La responsabilidad de las propias acciones es un valor fundamental que todos los niños deben aprender desde edades muy tempranas. Deben aprenderlo con sus padres como mejor ejemplo a cada momento de sus vidas. Por eso, si quieres que tus hijos sean responsables de sus acciones, primero deberás serlo tú.
Es probable que alguna vez te hayas encontrado con esa persona que que constantemente culpa a otras personas por las cosas malas que suceden en su vida. Nunca es su propia culpa, siempre encuentra la forma de culpar a otros.
Cuando algo va mal, ‘se lava las manos’ para no sentir culpabilidad y otros siempre serán los causantes de sus males, no es capaz de aceptar sus propias responsabilidades. Estos adultos alguna vez fueron niños. Este comportamiento probablemente comenzó en la infancia y nunca superaron esta actitud. No saben cómo aceptar la responsabilidad de sus acciones.
Enseña a tus hijos la responsabilidad de sus acciones
Los padres deben enseñar a sus hijos desde una edad temprana a asumir la responsabilidad de sus malas acciones. Si se equivocan, lo aceptan. En lugar de menospreciar al niño por su mala conducta, se debe usar como una oportunidad de aprendizaje. Es necesario involucrar a los niños en una discusión sobre lo que ha sucedido y por qué. Permite a tus hijos asumir la responsabilidad y la propiedad de su papel en la situación, pero continúa hablando sobre cómo es una oportunidad para que el niño aprenda y crezca.
De esta manera cuando suceda algo similar, actuarán diferente. Es necesario que les ayudes a determinar una mejor acción para manejar la situación, de modo que la próxima vez que surja, estén mejor equipados mental y emocionalmente para enfrentar el evento, la persona o las circunstancias.
Aprender a pedir perdón
‘Lo siento’ o ‘perdón’, es una frase poderosa. Hay adultos que no se disculpan porque no fueron enseñados apropiadamente como niños para usar esta frase. Enseña a tus hijos a usarlo ahora y tan a menudo como haga falta. Por los grandes y los pequeños errores. Cuando se disculpan, se les debe enseñar a ser específicos con sus disculpas, debe decir por qué se está disculpando porque así entenderá qué ha hecho mal.
Asumir la responsabilidad significa tener una disculpa sincera. A menudo necesitan comprender cómo sus acciones lastiman a la otra persona a fin de ofrecer una sincera disculpa. Si no entienden cómo se siente la otra persona, es difícil sentir pena por la acción. Por lo tanto, un padre que puede tomarse el tiempo para ayudar al niño a comprender cómo se siente la parte lastimada equipará mejor a su hijo con empatía y compasión.
Los niños necesitan aprender empatía, esto es básico para su buen desarrollo en todos los aspectos. En lugar de gritarles por su mala conducta, usa el comportamiento negativo como una oportunidad para aprender de su error y mejorar.
Los niños poco a poco, comenzarán a darse cuenta de la importancia de ser responsable de sus acciones, empezarán a ser personas empáticas, asertivas y honestas.
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