El maquillaje es un arte que nos permite realzar nuestra belleza y expresar nuestra personalidad. Sin embargo, con tantas técnicas, productos y tendencias disponibles, es común que caigamos en errores que pueden estropear el resultado final. A continuación, analizaremos los errores más comunes que cometemos al maquillarnos y cómo evitarlos para lograr un look impecable y natural. También incorporaremos consejos y trucos esenciales para potenciar tu maquillaje.
Preparar la piel antes del maquillaje
Uno de los errores más importantes es no preparar adecuadamente la piel antes de aplicar cualquier producto. La piel limpia, hidratada y protegida es la base para un maquillaje exitoso.
Para comenzar, asegúrate de lavar tu rostro con un limpiador adecuado a tu tipo de piel. Aplica una crema hidratante que cubra las necesidades de tu epidermis, ya sea seca, grasa o mixta. Además, usa un protector solar para prevenir el daño causado por los rayos UV. Si saltas este paso, el maquillaje no se adherirá correctamente y puede resaltar imperfecciones como líneas finas o parches secos.
En muchas ocasiones nos olvidamos del primer o prebase. Este producto ayuda a crear una superficie uniforme, prolonga la duración del maquillaje y minimiza la aparición de poros dilatados. Además, las prebases específicas para labios y ojos son claves para un acabado perfecto y de larga duración.
Usar una base que no se ajuste al tono de piel
Utilizar una base de maquillaje del tono incorrecto es uno de los deslices más frecuentes. Elegir un tono más oscuro o más claro puede dar un efecto artificial, como si llevaras una máscara.
La mejor forma de elegir tu tono ideal es probarlo directamente en la línea de la mandíbula y hacerlo con luz natural. También es importante tener en cuenta que el tono de tu piel puede cambiar dependiendo de la temporada, por lo que es aconsejable contar con dos tonos diferentes: uno para invierno y otro para verano.
Evita aplicar demasiada cantidad; basta con una capa ligera bien difuminada para lograr un acabado natural. Si necesitas más cobertura, utiliza un corrector puntualmente en las áreas necesarias.
Exceso de iluminador
El iluminador es un producto estrella que puede transformar tu rostro con solo unos toques sutiles, pero abusar de él puede provocar un efecto artificial. Lo ideal es aplicarlo estratégicamente en puntos altos como los pómulos, el arco de la ceja, el tabique nasal y el arco de Cupido.
Recuerda elegir un tono que complemente tu piel. Los tonos perlas y champán son ideales para pieles claras, mientras que los dorados funcionan mejor para pieles más cálidas.
Errores en la aplicación del colorete
Aunque el colorete puede aportar un aire fresco y juvenil, aplicarlo en exceso o en la zona incorrecta puede arruinar tu look. Utiliza una brocha de cerdas suaves y aplícalo ligeramente en las manzanas de las mejillas, difuminándolo hacia las sienes.
Para un efecto natural, opta por tonos que imiten el rubor natural de tu piel, como rosas suaves o melocotones, dependiendo de tu tono de piel.
Elegir tonos inapropiados para el momento del día
El maquillaje debe ajustarse al contexto. Los tonos naturales y neutros son perfectos para el día, mientras que los colores intensos y atrevidos son ideales para la noche.
Si decides usar sombras llamativas como azules o verdes, asegúrate de equilibrar el resto del maquillaje para no sobrecargar el look. Además, experimenta con diferentes combinaciones para descubrir aquellos tonos que resaltan tus rasgos de manera favorecedora.
Errores en el maquillaje de labios
Un error común al maquillar los labios es no exfoliarlos ni hidratarlos previamente. Los labios resecos tienden a agrietarse, haciendo que cualquier labial luzca irregular.
Usa un bálsamo hidratante antes de aplicar cualquier producto y utiliza un delineador del mismo tono que el labial para definir el contorno. Esto no solo dará un acabado más profesional, sino que evitará que el color se expanda fuera de los labios.
No fijar el maquillaje
Después de dedicar tiempo a crear un maquillaje impecable, es esencial fijarlo para garantizar su durabilidad. Para ello, utiliza un spray fijador o polvos translúcidos. Estos productos sellan el maquillaje, evitando que se desvanezca o se desplace con el paso de las horas.
Además, si tienes piel grasa, llevar contigo unos papeles matificantes puede ser de gran ayuda para retocar y mantener tu maquillaje intacto durante más tiempo.
Pequeños cambios en tu rutina pueden marcar la diferencia y transformar tu maquillaje en una obra de arte. Desde elegir los tonos adecuados hasta preparar correctamente la piel, cada paso cuenta para que te sientas radiante y segura en cualquier ocasión.