa subyacente del ronquido es crucial para, si fuera necesario, recibir el mejor tratamiento y minimizar sus efectos negativos.
Ronquidos y apnea: la diferencia
En ocasiones se confunden, sin embargo en la Apnea Obstructiva del Sueño las vías respiratorias están obstruidas o bloqueadas por completo, lo que provoca lagunas en la respiración. No todas las personas que roncan tienen apnea, pero un ronquido fuerte acompañado por alguno de los siguientes síntomas puede indicar la presencia de este síndrome:
- Pausas de respiración presenciadas durante el sueño.
- Somnolencia excesiva durante el día.
- Dificultad para concentrarse.
- Dolores de cabeza al despertar.
- Sueño intranquilo
- Jadeo o ahogo por la noche.
- Presión arterial alta
- Dolor en el pecho por la noche
Los peligros de roncar
Si bien roncar puede parecer inofensivo, en algunos casos puede ser un indicador de problemas de salud serios. Y es que mas allá de afectar a la calidad del sueño y conducir a una falta de descanso, los ronquidos crónicos acarrean consecuencias para la salud física y el bienestar general.
- El ronquido crónico puede afectar la calidad del sueño tanto de la persona que ronca como de su compañero/a de habitación. Esto conduce no solo a que nos sintamos cansados durante el día y tengamos problemas para concentrarnos, sino también a determinados problemas de somnolencia diurna en los casos mas graves.
- Roncar conduce, además, a la degeneración del nervio en las vías respiratorias superiores, que puede sufrir mayor riesgo de obstrucción durante el sueño.
- Los niveles de oxígeno suben y bajan cuando roncamos, ejerciendo presión sobre el corazón, el cerebro y los vasos sanguíneos.
- Se cree también que la vibración de los ronquidos provoca pequeños desgarros en el revestimiento de las arterias, que luego el cuerpo repara depositando placa cuya acumulación aumenta las posibilidades de sufrir un derrame cerebral.
- Cuando el ronquido es un síntoma de la apnea obstructiva del sueño, la preocupación es mayor. Ya que este es un trastorno potencialmente grave en el que la respiración se interrumpe repetidamente durante la noche. Se ha demostrado que la apnea que no se trata con el tiempo causa presión arterial alta, ataques cardíacos, derrames cerebrales, insuficiencia cardíaca congestiva, problemas del ritmo cardíaco, diabetes…
Además de los efectos en el sueño, el ronquido puede tener consecuencias para la salud como aumentar el riesgo de desarrollar hipertensión arterial, enfermedades del corazón y problemas de concentración, entre otros. Por eso es importante analizar el ronquido y evitar así posibles complicaciones.