¿Has oído hablar del herpes zóster? Es probable que a la mayoría no os suene, sin embargo guarda relación con un virus por todos conocido, el virus de la varicela. De hecho, el herpes zóster es una afección cutánea causada por la reactivación de ese virus. Entre las muchas preguntas que surgen respecto a esta afección, una de las más comunes es: ¿Es bueno el calor para el herpes zóster? Descubrimos hoy el herpes zóster, sus síntomas característicos y la influencia del calor en esta afección.
¿Qué es el Herpes Zóster?
El herpes zóster es una enfermedad causada por el virus varicela-zóster, el mismo virus responsable de la varicela. Después de padecer varicela, el virus permanece latente en el cuerpo y, en ciertas circunstancias, puede volver a activarse, provocando una afección cutánea conocida como herpes zóster.
Las causas de esta reactivación pueden ser diversas, desde el envejecimiento, hasta el estrés, el debilitamiento del sistema inmunitario o el padecer ciertas enfermedades que afectan las defensas del cuerpo. Es difícil conocer la causa exacta, pero relativamente fácil reconocer sus síntomas como describimos a continuación.
Síntomas del Herpes Zóster
El herpes zóster se caracteriza por presentar una serie de síntomas que afectan principalmente la piel y los nervios, pero no de forma generalizada sino de una región específica del cuerpo. Algunos de los síntomas más comunes son:
- Dolor intenso y punzante en el área afectada, que puede preceder a la erupción cutánea.
- Erupción cutánea que se manifiesta como una serie de ampollas o vesículas llenas de líquido, agrupadas en un área del cuerpo y típicamente en un solo lado de este.
- Acompañan generalmente a estas lesiones cutáneas, sensaciones de hormigueo, ardor, picazón o sensibilidad extrema.
- Además, los pacientes con herpes zóster pueden experimentar síntomas sistémicos como fatiga, fiebre, dolor de cabeza y malestar general.
- En algunos casos, el herpes zóster puede afectar los ojos, provocando síntomas como dolor ocular, enrojecimiento, inflamación de la córnea o incluso problemas de visión.
En casos de sospecha de herpes zoster es fundamental buscar atención médica cuanto antes, ya que un diagnóstico temprano puede ayudar a gestionar los síntomas y prevenir complicaciones a largo plazo.
Tratamiento para el Herpes Zóster
Generalmente el herpes zóster se trata con medicamentos antivirales que ayudan a acortar la duración de los brotes y reducir la intensidad de los síntomas. Además es habitual recetar analgésicos para el dolor, así como cremas tópicas para aliviar las molestias en la piel que pueden empeorar si nos sentimos tentados a rascar las ampollas, como ocurre con la varicela.
Además, mientras se presentan las erupciones es importante mantener la zona afectada limpia y seca, descansar lo suficiente para fortalecer el sistema inmunológico y, como ya hemos mencionado, evitar rascar las ampollas para prevenir infecciones secundarias.
Si el herpes zóster llegará a causar complicaciones o afectar a los ojos, será esencial acudir al médico de inmediato. Y es que cuando hablamos de los ojos, las complicaciones pueden ser importantes, hasta llegar a sufrir problemas de visión.
¿Es bueno el calor para tratar el herpes zóster?
Ahora que llega el verano muchos os preguntaréis: ¿es bueno el calor para el herpes zóster?, ¿hasta qué punto es recomendable tomar el sol con el fin de secar las ampollas? En general, no es recomendable. De hecho, se recomienda evitar el calor intenso en las áreas afectadas por el herpes zóster
El calor excesivo y la exposición al sol podrían empeorar los síntomas, aumentando la irritación y el malestar en la piel. Exponerse supondría, por tanto, en la mayoría de los casos una mayor incomodidad.
Lo mejor en estos casos es seguir las indicaciones de un profesional de la salud para el tratamiento adecuado del herpes zóster. Por eso, ante la duda, siempre merece la pena una visita al médico. No solo os recomendará como proceder sino que además podrá pautaros el tratamiento necesario para que os sintáis mejor y acelerar la recuperación.